Hablarán De Ti Y De Mi (VALÚ AU)

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Vane POV

Con demasiado esfuerzo me dirigí hacia la cama y allí me vestí, ya que María Lucía parecía de momento no tener intenciones de salir del baño, lo cual llamaba poderosamente mi atención, ya que había ingresado sin ninguna muda de ropa entre las manos o en su defecto el bolso de maquillajes por lo que no debería estar tanto tiempo dentro.

Ya estaba lista y con la maleta preparado para volver a Madrid pero mi jefa seguía encerrada allí dentro, me acerqué hasta la puerta despacio y apoyé mi oreja para ver si escuchaba algún sonido proveniente del interior, pero no podía captar nada.

— ¿María Lucía? — Di un par de golpecitos sobre la madera pero no obtuve respuesta de su parte — Bajo a desayunar ¿Quiere acompañarme? —

— No — Breve y rotunda su respuesta.

— Vale, luego subo —

Espere durante unos minutos su respuesta pero al no recibirla me retiré de la habitación.

Bajé y me ubiqué en una mesa para dos, a los pocos minutos la moza se acercó con intenciones de tomar mi orden.

—  Buenos días señorita ¿Número de habitación? —

— Buenos días, si, es la 508, podría ser un café negro y un par de med... —

— No — Sacudí la cabeza confundida ante las palabras de la mujer — Perdón, es que pidieron que suba —

— ¿Qué? ¿Cómo? ¿Quién lo ha pedido? —

— Su compañera de cuarto —

La confusión incrementó con aquellas palabras y no sabía muy bien como interpretar la situación, así que me disculpé con la joven y volví a dirigirme a la habitación que compartía con María Lucía. Una vez dentro la encontré de espaldas a la puerta de ingreso organizando su ropa dentro de la maleta, me sorprendió notar que ni siquiera se había arreglado, no era normal en ella.

— ¿Me ha llamado? —

— Si, nos vamos —

— Pero... Yo... Es que... — Estaba tan desconcertada con lo que sucedía que ni formular una frase coherente podía — Hace dos segundos bajé —

— Y tu jefa te dice que subas que nos vamos — Volteó y me sonrió con una falsedad que nunca había visto en su rostro.

— Vale — Respondí tímida ante su mandato.

Estaba prácticamente segura de que esto era una especie de represalia por mi decisión de no continuar con el acercamiento y la forma en que hizo mayor énfasis en la palabra < Jefa > me lo terminó por confirmar.

Realmente no comprendía que era lo que María Lucía quería lograr conmigo, la forma en que se acercó y me besó resultaba extraña, como si sus intenciones no ocuparan solo una necesidad sexual ¿Querría algo más conmigo?

— ¿Qué tanto miras con esa cara de idiota? — María Lucía habló alejándome bruscamente de mis pensamientos.

— ¿Me está diciendo idiota? — La miré con fastidio.

— A ti no, a tu cara si — Me miró desafiante pero yo le mantuve la mirada.

— No miraba nada, solo pensaba —

— Pues comienza a pensar en mover tus pies fuera de la habitación — Levantó la manija de la maleta esperando a que hiciera el movimiento que me había indicado.