Epílogo

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Dos años más tarde

Dos años después

-Alice ya está aquí la peluquera, ¿Aún estás así?

-Ay mama por favor quedan dos horas para la boda quieres calmarte por favor, me estresas.

-Alice, por favor, aun estás en ropa de estar por casa, la peluquera ya está aquí y en una hora y media sales para la iglesia así que ya te estas vistiendo.

-A ver mama, el vestido se pone por debajo así que he pensado en peinarme y después ponerme el vestido porque si no, después me lo voy a estropear y no quiero, porque es precioso.

-Muy bien Alice... tú verás.

-¿Cómo está la princesa de la casa?-Dijo mi padre entrando en casa.

-Ahí está que dice que primero quiere peinarse y después ponerse el vestido y ya verás que no le da tiempo.

-Mamá por favor, tengo todo listo, llevo hasta la lencería de novia debajo solo tengo que quitarme la camisa esta y ponerme el vestido, no voy a tardar nada.

-Maitechu, deja a la niña que es especialista en organizarse el tiempo, estás tú más nerviosa que ella y al final se lo vas a contagiar, ya verás que todo sale genial, ahora va, bajad las dos que están esperando para peinarte.

-Voy volando.-dije saliendo de mi antiguo cuarto y bajando las escaleras.

-Cuñadita mi hermano me ha hecho venir a ver como ibas, tiene miedo de que te escapes y no vayas a la boda.-Dijo Dani entrando donde estaba yo recogiendo las cosas para subir ya a ponerme el vestido una vez peinada.-¿Esa camisa es de Javi?

-Ahora es mía, la uso para estar por casa, un segundo que voy a ponerme el vestido, por cierto dile a tu hermano que esté tranquilo que no pienso escaparme, que ya estoy peinada y todo, es demasiado tarde para echarme para atrás.

-Muy bien, Bianca me acaba de enviar un mensaje de que las chicas te esperan en la entrada de la iglesia.

-Muy bien, ¿Está en su casa?-Pregunté yo desde el otro lado de la puerta vistiéndome, con la ayuda de mi madre.

-No, se ha quedado en la mía.-Dijo hablando de su nuevo piso, hacía poco más de un año y medio Dani se buscó un piso para el solo porque decía que se había cansado de compartir piso, era pequeñito pero lo justo y necesario para una persona o dos cuando Bianca iba a pasar alguna noche.

-Muy bien cuñado, ¿Listo para verme?

-Me muero de ganas de que abras esa puerta.

-Muy bien pues...-Dije saliendo.

-Dios Alice... estás... mi hermano no va a poder contenerse cuando te vea así.-Dijo cuándo me vio.

-¡¿Siempre vas a decir lo mismo?!-Dije riéndome, llevaba un vestido de Rosa Clará, con un corpiño ajustado con pedrería y una falda a capas de tul, el pelo lo llevaba a modo de un semirecogido con el pelo rizado y un tocado de piedras que aguantaban el velo.

-Bueno, a pesar de lo que ha dicho Dani... tiene razón cariño, estás preciosa... siempre había soñado en verte así vestida...-Dijo mi madre.

-Venga mama no empieces con la lagrimita que esta noche ya has llorado suficiente.

-Hija estás preciosa.-Dijo mi padre que apareció detrás de Dani.-Tengo que reconocerlo, aunque siga diciéndote que casarte con veintiún años lo veo demasiado prematuro, me hace muy feliz que te vayas a casar Alice.

Vida de ensueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora