Tú y yo. [Resignación]

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Era viernes alrededor de las 12:45 AM, ya más de la mitad del servicio del piso se habían retirado, las luces eran escasas y desde el ventanal  principal se podía apreciar una vista hermosa de la ciudad nocturna; las luces amarillas, azules y rojas que iluminaban las casas de la capital. King se encontraba sentado en su escritorio tecleando con rapidez el reporte de la misión pasada, al lado del dorso de su mano se encontraba una taza medio llena con café ya frío y a su costado estaba una silla vacía con una chaqueta roja colgando de la parte trasera y un cigarro que aún estaba encendido en el cenicero, desprendiendo su suave olor, letal a la vida, el pequeño miró levemente sobre su hombro el lugar vacío y suspiró de forma pesada empujando el escritorio con la yema de sus dedos, haciendo que la silla girara levemente al ser de rueditas, se sentía agobiado y cansado, Ya que estando en sus plenas facultades mentales podía admitir con total libertad que estaba enamorado. Y no precisamente de una bella dama con grandes dotes de inteligencia y educación.

En primera instancia era un él... Y era un él muy especial.

Ese hombre era irritante, un bruto, avaricioso, burlón, poco agraciado y un completo imbécil; le hacía caso cuando se le daba la gana y aún así le trataba con suma amabilidad, coqueteaba con la mitad del servicio femenil frente a su nariz, pero cuando estaban en la intimidad y lo tocaba a él y sólo a él, se sentía tan único y especial.

Ban, no olía a mentas o a pasto fresco, su olor era penetrante y en exceso atrayente para él, era tabaco y café en grano, a eso olía. Sí, quizás algo cliché, pero a King le agradaba el aroma, incluso cuando odiaba que el más alto fumara y más si era cerca suyo.

--Me vas a matar... --sus ojos se llenaron de lágrimas de impotencia, lo sabía, lo sabía ya muy bien, ese hombre sólo estaba jugando--. Y yo quiero morirme así.

Se levantó de su silla y se acercó a la ventana, quizás si fuera un chica linda e inteligente, como su hermana, por ejemplo, podría buscar algo más serio, miró su reflejo en el cristal y sonrió con tristeza. ¿Cómo se llevarían Elaine y Ban? Eran tan distintos, moría por saberlo.

--King... --la suave voz a su espalda le hizo sentir vulnerable y cohibido al ser atrapado fantaseando sobre ese hombre tan especial para sí, su mirada viajó con suavidad a la silueta de Diane atrás suyo y sonrió levemente, ¿Por qué no siguió enamorado de ella? Sería más fácil--. ¿No irás a la fiesta que organizó el piso de contabilidad? Escuché que tienen de esos bocadillos que te gustan.

No, que jodida molestia, ahora mismo lo que menos quería era estar rodeado de gente.

--No lo sé, Diane, aunque supongo que n-... ¡Eh!

Ban llegó con rapidez por detrás suyo y le abrazó por el cuello con una sonrisa enorme que sólo él sabía hacer y que sólo ponía cuando estaba a punto de hacer alguna estupidez.

--Estaremos ahí.

--Aja, ¿Y quién te dijo o qué? --gruñó molesto King ante las palabras del otro, sin más le arrastró fuera del lugar.

--Iremos y ya.

Esa sería una noche larga.

[...]

N/A: Está cortito, lo sé, pero actualice rápido. :D

Les voy a contar un secreto. Esto iba a ser un one-shot, PERO se me olvidó ponerle "completo" y pues me animé a seguirlo. Nunca pensé que recibiría tanto apoyo, en verdad muchas gracias. Son geniales chicos.

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