14. Lo reprimido, cuando está cautivo, te pide salir

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No me extraña que Jaco me llame preguntando si estamos bien. Asumo que es por la foto que subí con Paulo. También asumo que eso le da celos, aunque no me lo diga. Le cuento lo último qué pasó y después me cuenta anécdotas de su viaje con amigos. Nuestra relación avanza firme y sé que es gracias a su seguridad.

Por mi parte, me preparo para ir a Roma junto a Mariano, Luca, Dolores y Lautaro para la final de la Supercopa de Italia. Es un partido importante para Paulo así que me gusta estar para él. Aunque el final no es bueno. La Juventus pierde contra la Lazio a pesar de los dos goles de Paulo. Sé lo mucho que le molesta perder, entonces así como llegamos nos vamos de Roma. El viaje sirve para afianzar un poco la relación con sus sobrinos. Dolores ahora parece odiarme un poco menos e incluso hasta charlamos sin tirarnos ningún comentario en doble sentido. Cuando Paulo llega y nos ve, sonríe. Sigue de malhumor y esta tan serio que no vuelve a sonreír en toda la noche. Se va a su cuarto y quiero ir por detrás, entonces lo hago. Está a punto de cerrar la puerta pero me escabullo tras él. Ni siquiera me mira, se tira en la cama y cierra los ojos.

— Tengo una bronca. — Dice.

— No es el fin del mundo. — Respondo. Paulo bufa.

— Por lo menos ya te llevas mejor con Dolores. — Asiento pero no me ve. — Y no vino Jaco. Punto para mí. — Me río.

— ¿Y sabes que más? — Le pregunto capciosa. — Te estoy por invitar a una pool party mañana. Así que ponete contento. — Paulo me mira y se ríe.

— ¿Una pool party? — Repite. — ¿Me estás invitando a una fiesta en mi propia pileta? — Asiento. Se ríe negando.

— Dale, no te pongas ortiva. — Paulo se incorpora en la cama y me mira elevando una ceja.

— Si no viene tu novio mejor.

— No está acá. — Le cuento. — Se fue a Berlín con unos amigos.

— La vida del hippie... — Dice Paulo y me río mientras lo empujo.

Al otro día vuelvo temprano a lo de Paulo para la esperada pool party. La idea había sido de Dolores pero me dijo que si yo le decía a Paulo era más probable que aceptara. Invitamos a Mariano, Luca y a su grupo de amigos, también a algunos de mis compañeros de trabajo, los cuales no son muchos, y Paulo a algunos de sus compañeros de equipo y a sus parejas. El ambiente es divertido, por lo menos para mí.

— Hola, bombón. — Me saluda Paulo acercándose a mí. Estoy en una reposera tomando sol y él se sienta en la misma. Me ofrece un vaso de jugo de frutas que seguramente tiene alcohol, mientras veo en su otra mano un vaso de fernet. Lo apunto con la mirada y él niega. — Este es mío. — Dice acercándolo a él. Me río.

— Convidame, boludo. — Le pido alcanzando su vaso.

— ¿Como decirte que no a vos en bikini? — Me río negando mientras doy un sorbo.

— Me decepciona que me hayas traído un vaso de vodka y que vos tengas uno de fernet. — Digo. Se encoge de hombros.

— Pensé que Jaco ya te había llevado por el camino de la bebida blanca... — Ruedo los ojos y él me empuja suavemente. — Me gusta que no esté. La pasamos mejor sin él.

— Habla por vos. — Le digo y bufa.

— Sos muy mala cuando queres. — Me río. Se queda conmigo un gran rato. Hasta que aparece una figura increíble frente a nuestros ojos. La chica es alta y rubia y tiene una sonrisa espectacular. Le da dos besos a Paulo y me doy cuenta que es modelo e italiana. Luego Paulo se va con ella. Los veo de lejos y sé que está usando todo su don del chamuyo. La chica se ríe todo el tiempo de lo que él dice y yo no puedo sentirme mas celosa. Ni siquiera Oriana me provocaba tales celos. Entonces, la pool party que había planeado termina siendo un fracaso para mí y ya no veo las horas de irme a mi casa.

Dolores y Lautaro me salvan durante las siguientes horas y procuro no pensar en que Paulo no despega la vista de aquella rubia. La gente empieza a irse de a poco y encuentro el momento perfecto para despedirme. Paulo ni siquiera está presente cuando me voy y asumo que ya está en su cuarto con aquella chica. Me enojo conmigo porque sé que no debería molestarme pero no puedo controlarlo.

Por la mañana, lo llamo. Contesta con voz ronca y aparecen unas cosquillas en mi panza al escucharlo.

— ¿Madrugando, Juti? — Pregunta apenas contesta.

— Son las 10 de la mañana, planero. — Se ríe.

— Mucho entrenamiento anoche. — Dice.

— Asco.

— Bue, que te haces...

— ¿La chica quien es? — Pregunto.

— Nadie que valga la pena. — Responde. — Solo sexo casual, no te pongas celosa. — Me río con sarcasmo.

— Como digas.

— ¿Estas celosa? — Pregunta divertido. Bufo.

— No sueñes. — Contesto.

— Tengo necesidades, Justi.

— Quien pudiera ser vos para que satisfaga tus necesidades semejante bomba.

— El que puede puede. — Dice canchero y ruedo los ojos.

— ¿Serán tus millones o tu pasta de campeón? Ah no, cierto que... — Digo en broma y él suelta una fuerte risa.

— Nefasta. — Sonrío. — No te cuento estas cosas pero vengo teniendo sexo con dos chicas como esa.

— Que bien por vos, te felicito.

— Pero ninguna como vos, tranquila. — Me dice.

— Contame de tu método. — Digo. — Tienen sexo y después qué... ¿No te mandan un mensaje o quieren verte otra vez?

— Si, si mandan. Pero les aclaro que no quiero nada y listo. Una me mando a la mierda en italiano, la otra me dijo que ella tampoco quería nada y la de anoche me dijo que sospechaba que iba a pasar porque es amiga de la primera. — Se ríe. — Así que mejor me quedo con la segunda, menos quilombo.

— Cada día me sorprendes más.

— Para bien, supongo.

— No necesariamente.

— Asumo que estos son celos. Y te confieso que me encanta. Pero es bastante injusto para los dos que te niegues a querer tener algo conmigo cuando te da celos verme con otras y a mi, claramente, me da celos verte con Jaco.

— Los celos no sirven en una relación. — Digo. — Me tengo que ir. Chau, bebito.

— Chau, bebita. Que tengas un lindo día y no pares de pensar en mí. — Dice y me río antes de cortar y empezar mi día en el que, claramente, pensé mucho en Paulo.

🌹
Buen día!!!! Gracias por todos sus comentarios por mi modo Mariana. Las leí a todas y tengo que contarles que ayer le hable. Igual, últimamente me vengo mandando tantas cagadas que asumo que esta es una más. Pero me estoy convenciendo a mi misma de que la vida es una sola y que tengo que tomarme las cosas más a la ligera porque soy joven y hay que disfrutaaaaaar
GRACIAS POR TODO SIEMPRE🤩
Las adoro💚

JUSTINA | Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora