Adulterio.

Tú y sólo tú.

Te vas a casar.

Ese simple enunciado me tenía desorientado y aturdido; tan insolente se mofaba frente a mí guiando mi mirada a un punto exacto: la vestimenta blanca que se hallaba postrado sobre el perchero. Lucía ansiosa por ser usada, hermosa, elegante, magnífica. Y sonreí, era simple, sí, pero no dejaba de ser sumamente bella.

El traje, cómodo y hermoso luciría aquella velada tan esperada, le descolgué con cuidado mientras mis dedos temblaban por el miedo de estropearlo en el más mínimo detalle, ensoñado bailé con él mientras daba vueltas por toda la sala, mis cabellos castaños bailaban al compás de la absurda melodía que había creado y el vestido me seguía tan ligero y precioso. Comencé a llorar.

Te vas a casar y es conmigo...

Paré de bailar con las lágrimas bajando aún suavemente por mis mejillas, la sonrisa en mi rostro se había ensanchado, probablemente lucía llena de amor y emoción, miré mi anillo de compromiso, se mantenía ahí imperturbable y sosegado postrado sobre mi dedo. La sensación de un deja Vu me inundó momentáneamente, al final deseché el sentimiento que resultaba ser un tanto desgradable.

--Me voy a casar... --las palabras sonaban irreales después de dejar mi boca, sentí como comenzaría a llorar de nuevo y apreté los ojos con fuerza evitando las lágrimas.

Todo lo que habíamos pasado juntos rondó mi mente, era simplemente alucinante.

--pensé que todo esto jamás pasaría.

Escuché el pestillo detrás de mí, volteé apenado intentando evitar que viesen que estuve llorando como niño pequeño antes de ir al altar. El rostro sonriente del capitán se mostró tras breves segundos, sus ojos me miraron levemente sorprendidos al ver mi llanto lloroso, con pasó firme se colocó a mi lado palmeando con fuerza mi hombro.

--Sigo sin poder creer que te vas a casar. --me estrechó en un fuerte abrazo y suspiré lleno de emoción.-- Ven te ayudo a cambiarte, además debes limpiarte el rostro, no querrás salir todo sucio.

Al final entró también Diane y Escanor para ayudar.

Mira su presente y era todo tan diferente del pasado, y podía estar incluso mejor.

[...]

El piano comenzó a sonar suavemente mientras avanzaban dejando la entrada de la iglesia atrás, estaban camino al altar, junto a él, King miró a su lado donde Ban caminaba con firmeza y seguridad, su traje blanco perla contrastaba con esos bellos rojos ojos, e inevitablemente pensó en el pasado, en el presente y en su futuro.

Un día nuevo amaneció
En ti fije mi atención
Serías en quien yo confiaría.

Lo que empezó en una canción
De pronto un día se convirtió
En la mas bella y dulce melodía.

¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Aleluya! ¡Aleluya!

Ban miró al menor que le acompañaba, la agraciada silueta de King era lo único que sus ojos podían apreciar en ese momento, pensó que el traje blanco le queda hermoso y pensó que el caminar juntos al altar era la mejor muestra ee que quería avanzar siempre a su lado.

Y de tu mano descubrí
Un mundo nuevo en el que aprendí
Que quien no arriesga, nunca ganaría.

Y aunque no fue fácil caminar
Pero nuestro amor pudo mucho más
Que todas las barreras que oprimían.

¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Aleluya! ¡Aleluya!

--¡Hoy estamos aquí presentes, hermanos, para consagrar ante Dios que es todo amor la maravillosa unión de estas dos almas, en la institución más hermosa como lo es el matrimonio!

Por un momento únicamente se escucharon aplausos y coros llenos de felicidad.

Hoy doy gracias al Señor
Quien mi camino alumbró
Para unir por siempre unir nuestras vidas.

Prometo amarte y serte fiel
Cuidarte por siempre hasta envejecer
Hacerte feliz por el resto de mis días.

¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Aleluya! ¡Aleluya!

--Hermanos míos, una vez dichos vuestros votos he de preguntar vuestra decisión. ¿Aceptan amarse y respetarse en la enfermedad y la salud hasta que la muerte los separe?

--Acepto.

Fin

Dedicado con gran aprecio a cada uno de ustedes.

N/A: la canción es aleluya versión español.