Capítulo XXI - sorpresas en los 19

217 6 5
                                    

25 de Enero

Estaba arreglándome porque hoy era mi día, justo hoy, hace diecinueve años que nací, madre mía, aun no me lo llego a creer, parece que fue ayer cuando estaba ilusionada porque era mi quinto cumpleaños y estaba deseando abrir todos mis regalos y ponerme mi vestidito nuevo... Lo del vestido aún no ha cambiado, cada año tengo que ponerme algo nuevo para mí cumple, me da igual que no sea nada excepcional porque ahora muchas veces estreno ropa, pero para mí siempre es especial, es como recordar los viejos tiempos. En fin que me voy del tema, estoy aquí vistiéndome porque tengo que ir primero con la familia a comer y a pasar un poco la mañana y la tarde y por la noche tengo la fiesta con los chicos, la verdad es que me apetece mucho salir un poco y distraerme, hace mucho que no salgo por ahí.

Unos brazos me rodearon la cintura, unos labios me besaron mi hombro y una cabeza se posó sobre ella.

-Estás preciosa.

-Muchas gracias.

-A ver da una vuelta.-dijo cogiéndome de una mano y di una vuelta sobre mi misma.-Este vestido es precioso y si lo llevas tú aún más.-Llevaba un vestido sin mangas rojo ajustado por arriba y por la falda con un poco de raso.

-Conjunta con mi pelo.-dije riéndome.

-O si, y que lo digas.-dijo riéndose también.

-Aún sigo sin entender porque era más fácil que yo viniese aquí a dormir para ir a casa de mi tío...

-Pues porque está más cerca esto que casa de tu tío y ya está.

-Mmm...

-¿Te pasa algo?-Dijo preocupado por mi respuesta.

-No, es solo que...

-A ver ven, siéntate aquí.-Dijo sentándose en la cama y señalando el lado de la cama para que me sentase.-Dime qué te pasa.

-No es nada, solo que llevo dieciocho años de mi vida despertando me cada mañana con los cantos de mi madre, ilusionada porque era mi cumpleaños y se me hace raro que este año no sea así...

-¿Preferirías estar en tu casa?-Dijo un poco desilusionado.

-No es eso... me encanta estar aquí contigo, pero sabes que no me gustan mucho los cambios, desde siempre en mis cumpleaños me he despertado porque mi madre me despertaba cantando, después me ponía mi vestidito nuevo y emocionada esperaba a que me diesen algún regalo, siempre ha sido así y este año que no sea así... se me hace raro, ya me conoces y sabes que no estoy hecha para los cambios.

-lo se cariño, lo sé, pero sabias que eso no siempre sería así, llegará un momento el cual vivas con tu pareja o quizás en un piso con amigos y ya no será tu madre quien te despierte, pero piensa que igualmente tus padres te felicitarán más tarde, los regalos vendrán más tarde también y será tu pareja o tus compañeros de piso quien te feliciten primero, porque aunque las cosas cambien, todo seguirá igual pero de una forma distinta.-Dijo dejándome a punto de llorar.-¿Alice? ¿Ey peque no llores, me oyes?-dijo cogiendo mi cara entre sus manos y mirándome a los ojos.

-Lo siento, es que estoy en modo sentimental y todo me afecta y lo que has dicho ha sido precioso... pero va vamos a ir tirando que al final llegaremos tarde.

-Alice.-dijo cogiéndome de la mano cuando me levanté.

-¿Qué?

-Siéntate.

-¿Qué pasa?

-Alice, no hagas que estas perfectamente cuando apenas puedes pensar en nada sin que te entren ganas de llorar.

Vida de ensueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora