Sospechas.

515 71 20
                                    

Los celos lo carcomían poco a poco: ver a Ban siempre acompañado de Elaine lo estaba matando de manera agonizante; las sonrisas dulces, los tratos amorosos y amables, además de todos aquellos momentos que él no podía tener con su amante lo hacían enloquecer.

Los celos eran apaciguados de forma insistente por Ban, quien era fiel a su persona durante las noches y cada madrugada se deslizaba a hurtadillas a sus aposentos compartidos, descansando con él, enredándolo en palabras dulces y caricias que sólo le calmaban por la noche. El caramelo de sus besos se regaba por la piel de ambos y no podían evitar terminar rozando sus pieles en un intento desesperado de transmitir tanto amor, King con recelo miraba la luna que miraba a través de la ventana, le rogaba no contar aquel secreto tan resguardado entre los dos, sus labios marcados en la piel blanca de Ban marcando todo lo que por derecho era suyo y no podía reclamar ante todo el mundo, las marcas aunque pequeñas no dejaban de ser totalmente posesivas.

"Me alegra que ambos sean buenos amigos" fue lo que un día Elaine dijo mientras Ban cocinaba y King preparaba el café, King frunció el ceño de sobremanera en aquella ocasión y miró como Elaine leía tranquila el libro de botánica entre sus manos, tomó con firmeza la bolsa de café mientras fruncía los labios intentando averiguar lo que pensaba en aquella cabeza rubia y pequeña. "Yo los notaba algo tensos e incómodos antes, me alegra que sólo haya sido cosa mía" el sentimiento de desconfianza se alzó en su pecho, y vió como Elaine miraba con aquellos ojos tan bellos la espalda de su esposo, la vió juguetear con su anillo y al final le miró a él, la frialdad de su mirada le tensó levemente más rápidamente volvió a lo suyo, ignorándolo lo mejor que pudo.

Ban soltó una carcajada mientras meneaba levemente el sartén, King le miró sobre su hombro de forma iracunda terminando de colocar lo que necesitaba, la felicidad que a veces irradiaba Ban en todo ese entorno bizarro en ocasiones llegaba a turbarlo de sobre manera, el de pelo plateado miró a King con cariño y sonrió sin evitarlo. "Yo también estoy contento de haber limpiado asperezas con tu hermano" Algo que siempre tendría por hecho era que jamás terminaría por entenderlo.

Las noches eran cálidas y poco complejas, la compañía de Ban era cada vez más suave y relajada, su pecho no podía evitar sentirse celoso sin parar, pero sabía a pesar de todo aquello que sus ojos veían y qué aumente transtornaba, que el amor fraternal y hogareño que Ban tenía por Elaine no era más que eso, mirando las estrellas e intentando contarlas admiró su felicidad en esa pequeña búrbuja que parecía nunca iría a explotar, sin embargo, lo sabía, su hermana no era ninguna estúpida.

--Ella comienza a sospechar algo --su mirada paró en la foto que tenía del escuadrón, más especificamente en Ban--. Si bien no sospecha que quizá sea yo, ella cree que Ban irremediablemente la engaña.

Hace ya bastante Ban le había contado que Elaine siempre hablaba con él acerca del sexo, diciéndole 100 y más razones del por qué no intimaban, a Ban poco le importaba, de cualquier modo él también pondría pretextos con tal de no acostarse con la dulce mujer que tenía por esposa, al menos ya no, no ahora.

"El deseo que sentí por poseerlos a ambos terminaría por matarme, yo te amo, pero también la deseé, toda esa pureza que irradia quise hacerla mía, pero ya no veo fin y es porque te tengo a ti"

Ban había cambiado paulatinamente, de manera suave y agradable, aquella actitud pervertida e idiota seguía ahí, pero ahora era diferente, era más limpia y sincera. Caminó fuera de su habitación, Elaine estaba en la ventana que daba al jardín con un gesto imperturbable, cuando pasó a su lado su voz se escuchó clara y serena:

--¿Qué opinas del Adulterio? --la confrontación tan directa que tuvo Elaine no la esperaba, "quizá está harta" pensó sin perturbarse--. Me he enterado que han engañado a una de nuestras vecinas, una lastima, me preguntaba qué haría yo en caso de.

--Una pena, pero el tema me tiene bastante sin cuidado, manda mis más sinceras disculpas a la joven.

--Tan participativo como siempre, King. A veces pienso que la mismísima pereza está encarnada en ti...

Escuchó como reía suavemente y simplemente continúo con su paso.

--Con permiso Elaine.

--Sin o con él, adelante.

La miró con frustración, contrariado por sus palabras.

--nunca he entendido las referencias que haces.

--quédate sin cuidado, son loqueras mías, nada más, descansa bien por la noche.

[...]

N/A: Hola a todos lamento el retardo pero he entrado de nuevo a la escuela y no puedo actualizar tan seguido, sin embargo he tenido tiempo para meditar y el fin de la historia está cerca, quedan sólo unos cuantos aspectos por pulir de la pareja principal. Es muy triste para mí esto, honestamente es la primera historia que acabo y me pone sentimental todo esto. En fin, hasta pronto.

Adulterio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora