Tú y yo. [interés]

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N/A: Normalmente no pongo notas al inicio, pero tengo una duda, ¿Sí se entiende que esto es parte del pasado de todos (desde el capítulo de "aquel entonces")? Nada más eso, disfruten el capítulo.

[...]

Se habían enredado en un juego que podía resultar... Excitante.

Ban lo veía, podía apreciarlo en el rostro del más bajo; podía ver cómo respondía a sus caricias, a sus besos y como poco a poco el nombre de Diane se iba borrando de su mente para sustituirlo por el suyo, y le encantaba, le encantaba tener a ese chico entre sus garras, le hacía sentir poderoso y jodidamente deseoso de seguir jugando, pero... No podía evitar detenerse a sí mismo y controlarse, porque en la mirada de King no sólo había lujuria, también había amor, podía notarlo, podía sentirlo. Y le aturdía, el chico tenía un interés más que sexual por él, y bueno, él se autodominaba como un hombre sin compromisos, libre, fiero y con un mundo de misterios por delante, además de que, en el hipotético caso de que ocurriera, si tenía una pareja estable con la cual sentar cabeza, le gustaría que fuera una señorita bella y amable, con quien echar raíces y alimentar palomas cuando fuesen ancianos y sí, para ser un brutal asesino y un avaricioso de lo peor, tenía un sueño ideal. E incluso con todo lo anteriormente dicho se encontraba ahí, sentado frente al más bajo, agarrando sus manos con cariño y sobandolas con el pulgar mientras ambos fingían hablar sobre lo que supuestamente habían hecho ese día. Si era honesto consigo mismo reconocería que la piel del menor era sorpresivamente suave, miró su rostro porcelana y esos bonitos ojos que le llamaban un poco la atención, observó como el suéter que llevaba mostraba parte de sus hombros y su clavícula que se encontraban sonrosados, moría por morder ahí y...

--Hablen un poco más bajo, la antena no capta del todo bien lo que dicen esos sujetos --la voz molesta de Gowther a través del audífono le incómodo de sobremanera. Sí, estaban en una misión secreta de filtración para obtener información de unos contrabandistas y sí, él y King se encontraban fingiendo ser una pareja homosexual cenando en aquel restaurante, llevaban otras ropas, otros rostros y otra apariencia,  y aunque en el más bajo se veía tan natural el hecho de usar ropa tan delicada y tener un fuerte sonrojo en sus mejillas, Ban no dejaba de sentirse obsevado, incómodo y monitoreado a cada instante, necesitaba jugar, necesitaba agarrar al chico por las caderas con fuerza y deseo para después quitarle esa horrible peluca de color negro y cargarlo hasta los baños para...

--No entiendo por qué tengo que hacer ésto yo... --era la tercera ocasión que escuchaba al menor quejarse en lo que llevaban de la cena, Diane ya le había dicho, Gowther ya le había dicho, incluso Meliodas se lo comentó antes de la misión y aún así parecía no comprenderlo en lo absoluto.

--Amor, ya te lo dijeron los demás, nuestra unión en el trabajo nos permite sentir está confianza y hace que parezca más natural, precioso --el ceño de King se frunció con fuerza e irritación, por el rostro de Ban surcó un gesto de enojo al sentir que por debajo de la mesa el otro le soltó un fuerte patadón en la pierna.

--Cariño, mi amor, cosita --en la voz de King, había de todo, menos amor--. Ya lo escuché... Pero pienso que no es justo, ¿Sabes? Ya bastante aguanto todo ésto en el trabajo normal, hacerlo es todo un reto.

--Sólo deben aguantar un poco más, no falta mucho para que esos hombres terminen de darnos toda la información, después de eso Ban les quitará el chip de sus maletas, con la información de las próximas cargas e intercambios --esa había sido la clara voz de Meliodas, Ban se recargó lentamente en el asiento soltando las manos de King, y aunque el zorro no lo notara, el gesto del más bajo decayó--. Por ahora sólo hablen levemente, nos pueden dar más información importante.


