El Amor Te Recordará

Capítulo 33

Ya sé, ya sé me perdí por mucho tiempo. He estado trabajando en nuevas historias y bueno tratando de ver el final con esta historia. Les invito a que pasen por mi nueva historia (que ya esta terminada, voy a subir capítulo semanal) Amor Furtivo la van encontrar en el perfil. Ya ésta disponible en físico en amazon si quieren tenerla física.
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Fin comenzó el capítulo.
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En algún punto de la madrugada donde la luz de la luna se cuela por las ventanas. Estoy tendida en el suelo viendo a Timotheé dormir plácidamente. Su cabello esta todo desparramado en el suelo, su torso desnudo y semi cubierto por sábanas. Es una imagen de la cual me puedo acostumbrar a tener siempre.
Siempre, aunque esta Alemania en mi camino.

Quizás eso sea un problema, pensar que puedo tener esto siempre. Como si no fueran a existir peleas o como si este estado de luna de miel no se fuera acabar nunca. Creo que ya aprendí que los para siempre suena muy lindo en el momento. En práctica tiene una fecha de expiración y tengo que lidiar con eso. Por que tengo que seguir con o sin las persona. No puedo seguir aferrándome a los sentimientos.
Mis miedo no están ganándome, solo están colindantes con la realidad. Quizás emocionalmente debo crecer, quizás eso incluye ser la consiente entre los dos.

—Bambi ¿Estas bien?— pregunto con voz adormilada Timothee.

—Si, estoy más que bien— contesté acomodándome en su pecho.

Quizás otro día me cuestione a mi misma. Ahora solo me voy a perder en sueños y abrazos. Los que espero que duren un poco más del amanecer.

***
El olor a masa frita me despertó, Timothee ya no esta a mi lado. Me encamine al baño y luego a la cocina. Es curioso verlo pelear con esa máquina de café que llama greca. Mientras sigue cantando algo en frances que no alcanzo a reconocer. Me acerque a él y sonreímos.

—¿Que haces?
—Arepas de coco, café y huevos revueltos. Las vacaciones en Puerto Rico solíamos comer esto todos los días de desayuno o cena— comentó emocionado.

Es algo tierno escucharlo hablar de memorias o de sus pasiones. Su rostro se ilumina, se ve feliz y más hermoso. Es un mundo de oportunidades que puedo perder. Él solo caminó hasta mi y beso mis labios. Con pasión y detenimiento. Desde anoche sus besos cambiaron son más intenso, más lento y más presente. Consciente de la fecha de expiración, aferrándose un poco más.
—¿Descansaste?— preguntó con una sonrisa maliciosa
— Por supuesto, de hecho debería dormir así siempre— le conteste.
Sonrió coquetamente, abrió su boca para decir algo, pero su teléfono sonó. Soltó un gruñido y contestó. Su expresión pasó de diversión a una de preocupación. Comencé subir el tono de su voz, hablar en francés y a caminar de lado a lado. Pasó su mano ferozmente por su cara y cabello. Esta enojado, su cara se pone roja y sus ojos se achican. Colgó y soltó un grito ahogado.

—¿Que sucede?— pregunté.
Timothée ladeó su cabeza mientras mira hacia la nada.
—De acuerdo— murmuré.
No dijo nada salió de la cocina con prisa, al cabo de unos minutos regresó vestido, con una mochila y su celular.

—¿Que hace? — pregunté confundida.
—Tengo que irme unos días a resolver algo familiar, te llamó cuando regrese— me dió un besó y se fue.

Me quedé de pie en la cocina desconcertada por su reacción. Por su forma de irse y por la poca información que me ha ofrecido. Me senté a desayunar tratando de procesar todo. A la hora me duché y me vestí, ni siquiera tengo llaves de su apartamento. La sensación que tengo en esto momento me incomoda.
Me aprieta la boca del estómago, las manos me sudan y me ahogo. Quizás esta huyendo de mí, de lo inevitable.
***
Han pasado tres días, no lo llamé ese mismo día. Había respondido que era una emergencia familiar. Le escribí el martes por que debía ver en que terreno me estaba metiendo. Pero no contesto nada, así que le llame en la noche. No contesto. Así que decidí que no voy hacer la persona tóxica que crear escenarios en su cabeza.

Probablemente esta bien y solo esta resolviendo algún problema familiar nada de que preocuparse. Cuando este listo vendrá a mí. Aunque aquí estoy evadiendo las llamadas de Nathan para ir a la cena. O Shirley que aun no le doy respuesta.

