Especial. [+600⭐]

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Estos extras se localizan en un tiempo acorde a "contigo o sin ti" y es un agradecimiento a la gente que lee la obra, espero lo disfruten.

Advertencia: El siguiente contenido es explícito y de temática homoerótica, leer bajo su propia responsabilidad, gracias.

Extra 1: Hora del baño.

--¿Qué es lo que tenemos que hacer exactamente, para poder hacer... Ya sabes que? --la voz de King sonaba un poco tensa y contrariada, Ban lucía igual de nervioso que él, lo cual honestamente no lo reconfortaba, el mayor se metió en la bañera mientras portaba un gesto avergonzado.

--Le pregunté a Gowther y...

--¡¿A Gowther?! --el terror se pintó en su rostro sin poder ocultarlo, la idea de que uno de sus amigos (el más indiscreto, para su suerte), no le daba tan buena espina--. De todos los compañeros que tenemos, vas y le dices a Gowther.

--¡joder, no lo sabe! O al menos no por mi boca... --el volumen disminuyó considerable en lo último dicho, y King le echó la mejor mirada de hastío que tenía, se encogió levemente abrazando sus rodillas, con su palma golpeó el agua salpicándole al otro justo en la cara, el otro sonrió sin poder evitarlo y devolviendo el gesto.

--Eres un idiota... --fue lo único que dijo el pelirrojo.

--Lo siento... --admitió con una sonrisa pícara en el rostro su acompañante.

--Disculparse no va a quitarte lo imbécil.

--No, no lo hará, pero al menos sé cómo limpiarte, ven.

Una vez lo tuvo entre sus brazos sus palmas recorrieron todo su cuerpo hasta llegar a lo que buscaba; los dedos largos de Ban se introdujeron en su entrada de manera suave y tranquila, la presencia de agua y jabón  permitió la intrusión de forma más sencilla, sin embargo, eso no menguaba el dolor, la sensación era comparada con punzadas intensas por todo su cuerpo, y un dolor de estómago semejante al vacío. Suaves lágrimas se acumularon en los ojos de King, quien en un intento desesperado de apaciguar el dolor, enterró sus uñas transmitiendo su frustración e incomodidad, jadeó sin poder evitarlo, el sudor y agua mantenían su pelo pegado a su frente y su visión se encontraba nublada ante la extraña sensación que producía todo aquello.

--Ya están dentro --la voz gruesa y ronca de su amante le distrajo lo suficiente de su ensoñación, ya no dolía, pero la presencia era terriblemente incómoda--. Dime cuando pueda mover los dedos.

"Muévelos" su deseo gruñó ansioso, su parte racional simplemente se calmó e intentó mover la cadera en pequeños círculos, Ban le miraba expectante, sus ojos escarlata le devoraban en cada rastro de piel haciendo que la excitación subiera de nivel, movió sus caderas con más confianza comenzando a penetrar su entrada con los dedos de su amante, la incomodidad iba cediendo dando paso a la normalidad, agarró con firmeza los hombros de su acompañante y comenzó a moverse con más rudeza, el deseo en los ojos de Ban lo motivó a seguir.

--No te muevas... Ahora yo tengo el control --entre las penetraciones el placer encontró lugar en la escena, jadeos y gemidos salían de su boca con únicamente la presencia de sus dedos, Ban hacía caso y sólo observaba dándole valor a King, los movimientos eran cada vez más rápidos y de manera pronta su erección completamente dura golpeaba con el vientre de ambos en cada sacudida, en uno de sus movimientos bajó lo suficiente para sentir el miembro duro de Ban haciendo que también los dedos tocaran un punto exacto que lo hizo eyacular.

Adulterio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora