El amor es un arte, es una obra que hace todo los días, cada segundo, cada minutos de nuestra vida. En cierta forma es nuestro legado y es lo único que realmente importa. Mi madre tenía una tía que solíamos ver solo en verano hasta que murió. Recuerdo que le gustaba sentarse a leerme poesía. Una vez me dijo que sentir amor por alguien más era como entrar en un edificio en llamas. Sabes que todo puede ir mal y que puedes salir herida, que incluso puedes quedar enterrada bajo los escombro de lo que fue. Sin embargo, no puedes evitarlo y eso te hace un tipo de pirómano o masoquista.
Ahora que lo pienso es la definición de nuestra relación cada vez que veo a Mark, que me besa o que me toca, siento como si estuviera viviendo por primera vez. Tenemos demasiado por mejorar, pero en el fondo desde hace tres años me está quemando por dentro la curiosidad de conocerle más. Siempre se ha dicho que nunca llegamos a conocer a nadie por completo, pero quisiera poder seguir aprendiendo de él. Quiero que eso funcione, pero tengo tanto miedo de que no suceda. No creo que ninguno de los dos esta dispuesto a pasar por una ruptura otra vez y si no funciona no habrá otra oportunidad después de está.
Mark no solo me trajo a casa, decidió que si no nos veremos por una semana estaría bien pasar la noche junto. A lo cuál no me opuse, es decir no tengo razón para ello y mucho menos cuando te lo dicen entre beso en un ascensor. Cuando se abrieron las puertas del ascensor nos reímos, Mark tomo mi mano y caminamos hasta la puerta de mi apartamento, abrí la puerta y tropecé con una de la cajas de la mudanza.
―Ash ¿Qué es todo esto? ― pregunto Mark.
Él siguió caminando por la sala, mirando todo con confusión.
― Puedo explicarlo y probablemente no te guste―comente nerviosa.
― ¡Ash!, ¿A dónde vas?
Suspire, camine hacia él, agarre su cara entre mis manos, acaricie sus mejillas y le sonreí.
―Escúchame, me voy de Londres―Mark abrió sus ojos, ladeo la cabeza y se alejó de mi― no puedo seguir viviendo en este apartamento, me siento sola y olvidada. Entre el trabajo y estar aquí me hace sentir que me ahogo. Michael me ayudo a conseguir en donde viví en mi infancia ―me acerque otra vez―estoy regresando a casa.
― ¿Cuándo pensabas decírmelo? ― pregunto con seriedad.
―Probablemente mañana en la mañana cuando estuviese en Wolverhampton acomodando la mudanza.
―Ash son casi tres horas en auto, si te mudas como se supone ¿Qué esto funcione?
―Para ser justa tome la decisión antes de que esto pasara y lo necesito ― hice una pausa― ¿Y si te mudas conmigo? ― pregunte encogiéndome de hombros.
Mark se mordió el labio inferior y paso una de sus manos por su cabello.
―Pensé que querías ir lento―expreso divertido.
―Si, pero quiero que esto funcione y la distancia esta en nuestra contra así que ahora te propongo que te mudes conmigo la próxima semana―dije jugando con el cuello de su camisa.
Mark puso sus manos sobre mi cintura y me pego más a él.
―O podríamos quedarnos en nuestra antigua casa aquí en Londres.
Hice una mueca de desagrado.
―Después de Shirley y Jennifer, no gracias― dije alejándome.
―No vivo allí desde que te fuiste, así que te equivocas, me mude a un apartamento más pequeño, pero la casa la cuida todavía Grace―comento abrazándome por la espalda.
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El Amor Te Recordará
RomantizmDespués de haber aceptado la propuesta de Mark y haber conocido el amor de una manera diferente. Ashley Smith decidió marcharse a un internado en Estados Unidos. Ha pasado tres años desde que Ashley dejo a Londres y a Mark. Ninguno ha intentado busc...