Solo envío un mensaje con la fotos de los pasajes del avión. Acompañado de tú y Alemania son amores. Contesta con un de acuerdo. No voy a pelear o destruir esto. Verlo partir así me ha hecho reflexionar, va a sonar estupido, pero salió huyendo como yo. Como siempre hago y eso me bajo de la nube. Me abrió los ojos es que mi único amor siempre ha sido la medicina. No, no estoy enamorada de Timothée no al momento. Me atrae, me gusta y hay posibilidades.

También esta Alemania que suena tentador y sensual. No como el cuarto de juguetes de Timothée, pero sensual. Es un nuevo futuro, una oportunidad que mucha gente mataría por tener. Solo que desearía no tener que siempre escoger.
Mi celular sonó de nuevo, para mi sorpresa es una llamada de Bruce. La única conexión que tenemos es Tara y bueno ya no es tan real. Conteste.
—Hola.
—¿Puedes verme en la tienda de la otra vez?— preguntó.
— Ahh sí, pero ¿Para que? Tara puede pensar otra cosa.
—Sobre Tara.
—¿Esta bien?— pregunté asustada.
Que me aparte de su vida no significa que no le quiero o que me preocupó por ella. De hecho siempre lo haré, una parte de mí se compone de ella. Aunque ella no lo vea o sienta.
—Físicamente si.
—De acuerdo
—Ash por favor sólo llega— murmuró.
No pude contestar nada él simplemente colgó. Recogí mi chaqueta y salí de la casa. Me subí al auto. Llegué lo más rápido qué pude a la tienda. El auto de Bruce esta afuera, pero no hay señales de él.
Entre a la tienda, miré alrededor y ubique a Bruce cerca de la caja. Le saludé con la mano y camine hacía él.

—La boda se va adelantar, dos semanas. Tara quiere apresurar todo— suena molesto— recordé que no tienes tu vestido de dama y — me extendió una caja— aquí está.
Lo mire confundida.
—Tara no me quiere en su boda— dije
—Yo sí y ella también. Créeme- hizo una pausa— Tara te ama, creo que más que a mí— rio.
— De acuerdo— tome la caja— sólo cuídala— murmure.
Bruce asintió y me dió un golpecito en el hombro. Salí de ahi sin decir nada más me subí al auto. Mire la caja ni siquiera saque el vestido. Ni me preocupe por saber si es mi talla. Mi mente esta girando en dos direcciones. Alemania y Tara. Todo en mi me dice que debo ir, pero a la vez me da temor.
Ambas cosas, enfrentar ambas cosas. Sola, es aterrador una vida sola en otro lugar. Sin Tara, incluso sin lo que estoy creando ahora.
Hay demasiados en lo que pensar, tanto que se acumulan en mi estómago. Que oprimen mis pulmones.
Conduje sin rumbo, o eso creí hasta que pasé por la clínica. Mi respiración es la de in maratonista. Mis manos me tiembla, lo suficiente para hacer mis llaves caer.. Baje del auto, entre y me dirigí a la sala del grupo de apoyo.
Eliot esta sólo, poniendo las sillas devueltas a su lugar. Me miró confundido y preocupado.
—No te quiero molestar, pero...
— ¿Estas bien?— pregunto con un tono suave.
Asentí.
— Me ire a Alemania en diciembre y mi pareja ¿Es mi pareja?— suspire— regresara a Nueva York y el esposo... futuro esposo de mi...— pause— no se como llamarla, en fin de Tara quiere que vaya a la boda. Yo siento que es demasiado y que...— me detuve— Mi ansiedad se va a disparar en diciembre y no quiero volver a tener la crisis— confesé.
Eliot asintió
— Es todo muy abrumador ¿Que quieres hacer?— curioseó

—Detener el mundo.

—Eso no lo podemos hacer, pero si podemos manejar la situación. Escribe sobre ello. Y acepta los cambios. Al final estará en la boda de tu amiga. Hay una oportunidad ahí. Deja que pase no tienes control. La distancia — alzo su manos en el aire— no es algo que los vaya a matar.

— No, pero si puedo sabotearlo todo— dije riendo con angustia.

— No, si mantienes una buena comunicación y tus tratamientos. Ash, tranquila todo va a salir como tiene que salir— afirmó Eliot.

—Gracias, lo siento por venir sin avisar.

— Si a la próxima saca cita, o ven en la hora del grupo.— comentó con una sonrisa.
Asentí.

***
Timothée sigue sin dar señales de vida, espero que todo esté bien. Después de analizarlo mucho llame Nathan. Ire a la cena mañana, sola, pero estaré con mis amigos. Lo que siempre es bueno.