83/Lyon -Rebelión #1-

XVI

Volvió a la sala, y se sorprendió de encontrar a Stark durmiendo contra el pecho de Cassandra, plácidamente.

Y le resultaba imposible de creer, después de todo, siempre le costaba horrores poder hacer dormir al revoltoso bebé.

—¿Cómo hiciste para que se durmiera?

—Sólo le hice mimos —sonrió.

—¿Mimos? ¿Qué es eso?

—Mimos es cuando le das besos, caricias a alguien, para hacerlo sentir bien, querido. Creo que Stark es tan inquieto, porque está un poco celoso de Rein. Él sólo quiere llamar tu atención.

—Tal vez —le dijo acercándose a ella para tomar al bebé—. Lo acuesto y regreso ¿o tú ya tienes que irte?

—No, tengo tiempo, ve tranquilo.

Cassandra observó la sala, y luego se puso de pie, guardando todos los juguetes que habían quedado desparramados por el suelo. Para Lyon no debía ser para nada fácil mantener la casa, y cuidar de los dos niños.

—No hacía falta que lo hicieras.

—No te preocupes, no me molesta ayudarte un poco —sonrió la castaña.

—¿Por qué Stein te pidió que volvieras?

—Pues, parece que me están buscando —sonrió resignada—. No estoy a salvo en ningún lado.

—¿Quiénes te están buscando? —le preguntó preocupado.

—Los de la Synthetics Life, ellos creen que yo fui la responsable del atentando. Por lo que Stein me propuso quedarme aquí, al resguardo de ustedes.

—Claro que sí, aquí te cuidaremos. Nadie podrá lastimarte ya.

—Eso mismo me dijo, pero no lo sé. Luego de la última vez... Me cuesta sentirme segura.

—Eso fue mi culpa, jamás debí dejarte sola —pronunció afligido, mirando hacia abajo.

—Por supuesto que no, Lyon. Yo jamás te culpé de aquello, nunca creí que fueras responsable. La culpa fue de ellos, no tuya. Ellos actuaron mal, tú siempre hiciste lo correcto.

—Si hubiera hecho lo correcto, jamás te habrías ido de mi lado.

—Lyon-

—Yo también te herí. Aquella noche... Fui un animal contigo, ni siquiera tuve en cuenta tu propio placer, sólo busqué saciar mi deseo. Fui egoísta.

—Olvídalo —sonrió cálidamente la castaña—. Yo ya lo he hecho, no te tengo ningún tipo de resentimiento.

—¿Cómo olvidar la noche que fuiste mía?

Las mejillas de ella se tiñeron de rojo, y miró hacia abajo, aclarándose la garganta.

—C-Creo que lo mejor, es no hablar de esto —le dijo sintiendo como su cuerpo quemada, antes los recuerdos de aquella vez.

—Tienes razón, iré por un refresco ¿quieres?

—Agua está bien.

—De acuerdo.

En cuanto él se fue, cerró los ojos y apretó sus manos sobre sus muslos. Debía controlarse, ellos tenían el olfato muy sensible, y no quería confundir a Lyon.

-o-o-o-o-

—Y éste será tu departamento ahora. Es un poco pequeño, ya que generalmente lo usamos para los socios del comité de los otros distritos, pero creo que te servirá. Al menos por ahora.

—Gracias Ximena, es perfecto para mi —sonrió Cassandra.

—Genial entonces, cualquier cosa que necesites, me avisas. De todos modos, siempre hay un oficial al final de cada pasillo, en cada piso.

—Me quedo un poco más tranquila entonces.

—Si temes pasar la primera noche, puedo quedarme contigo —se ofreció sonriendo—. Sólo déjame que llame a Stein, y lo arreglo rápido.

—Oh no, no, no hace falta. Ve tranquila, no te preocupes, estaré bien. Tú tienes tus asuntos con Stein, no los molestaré.

—Sí, sólo... De trabajo.

La médica la observó curiosa.

—¿Quieres hablar?

Miró la hora en su celular, y aún le quedaban algunos minutos libres. Hacía mucho no hablaba con otra chica, o persona, que no fueran temas relacionados a la SACHAr o la SHuM.

—Sólo un ratito —sonrió cerrando la puerta detrás de si.

Fueron ambas hasta el pequeño recibidor, y se sentaron.

—Yo... Esto no puede salir de aquí ¿de acuerdo?

—No te preocupes, no diré nada —sonrió Cassandra.

—H-Hace mucho que tengo sentimientos por Stein, y no son... De compañeros de trabajo, o algo así. Yo lo veo como hombre, me gusta.

—¿Y él a ti?

—Para él sólo soy la hermana del líder de la SACHAr —pronunció afligida—. Él sólo me ve como una amiga, como una socia.

—¿Estás segura? Pasan tanto tiempo juntos, que me resulta imposible creer que no sienta nada por ti.

—Lo encontré en la cama con una de sus mujeres¹ —murmuró acariciándose uno de sus brazos—. E-Era sólo la masajista, me había dicho. Pero parece que su sesión, terminó en algo más privado.

—Ximena, lo siento mucho.

Negó con la cabeza, y secó una lágrima rebelde que había mojado su mejilla izquierda.

—Luego siguió con la secretaria, la enfermera... La chica de la guardería de los niños —confesó en un tono roto, ahogado—.  Creo que él sólo quiere demostrarme que entre nosotros, jamás pasará nada. Pero... Me gusta tanto, lo quiere tanto, que no tengo el valor para dejar mi puesto.

—Pero esto te está haciendo daño a ti. Si no puedes dejarlo de una sola vez, tal vez deberías probar hacerlo de a poco. No pasar tantas horas a su lado, salir más seguido, tú sola. Conocer nuevas personas, y desintoxicar tu mente y corazón. Porque es una relación tóxica la que llevas con él.

—Creo que tienes razón, es más —le dijo tomando su celular—. Que se las arregle solo esta noche, no pienso ir.

Cassandra sonrió, y le dio un suave apretón en la rodilla.

—Así se habla. Y si quieres, puedes quedarte aquí, y vemos unas películas juntas. O series, conozco unas que te encantarán.

-o-o-o-o-

Estaba en su gran cama, sin camiseta, acostado con dos pequeños salvajes, que ya se habían dormido.

Si algo tenían en común, además del color de sus ojos, era la forma desordenada que tenían para dormir esos niños. Prácticamente, Lyon estaba durmiendo sobre el borde de la cama, ya que ambos pequeños, estaba abiertos de piernas y brazos.

Parecían dos estrellitas de mejillas rojas.

Sonrió al verlos, y negó con la cabeza, suspirando. Eran dos mocosos terribles, llenos de energía, pero si que los amaba. Por más travesura que hicieran, cada vez que los escuchaba llorar, se le encogía el corazón.

Esos niños lo habían cambiado por completo, jamás se había imaginando que podría amar tanto a otra persona.

...

¹Cuando digo "a sus mujeres", me refiero a chicas de su especie ❤ no es que tenga varias relaciones sentimentales jajaja