Veintiuno

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- Jimin, - Una fuerte mano se cerró sobre mi hombro - ¿te encuentras bien?, te ves enfermo.

Sonreí dándole una débil sonrisa y palmeando su mano sobre mi hombro. Nada estaba bien, me sentía enfermo desde que se fue, no me encuentro a mi mismo.
La casa, los sitios que visito, la ropa que visto, todo me hace verlo a él. Toda mi existencia está empapada de su presencia, demonios, como no lo va a estar si fueron los meses más felices de mi vida. Jamás seré capaz de volver a sonreír de la manera en la que lo hacía por él, cual adolescente enamorado.

- Tranquilo Jin, me encuentro bien.- Mentira, estoy en la mierda. - Sólo mi cabeza duele un poco, ya sabes. - Señalé con mi cabeza la computadora llena de números frente a mí.

SeokJin me miró dubitativo pero asintió a los segundos. Perdón Jin, simplemente no puedo decirte 《Oye amigo, no estoy bien. Me enamoré de mi sobrino y ahora todo se fue a la mierda.》 Es que bajo ningún parámetro eso sería visto de una buena manera. No me importa lo que piensen los demás sobre nosotros, sólo que no hay un nosotros nunca más, sería tonto admitir eso y luego vivir con su mirada llena de pena hacia mi.

- Bien, ¿qué te parece si te vas temprano hoy a casa?

Casa, ya no existe tal cosa. Sólo paredes vacías, sin vida. Como yo.

Negué con mi cabeza. - Estoy bien Jin, al terminar este proyecto iré a casa.

- Sólo, no te esfuerces demasiado si no estás bien. Recuerda que siempre podrás venir a mi.

- Lo sé, gracias hermano.

Le observé irse. Una vez en la inrimidad de mi oficina, me recoste sobre la silla. Un sonoro suspiro escapando de mi pecho, estaba tan asqueado de la situación. Necesitaba a Jungkook más que el aire para respirar. Carajo.

- ¡Jimin! - Jin volvió a irrumpir en la oficina, todo bien que sea mi supervisior y amigo, ¿pero no sabe tocar? - Hay... un chico esperando hablar contigo. Dijo que era urgente.

Mis sentidos alerta, mi cabeza trató de pensar en quién podría ser mas ningún rostro se hizo presente. Al menos que fuera algo realmente jodido, ¿sería Yoongi?

- Jimin, es Jungkook.

Abrí mis ojos enormemente, el pánico subiendo por mi espalda baja y elevándome.

- Yoongi ¿qué pasa con Jungkook? ¿está bien?

Yoongi mordió sus labios y mirándome con cautela dijo;

- Es lo que me preocupa... Hye.- Suspiró pesado - Otra vez, ella escapó mientras el traslado la transportaba hasta el penitenciario de mujeres en Seúl donde se realizaría su juicio.

- ¡Maldita sea! - Tomé con fuerza mi cabello - ¿Contactaste con Jungkook? Por favor dime que está bien.

- Lo intenté, pero no ha respondido ninguno de mis llamados, aún así le dejé un mensaje sobre que se cuidara la espalda hasta que las autoridades solucionen el tema.

- Demonios, debemos ir a por él. No podemos quedarnos aquí mientras esa loca anda suelta y con sed de venganza.

Corrí hasta mi oficina, tomando mi chaqueta, llaves del auto y billetera salimos de la empresa como alma que lleva el diablo. Nuevamente la sensación de pánico se abrazó fuertemente a mi cuerpo cuando un mensaje de un número anónimo llegó a mi teléfono. Lágrimas de rabia naciendo en mis ojos, mis dientes rechinando unos contra otros.

Si no te tengo yo, nadie más lo hará.

- Llamaré a Namjoon, el podrá rastrear su ID.

M I • T Í O • Y • Y O [JIKOOK]🐾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora