Capítulo 18

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Son casi las tres de la madrugada, estoy de pie en el baño frente del espejo contemplando mi cuerpo desnudo y aquella pequeñas marcas rojas que deje que me hicieran. Hacen algunas horas experimente por primera vez el placer a través del dolor. Cuando subí a la habitación con Timothée, este me giro haciéndome quedar de espalda a él y pegada a la cama. Él no sabía que al darme un ligero golpecito en una nalga iba a desatar tanto en mí. Al sentir su mano golpeando mi piel solté un quejido, Timothée se alejó y me pidió disculpas. Creo que el no comprendió en ese momento que no me había lastimado, es que una parte de mi le había gustado y la otra entro en pánico esto no es algo que yo debía o que sentía antes.
Timothée se arrodillo, seguía hablando y yo no le escuchaba. Solamente tome su cara entre mis manos y le bese. Con algo de vergüenza le pide que lo hiciera de nuevo, este asintió, pero se veía tan nervioso, su golpee fue más suave que la primera vez, pero causo lo mismo en mí una corriente eléctrica que se esparció por todo mi cuerpo. Un “sigue y no te detengas” salió casi de inmediato y sin mi permiso de mis labios. Eso no fue lo único que pedí, tengo pequeños chupetones por el abdomen, espalda y en el interior del muslo. Fue es excitante en el momento, ahora que me veo solo me pregunto ¿Cómo llegue a esto?, ¿Cuándo comenzó a gustarme esto? En la vida hubiera pensado que a mis 27 años mis tendencias sexuales se fueran un poco a lado del masoquismo. Jamás pensé que me jalan el cabello, me amarraran, que me mordiera, me hicieran chupetones y que hasta nalgadas me dieran me excitaría tanto.
Creo que Timothée tampoco se lo esperaba, pero a diferencia de mí él siempre supo que esto le gusta. En cierto modo agradezco con todo mi corazón que me confesará que le gustaba también. Así no me sentía como una loca o depravada después de pedir tanto. Ahora estoy aquí viéndome en el espejo tratando de comprender ¿Quién soy?, ¿Qué ha cambiado? No soy la misma de Ashley de hace tres años y al parecer estoy madurando y cambiando. Nunca he reprimido mi sexualidad y creo que nunca había notado o soñado con terminar aquí. En realidad no me veo haciendo esto con alguien más. Lo pienso y es que con ninguno de mis amantes esto pudo haber salido. James todo era muy rápido y aburrido, con Marcus todo era romántico y dulce. Excepto aquella noche, teníamos mucha pasión, pero no de esta manera.
Escuche que llamaron a mi puerta, aleje la mirada del espejo, me puse la toalla de baño y abrí la puerta. Timothée esta de pie con su cabello todo mojado con una gran sonrisa de oreja a oreja. No me explico como tiene tanta energía o felicidad, es contagioso es cierto, pero aún así no me lo explico.
―Te prepare el té― comento haciéndose aun lado para que pasara.
―Gracias ― respondí.
Camine hasta los pie de la cama para ponerme las pantuflas en ese momento a Timothée se le cayó la toalla de sus hombros. Note todas las marcas de mis uñas y algunos chupetones que deje sobre su piel. Me sentí avergonzada camine hacía el y pase mi mano por sus hombros.
―Está bien creo que yo te deje más marcas― dijo besando mi hombro.
―Lo siento, me descontrole un poco.
Timothée rio.
―Puedes hacerlo siempre conmigo― me lanzo una guiñada coqueta.
Reí y ladee mi cabeza, agarre su mano y baje las escaleras a su lado. Me senté en el sofá y Timothée trajo las tazas con té. Se sentó a mi lado y puse mis pies sobre su regazo, este comenzó a darle masaje a mis dedos del pie izquierdo.
―No quiero arruinar el momento, pero necesitamos hablar ahora de verdad― exprese con sutileza.
―No vas a dejar a Marcus y no te lo estoy pidiendo para nada.
Mordí mi labio inferior.
―Todo es demasiado nuevo para mí, mi plan era mudarme aquí y solo regresar a Londres cuando fuera necesario. ― suspire― Las cosas no se dieron así, te dije que aun le quería lo intentamos otra vez por un día y el destino nos separo supongo. Luego te conocí y…―chasque mi lengua― me pareces interesante y― pase mi mano por su mejilla― en cierta forma me he ilusionado contigo. ―Timothée sonrió― Tengo que poner mi corazón en la mesa, me voy a sincerar contigo, creo que contigo puedo ser yo y reinventarme a mi misma. No la esposa trofeo, no la doctora, la amiga, la ansiosa o depresiva, la divorciada, sin familia y mucho menos un desastre andante. Me gusta como me miras, siento que ves a Ashley Denisse Smith no su historia, sino la mujer, los sentimientos y gustos. Contigo nada se siente forzado o complicado y ciertamente en ti estoy encontrado cosas de mí que no conocía aún. ― hice una pausa― Eso me gusta Timmy mucho, no me aburres y creo que eres sincero.
