Amor de Hermanos

9. ¿Un Chico?

—Gracias Fede, iré inmediatamente —Le dije emocionada a Fede, al fin tendría el trabajo que necesitaba y todo gracias a el.

—Me olvidaba de un pequeñísimo detalle —Su voz se volvió algo chillona al final, estoy segura que me largara algo que no me va a gustar.

—¿Qué pasa? —Pregunté impaciente, me comenzó a picar la cabeza y me la rasqué rápidamente mientras esperaba que Federico hablara.

—Es una cafetería exclusiva donde solo trabajan hombres, ni una mujer más que la encargada, pero ella no hace mucho —Las palabras de mi amigo me hicieron estallar, como en las películas, cuando la protagonista esta al teléfono, le explotan una bomba y de repente se escucha el sonido de un vidrio roto. Eso fue lo que me pasó.

—Espera, no entiendo. ¿Porque me toman si es un trabajo para un hombre? —Me sentía algo nerviosa, acaso quieren que sea la nueva encargada, no. Eso sería raro, pero no entiendo.

—Les dije que eras Facundo, el novio de mi prima —Soltó sin mas, eso me dejo pasmada. ¿El novio de Vivían? Estoy segura que Bruno mataría a "Facundo" si este fuese real.

—¿Me estas gastando una broma Federico? No entiendo absolutamente nada —Estaba molesta, hay que decir la verdad pero... el me esta ayudando ¿no?— ¿Cómo se supone que me haré pasar por un chico? —De repente al chico le comió la lengua el gato, porque varios minutos no me contestó. Minutos que aproveché para maldecir.

—No pensé en todo Julieta, tu querías el trabajo y yo te lo conseguí, del resto encárgate tu bonita —Quise protestar pero fue decir la ultima palabra y colgó rápidamente, el sabia que yo le iba a responder. El me metió en esto y ahora se lava las manos

¿Ahora que hago?

Pensé durante varios minutos lo que iba a hacer, se me ocurrió, ya que Federico les dijo que yo era el novio de Vivían, creo que necesitaré su ayuda y además es la persona indicada ¿a quien mas puedo pedírsela? Tomé el celular y le marqué, ella me pasó su número por lo de la enfermedad de Bruno.

—Hola Vivían, soy Julieta —Inevitablemente sonreí a pesar de que ella por obvias razones no me estaba viendo.

—Hola Juli, ¿Ha qué se debe el honor de tu llamada? —Su voz era tan suave y calida como el terciopelo, era de esas voces que son como gravesitas pero suaves. Esa voz que todo el mundo tiene cuando se levanta, solo que mas bonita.

—Necesito tu ayuda, ¿Puedo ir a tu casa? —Me puse nerviosa y a jugar con mi chaqueta. Sólo espero que si no pasa nada con que vaya, no esté Mariano o creó que me dará algo. Cuando se trata de Mariano me siento como Ginny se siente con Harry o como Hinata se siente con Naruto.

—Claro, estoy sola. Mariano se fue con Bruno y mis padres están trabajando —Me sentí muy aliviada, ella estaba sola y eso haría nuestra charla un poco mas ligera.

Colgué rápidamente y me fui a su casa, me costó encontrar el camino. Realmente cuando iba a esta casa era una niña, demasiado pequeña para recordarla, Bruno y Mariano solían jugar mucho y yo me quedaba junto a ellos tratando de llamar su atención, pero siempre me ignoraban. Vivían en ese entonces vivía en el extranjero con su padre, ellos tienen realmente una historia interesante en verdad.

Los padres de Mariano se conocieron en la Universidad, se casaron automáticamente se graduaron y tiene sentido. Ambos son médicos reconocidos y estudiaron por muchos años, lo que volvió su relación muy fuerte. Tuvieron a Vivían y un año después nació Mariano, cuando creían que no necesitaban nada mas, nació Jimena. Cuando llegó la nueva miembro de la familia, los hermanos tenían tres y cuatro años.