—¿Q-Qué dices? No seas atrevido, 83. Conoces perfectamente la gravedad de tus palabras.
—¿Me golpeará también, Doc?
—Por supuesto que no.
—No respondió mi primera pregunta.
—Eso a ti, no-
—Cassie ¿todo bien?
—Sí —pronunció la castaña, mirando fijo a 83, quién sonreía divertido—. Todo está bien, doctor García.
—Perfecto, en ese caso, puedes retirarte Meyer. Yo me haré cargo de él.
—Sí, que tenga buenas noches doctor —le dijo Cassandra, antes de mirar por última vez al rubio.
En cúanto ella cerró la puerta, la sonrisa del viejo médico se borró.
—Bonita chica, eh.
—Sí —le contestó 83, mirándolo—. Muy bonita.
—Te tengo una buena noticia —sonrió acercándose a la camilla—. Finalmente podrás liberar toda esa energía con la cargas.
—¿A qué se refiere?
—Necesitamos más crías. Y tú fuiste seleccionado para hacerlo. Felicidades, 83, finalmente follarás.
—Yo no quiero tener crías —gruñó.
—Eso no depende de ti. Y será mejor que lo hagas por las buenas, o será muy doloroso para los dos.
-o-o-o-o-
Leyó el pedido que tenía sobre su escritorio, y fue a buscar las drogas, antes de dirigirse a la sala donde se llevaría a cabo la copulación.
Las hembras solían ponerse muy agresivas al momento de que las montaran, es por eso, para que no terminaran ambos ejemplares heridos, las sedaban.
Entró a la pre sala, donde tenía todo preparado para llevar a cabo su cometido, y además, vigilar que todo ocurriera lo más armonioso posible.
Había una ventana de cristal de un sentido, que podía verse lo que la pareja hacía. Algo que ella no realizaba.
Porque no se trataba de ver a dos animales apareándose, eran dos personas, dos humanos.
No importaba que dijeran sus superiores, o el director. Los ejemplares eran humanos, no animales.
Era prácticamente presenciar la escena de una película pornográfica.
Encendió las luces, y cuando vio a quienes habían seleccionado para aparearse, sus ojos se abrieron atónitos.
—Vaya que se han llevado muy bien. Creo que esta vez, no hará falta utilizar los sedantes —pronunció con una sonrisa el doctor García.
Ellos estaban desnudos, besándose, como si no les importara nada. Ni siquiera que los estuvieran viendo.
Cassandra intentó girarse, para no seguir viendo, pero el médico la detuvo.
—¿Qué pasa, querida? ¿No te gusta lo que ves?
—Jamás me gustó ver este tipo de comportamiento —expresó en un tono monótono, intentando ocultar lo afectada que estaba.
—¿Por qué no? Es parte de la naturaleza que los animales se apareen. Además de ser tan fascinante. Ellos producen los mismos sonidos —sonrió divertido, activando el sonido de la habitación.
Gemidos, jadeos roncos, y ronroneos guturales, inundaron la habitación, haciendo mirar hacia abajo a Cassandra.
Cerró los ojos por un momento, y negó con la cabeza.
—Doctor, debo realizar otros informes. Y controlar al 118. Si me disculpa, lo dejaré "disfrutar" de tan maravilloso fenómeno de la naturaleza.
—¿No le resulta interesante la atracción instantánea entre ambos ejemplares, doctora Meyer? —le preguntó, deteniéndola en la puerta.
—No, para nada. Usted lo ha dicho, son animales. Y cuando los animales entran en celo, suceden este tipo de cosas. Las hembras se ponen receptivas. La razón de los sedantes, es simplemente porque ellas no están en tiempo de aparamiento.
—Eso quiere decir que usted ¿no cree que se deba a que ellos sienten más que una atracción hormonal?
—No lo sabría con exactitud, después de todo, no he evaluado a ninguno de los dos sujetos. Si me disculpa, voy al edificio central.
En cuanto salió de la habitación, respiró profundo, y actuó como si nada hubiera pasado. Después de todo, habían cámaras de seguridad en todo el edificio.
El comportamiento erróneo de ella, podría ponerla en peligro.
-o-o-o-o-
Había salido de bañarse, y aún se encontraba con la bata de baño envuelta en su cuerpo, comiendo helado, y lagrimeando mientras veía una película romántica.
"—Pero yo te amo, Grace, ella... Sólo fue un error."
—Si la amaras, ¡No la habrías engañado! Puto —exclamó la joven médica, al escuchar los diálogos.
Observó como la protagonista sollozando, aceptaba el beso del tipo, correspondiéndole. Como si con aquel discurso barato, se borrara la traición de él.
—¡No mames! —exclamó indignada—. Esto es una mierda.
Apagó la televisión, y se tiró hacia atrás en la cama, mirando el techo de su habitación.
—¿Será que el amor nos vuelve tan idiotas? —se preguntó tanteando el pote de helado, buscando tomar un poco con la cuchara, sin ver.
Y recordó aquella escena del 83, con la joven hembra, sus gruñidos, los gemidos de ella... Y la depresión la golpeó de nuevo.
—Maldito 83, maldito trabajo... Maldita mi suerte —murmuró girando, tomando una almohada para abrazarla—. ¿Qué es lo que pasa contigo, Cassandra? Es sólo... Un experimento, nada más —intentó engañarse.
Aunque muy dentro de ella, sabía que el 83, era más que un simple experimento.
-o-o-o-o-
Se despertó adormilado, y sintió un tibio cuerpo junto a él. Alarmado, rápidamente se levantó, encontrándose con una jovencita rubia durmiendo, completamente desnuda, como él.
—¿Qué demonios? —se preguntó en un jadeo, desconcertado—. ¿Cómo...?
Olfateó el aire, y supo de inmediato lo que había ocurrido, sólo que no recordaba como diablos había pasado.
"—Extiende tu brazo.
—¿Qué me van a inyectar ahora?
—Creeme bastardo, esta vez, lo vas a disfrutar —le dijo el enfermero, llenando una jeringa con un líquido celeste."
Lo habían drogado, seguramente a ambos, porque ninguno de los dos tenía lesión alguna.
Los apareamientos, solían ser muy violentos, y no porque los machos lo fueran, eran las hembras que se negaban a ser montadas.
¿Y cómo no entenderlas? Si no sólo eran usadas por los machos de su especie, sino también violadas por el mismo personal del laboratorio.
Suspiró, y se pasó una mano por el rostro. Debía irse cuanto antes de allí, antes de que ella se despertara.
Porque aunque fuera más pequeña que él, las hembras no eran para nada débiles.
Y él no tenía ganas de pelear, mucho menos con ella. Porque lo más seguro, es que la joven mujer creyera que fue abusada.
...
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83/Lyon -Rebelión #1-
Science FictionLuego de la gran era de creación de inteligencia artificial, y el primer hombre artificial, las investigaciones e inventos de los científicos de la Synthetic's Life, se salieron de control. Ya no bastaba solo con crear androides, cyborgs, o humanos...