Timothée beso mis pies.
―Entonces ¿Por qué has vuelto con Marcus? Tienes una oportunidad real conmigo, Ash estaré aquí por varios meses, después regresare a Nueva York y sabes que en el avión habrá un espacio para ti si lo quieres. Solo quiero que pienses todo lo que podríamos llegar a ser, seríamos feliz, viviríamos tranquilo y con mucho amor. 
―Y con mucho sexo― comente riendo.
―Sobre todo―rio― no vas a dejar a Marcus ahora o en dos semanas lo sé, quizás ni lo dejes― se encogió de hombre― o quizás lo haga y escape de los que lo demás quieren para ti y aceptes lo que quieres para ti.
Fruncí el ceño.
― Creo que Marcus y yo podemos hacer funcionar esto, solo tenemos que hacerlo bien― replique.
― ¿Y qué hacerlo bien? El amor es abstracto y nuestras ideas de una relación viene de las películas de Hollywood o de literatura antigua que el romance era sufrir, aguantar infidelidad y morir. Entonces te pregunto ¿Qué es hacerlo bien?, ¿Cómo se hace bien el amor?
Saque mis piernas de su regazo, atrape sus labios con los míos y le di un beso tan delicado.
―No me des clase de filosofía, al menos no quiero más mentiras ni engaños.
―Sin embargo, aquí estoy yo siendo tu primer engaño, por que no creo que Marcus sepa de mi existencia y no sabrá de este encuentro.
―Esta semana no cuenta.
Timothée rio.
―Este es el comienzo y el fin de nosotros― susurre.
―Na´ este el comienzo y ponle puntos suspensivos, yo creo que tu y yo estamos destinados a algo más que esto.
Rei y entrelace mi mano con la suya.
***
Son las 7 de la mañana lo sé por el cantar de los pájaros y por qué al despertar Timothée no estaba a mi lado. El olor a café, avena, tostada y tocineta han inundado la casa. Me encamine hacía el baño, me lave los dientes y la cara. Baje de prisa a la cocina y me encontré con una escena que se esta volviendo mi favorita a Timothée bailando y tarareando canciones en francés. Me le acerque y le abrace por la espalda. Este agarro mi mano y comenzamos a movernos al ritmo de la canción que esta tarareando. Se giro, sin soltar mi mano y me hizo dar vueltas, luego me abrazo y beso mi mejilla. Seguimos bailando y comenzó a cantar esa canción tan icónica del cine de los años 20 “Dance cheek to cheek” mientras bailábamos tan pegados.
―Cada mañana sería un musical― susurro en mi oído.
Me sonroje y me aleje un poco.
―Me conformo con hagas el desayuno.
―Anoche no tuve tiempo de decirte, pero el cuadro que pinte de ti le gusto al museo y me propusieron hacer una exhibición de obras como esas. ― enarco sus cejas―Así que si me permites haré dibujos de ti― expreso ilusionado.
Me acerque y lo abrace.
―Es una buena noticias, felicidades y por supuesto que puedes dibujarme, pero vas a tener que invitarme a la exhibición.
―Por supuesto―me robo un beso y se giro a terminar el desayuno.
Me senté a verle, me puedo a costumbrar a esto, pero estoy aferrada a Marcus a salvar ese sentimiento. Aunque Timothée posiblemente puede ser eso que en andado buscando por hace tiempo. Un amor que no cuestione o que lastime, solo esa sensación de estar en casa, de paz y felicidad. Hay algo en él que me da esa y creo que si paso más días como el de hoy lo tendré completo y después no lo podré dejar ir nunca más. El sonido del timbre de la puerta me hizo volver en sí, camine hacia la puerta aun inmersa en mis pensamientos. Al abrirla me encontré con Paulette quien esta vestida como si hubiese salido del 1940, pero se ve hermosa.
―Espero no molestar es que estaba de camino a desayunar sola y pensé que quizás podía hacerte compañía y…―Timothée grito algo inaudible― Debí haber llamado, disculpa.
Rodee mis ojos y jale por el brazo a mi posible hermana. Entra a la casa con ella, tanto Timothée como Paulette se quedaron confundidos al verse.
―Timothée ella es mi― hice una pausa― hermana Paulette y― señale a la chica que esta sonriendo nerviosa― Paulette él es Timothée es un gran amigo.
Timothée rio y ladeo su cabeza. Ambos se saludaron con un apretón de mano, acto seguido nos sentamos en la mesa a desayunar. Paulette tiene una habilidad para hablar de todo y hacerlo interesante. Timothée para relacionar el arte y la cultura con todo. Mientras yo solo los observo a Timothée con ganas de besarle y a Paulette con admiración. Una voz en mi me esta diciendo que esto es solo una muestra del futuro que puedo tener. Y creo que lo quiero como en Grecia todas las diosas querían ser las más bellas. Me conozco también que sé que esto solo va a desatar una lucha interna en mí. Sin contar las opiniones no requeridas y juzgadoras de Tara o Nathan.
―De acuerdo ¿Hace cuánto salen? ― pregunto Paulette de la nada.
Me atragante con mi tostada al escucharla hablar, Timothée rio y me dio unas palmadas para ayudarme a expulsar el pedazo de pan.
―Ash tiene novio, regreso con su exesposo.
Paulette se puso pálida, comenzó a balbucear y al final susurro un perdón.
―No te preocupes.
El desayuno luego transcurrió en silencio, Timothée se retiro a ducharse y yo me quede con Paulette para limpiar los platos.
―A ti te gusta él chico tierno y tu a él, deberían intentarlo― comento Paulette.
―Es complicado― rechiste.
―Hazlo simple, él se ve como un sueño.
―Si, pero de sueño no se viven.
―Ashley por favor, se vive de los sentimientos e instintos y ustedes se miran bien juntos lo presiento.
Sonreí.
―Gracias por venir.
Paulette me sonrió.
***
Timothée se fue tan rápido con la promesa de regresa el jueves por la noche si eso quería y admito que no dejo de pensar en todo lo que hicimos anoche. Fue sublime, mi piel no se había erizado nunca tanto como ayer. Es como si conocieras mi cuerpo de antes, no se como explicarlo, pero es como si lo conociera de antes. Se siente tan familiar y normal estar juntos no me quiero apresurar con nada. Marcus también me hace sentir vivir por así decirlo quizás es por qué es algo nuevo y eso me atrae. Sin embargo aquella noche tome una decisión que pienso respectar cuando regrese a Londres. Esto es parte de acomodar mis asuntos y necesito hacerlo bien.
       Paulette por su parte se ha quedado conmigo casi todo el día, es fascinante hablar con ella es que somos tan diferentes y parecidas. Tenemos una conexión real, como si esto hubiera sido así toda la vida. Realmente creo que sí somos familia, tenemos que serlo lo quiero tanto que no es ni normal. Quiero al fin tener una verdadera familia, me harté de ser Ash la huérfana, la solitaria, quiero que ellos sean mis hermanos. Y por qué quiero eso es que me estoy permitiendo hacer picnics improvisados en el patio de la casa. Solo por eso le ando contando mis tristes historia s de amor. Mientras tomamos limonada casera y comemos jamón.
— Vaya cupido te odia— expreso Paulette ante de morder un pedazo de jamón.
       Ladee mi cabeza.
—Creo que tengo una suerte asquerosa en el amor.
—Si, pero puedes escoger en estos momento al chico de esta mañana se venía felices. Además que se ve adorable—resoplo— o simplemente puedes regresar con tu ex y terminar al tiempo cuando todo vaya mal— aseguro.
—No me eches mal de ojo, quiero que las cosas salgan entre nosotros.
—Mientes, si lo quisiera Timothée no hubiera estado aquí está mañana—se encogió de hombros— te estás tratando de convencer.
       Le dediqué una mirada fulminante y está soltó una carcajada.
—Quizás los quiero a ambos.
—Tarde o temprano tendrás que escoger a uno u otro y estoy segura que será el chico de los rizos— aseguro antes de ponerse de pie.
      Si en algo tiene razón Paulette es que siento que en este momento no he hecho mi elección final, aunque me quiera convencer de lo contrario me siento contra la espada y la pared. Ambos son buenos y son lo que quiero. Aunque no los puedo tener a ambos, no es algo lógico o justo. Quizás solo tengo que dejar que el tiempo decida. Prometo que cuando regrese a Londres déjale de intentarlo que sea con Timothée y me enfocaré en mi relación con Marcus nos debemos está oportunidad. Sin mentiras, sin secretos, sin segundas intenciones puede funcionar. Tengo fe en ello solo tengo que dejar de aferrarme en lo que pudo ser.
***
Dawsey llegó  en la noche con casetas de acampar y malvaviscos. No sé cómo esto paso, pero de un simple desayunos terminamos en picnic y luego acampando en el patio de mi casa. Sentados en círculos alrededor de la fogata cociendo los malvaviscos y riendo por cada chiste que contamos o anécdotas. Mañana deberíamos saber si realmente somos familia y creo que secretamente solo quieren estar aquí para recibir la noticia juntos. Es como si temiera que mañana me desaparezca. Realmente les aprecio y si mañana esa prueba da positivo yo creo que bailaré por las calles. Significa que ya no estaré sola en la vida, tendré una familia real, hermano y hermana de sangre. Esa unión es difícil de quebrantar, si el universo me concede tal maravilla juro que estaré siempre para ellos y que nada ni nadie me alejara de ellos.
—Propongo qué si mañana la prueba da positivo vayamos a beber, bailar etc… sería nuestra primera salida como hermanos—rio Paulette.
—Estoy completamente de acuerdo contigo ¿Qué dices Ash?— pregunto Dawsey.
       Asentí y sonreí. Solo quiero que sea mañana y ver el resultado, necesito saber qué no estoy tan sola en la vida.

El Amor Te RecordaráDonde viven las historias. Descúbrelo ahora