Mentirosa.

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--Supongo que te rebajarán algo de tu paga por tan abominable trabajo --la voz de la señora de la casa era como el sonido de un mosquito a media noche para mí; su voz era insistente y desagradable, asegurándose de agobiar mi trabajo y volverlo lo más desagradable posible.

--Me aseguraré de que todas sus opiniones sean llegadas a mis superiores, lamento destrozar su bello jardín --respondí con la mayor tranquilidad posible mostrando una sonrisa suave, el rostro de hastío de Elaine era notable, notándose su frustración al no lograr, por milésima vez, exaltarme. La miré con intensidad por segundos perdiéndome en sus facciones, y me dí cuenta que podía seguirla mirando por horas y días.

"Es tan hermosa..." Fue lo primero que mi cerebro proceso al verle por primera vez; esa hermosa y magnífica sonrisa en ese dulce rostro, sus delegados y rosados labios me dejaron un momento desconcertada y mi cerebro se desconectó, mi mente estaba difusa y no pude evitar ser consciente de que esa mujer era lo más magnífico que había visto en toda mi vida, vaya sorpresa fue la mía cuando me dí un gran tope al ver toda esa burla en ella, era como si me hubiesen dicho que el helado no existiría nunca más o qué en primavera ya no habrían flores. "Lo que tiene de bella lo tiene de mentirosa"

Y para mí desgraciada suerte; la joven siempre hacía sus pedidos por la mañana, alegando que los injertos y demás capullos de flores era mejor transportarlos con luz de sol, hora que correspondía a mi jornada, la cual siempre debía cumplir dado a que nadie quería ese estúpido horario por el horrible calor sofocante que estaba en esos momentos. Elaine al principio no me había reconocido de nuestro primer encuentro, sin embargo, mi cuerpo me traicionaba y mi mente se saturaba de tanta lindura, lo cual hacía que actuara como una completa idiota frente a ella, quien gustaba de mofarse y hacerme bromas pesadas, y para nada graciosas, el colmo había sido el día que mi jefe llegó con la "magnífica" noticia de que tendría que ayudar a Elaine a colocar todo en su jardín a cambio de una jugosa propina (lo que era cierto, pero no menguaba la joda que era estar con ella). Ahora llevaba semanas así, la joven me recibía, me dejaba un rato trabajar, después llegaba con su comida a merendar viéndome trabajar y burlarse de mí, y a las 12:30 exactos realizaba una llamada en específico hacia "Ban", su rostro se iluminaba tanto que hasta parecía ser una persona completamente diferente, más dulce y amable, después de unos minutos se rostro se calmaba y simplemente se despedía.

--¿Es su esposo? --pregunté una vez mientras limpiaba mi frente, ella me miró, y sentí como si fuese la primera vez, sus ojos ámbar me envolvieron y sentí la necesidad de mirar el suelo.

--Supongo que sí, al menos entre documentos y de manera legal, lo es, es mi esposo --su voz se escuchaba cada vez más cerca y me pregunté si se habría molestado ante mi pregunta, por otra parte su ambigüedad me confundía y decidí mirarla, sus largas y entornadas piernas fue lo único que pude apreciar, sus suaves caderas, esa piel que parecía terciopelo.- Pero si te digo que sí, no sé si estaría mintiendo, supongo que, puedes pensar lo que quieras respecto a Ban, porque te puedo decir que la mitad de cosas que te diré, serán sólo mentiras.

"No es más que una mentirosa"

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