Ban miró con torpeza la silueta de una de las meseras del lugar, reparó en el hecho de que tenía demasiada hambre. Escuchó a su compañero carraspear y le miró levemente.

--Y... Corazón, ¿Me puedes contar cómo piensas hacer lo que dice el capitán? --los ojos angelicales del más bajo podían engañar a cualquiera, a cualquiera menos a él, se notaba molesto aunque no entendía por qué--. Digo, no es por ofenderte, pero eres el hombre más bruto que conozco.

Jodido enano.

--Amor... Te recuerdo que soy un experto en robar... Tus besos y caricias, por supuesto --la sonrisa socorrona de Ban sólo molestó más a King quien sin evitarlo rodó los ojos, las sillas moviéndose distrajearon a los dos.

--Capitan, el objetivo de está moviendo, se supone que se iban en una hora ¿por qué se están moviendo? --la voz de Diane se hizo escuchar y ambos hombres prestaron atención, en efecto, los contrabandistas se estaban parando y alistando para irse, King endureció en gesto sin saber que hacer.

--Plan B: King, tira el florero --Ban únicamente escuchó como el más bajo murmuraba un incrédulo "¿qué?" Ante las palabras de Gowther, se había escuchado tan tranquilo al decirlo--. Vas a empezar a hacer un drama, sé que no te convence la idea pero se tienen que acercar a ellos y tomar el chip.

Ban miró el gesto de fastidio del otro.

--Gowther tiene razón, Ban, tienes que tomar ese Chip, sí o sí --Meliodas hablaba con dureza, probablemente buscando una razón por la cual se estaban yendo cuando se estimaba que tardarían más, Ban miró el maletín sobre la mesa, se encontraba decidido--. Recuerden, por ningún motivo deben llamarse por sus verdaderos nombres.

El sonido del vidrio estrellándose contra el suelo fue lo único que se escuchó durante unos segundos, todo el mundo vió ese acto en cámara lenta, luego la voz furiosa del más bajo resonó.

--¡¿No fui más que tu lindo juguete, no es así?! Y no me mientas, no puedo creer que todo fuera un juego para ti, Ban... ¡Bandido cruel y despiadado, me haz robado el corazón! Rogelio.

--No es lo que crees, ki-... Quizás fue un error de mi parte, pero jamás te mentí, Gerardo --Ban se acercó al menor mientras éste llegaba a la mesa de los contrabandistas--. De mi boca no salió ni una sola mentira.

--Me engañaste, jodido infeliz y dime, ¿Él te besó mejor que yo? --los hombres se vieron abrumados y comenzaron a moverse más rápido y King les topó de frente tomando a un mesero por la solapa y plantadole un beso en los labios, el pobre chico no sabía ni qué hacer, el ruido se escuchó con gran magnitud y Ban, colérico, corrió entre los hombres para tomar a King del brazo con fuerza y un gesto intimidante--. Vamos, bestia, golpeame si tanto lo deseas, ¡no tienes corazón, no eres más que un animal!

--No, no tengo corazón, pero justo ahora tengo lo que más quiero entre mis manos --el rostro del más pequeño se iluminó y le abrazó por el cuello con una gran sonrisa, el de ojos carmin le correspondió, cargándolo levemente de la cintura salieron del local.

De inmediato desecharon la  ropa y las pelucas que llevaban mientras iban caminando, Ban quedó con su típica vestimenta despreocupada y King con unos shorts y una playera  sin mangas poco favorable para el tiempo, después se quitarían los pupilentes, por ahora, King sobaba su cuello con cansancio.

--Me vuelves a tomar así del brazo y te corto la mano, animal --la camisa sin mangas sólo provocaba que sintiera un fuerte aire frío, característico de la noche, Ban le ignoró mientras miraba el maletín--. Más te vale que hayas agarrado el maletín correcto.

--Claro, yo siempre tomo lo que quiero.

Adulterio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora