III: LUJURIA

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No podía creer que después de tanto tiempo Jungkook me había puesto una mano encima, pensé que después del accidente él no volvería ser el mismo, pero ya veo que me equivoqué. 

Lo miré fulminante y me sobé la mejilla.

-¡TE ODIO, JEON, SIEMPRE LO HE HECHO, MALDITO! -grité y me lancé a él para regresarle el golpe pero éste me tomó de los brazos.

-Sabes que el odio es mutuo -dijo con rabia -Creo que el peor castigo para los dos es estar juntos -sonrió con malicia -Y como se supone que eres mi esposo puedo hacer lo que quiera contigo -soltó mis brazos, pero me tomó de la cintura posesivamente -Esta noche vas a ser mío maldita puta -me acorraló con la barra de la cocina y empezó a besar mi cuello, yo por supuesto puse resistencia y me gritaba que me soltara. 

-¡Jeon, suéltame, no quiero que me toques! -forcejeaba, sin embargo él era mil veces más fuerte que yo

-Eres mío, Park Jimin, nunca te librarás de mi -jaló mi cabello hacia atrás y gemí de dolor, Jungkook aprovechó para morder mi cuello. Metió una mano por debajo de mi playera y sentí la peor sensación del mundo, todos mis miedos regresaron.

Narrador

-¡No, Jungkook, por favor suéltame! -suplicó, sí, era verdad que el menor le temía, aunque pensó que ese miedo ya había desaparecido.

El pelinegro hizo caso omiso y quitó la playera de Jimin. El rubio ya no podía seguir suplicando, su mente y su cuerpo se encontraron con viejos recuerdos de aquél momento.

Jungkook prosiguió con los pantalones de Jimin bajando con ellos su boxer, lo puso de espaldas y se apegó a él.

-Esta es mi venganza, pequeño -susurró en su oído y bajó sus pantalones, sacó su miembro y lo enterró completamente en la entrada del menor. La primera lagrima de Jimin  había salido y su boca se abrió por el dolor, es cierto que hace un par de horas había tenido relaciones con Min, pero la forma brusca en que Jungkook había entrado fue demasiado para él.

-J-Jungkook, b-basta -dijo Jimin con el pequeño aliento que le quedaba, el nombrado empezó a moverse frenéticamente y después aumentó sus embestidas a modo de que las lagrimas del rubio aumentaran.

-Tu culo está demasiado húmedo, no me sorprende que estuvieras con otro -empujó de nuevo su pene hasta dentro y gimió. -¿Te gusta así, putita o te lo hace mejor tu amante? 

-S-sal de mí -habló el rubio firme, no dejaría que su voz se cortara, tenía que mantenerse firme, aunque su rostro dijera otra cosa.

-La verdad, siempre me gusto tu culo, tan redondo, no se compara al de otras putas -metía y sacaba su pene con fuerza -Ahhh Jimin, me voy a venir -y así siguió con un par de estocada más y se vino dentro del menor. 

Salió de un tirón dejando a Jimin recostado en la barra, el castaño se subió el pantalón y antes de salir lo volteó hacia él.

-Espero que sepas quien manda aquí de ahora en adelante -le dio un beso en la mejilla provocando al menor, pero éste sólo se quedó quieto.

Jungkook salió de la cocina dejando a un Jimin confundido, asustado y derrotado, jamás se imaginó eso de la persona que una vez amo, ya eran dos veces que el pelinegro lo había humillado, su odio creció más. 

-Nunca te voy a perdonar, maldito -dijo entre dientes y apretó sus puños.

*

Jimin

Ya había pasado una semana desde el incidente en la cocina con Jungkook. Es verdad que me había vuelto a lastimar después de un tiempo y si seguía a lado de él era sólo para vengarme, así que aguantaría todo hasta no ver caer a Jeon, les aseguro que nunca me volverá a humillar.

INOCENCIA PELIGROSA - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora