Dieciseis

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-¡Sueltame! ¡No te atrevas a tocarme!... Por favor no...- El sujeto quien antes había visto se arrepentía de no haber colocado una maldita venda alrededor de la boca de Jeon.

- ¡Ya cállate de una maldita vez! - el sujeto rugió con enojo - Nadie vendrá por ti ¿de acuerdo?, ahora eres de mi propiedad.

- Jimin... te matará cuando venga. ¡Él no me dejaría aquí!

- Si claro pequeño, como tú digas.- Acercó sus labios a los de Jungkook - Mientras eso ocurre vamos a divertirnos. Ya regreso, espérame de la mejor manera, pequeño.

El sujeto dejó la habitación riéndose de una manera desquiciada por su mala broma.

Ahora Jungkook podía verle claramente, sus ojos al haber descansado luego de que le agredieran sin ninguna venda alrededor se habían recuperado. El tipo que se encontraba en la habitación unos minutos atrás era sólo un poco más alto que él, con cabellos castaños oscuros y unos penetrantes ojos azules.

Jungkook había despertado en una cama, vestido de una manera diferente a la que recordaba estar cuando se desmayó horas atrás. Es que vamos, el tipo le había vestido con unas medias y lencería demasiada atrevida que apenas cubría sus partes. Se sentía avergonzado a más no poder. Indefenso como un pequeño conejito en manos del lobo feroz.



Ahora que el tipo que lo tenía secuestrado se había ido, Jungkook sólo podía llorar. No había encontrado otra manera de calmarse durante las tres otras en las que hubiera preferido seguir inconsciente antes de tener que aguantar las manos de ese tipo sobre su cuerpo.

Jungkook sabía que en cualquier momento Jimin vendría a su rescate. Él lo amaba después de todo, aunque estuviera mal para el resto del mundo. Se idealizó en la idea de que estaría bien mientras esperaba...

O eso quería creer.

•••

Jimin se encontraba en la sala con la mirada fija en la imponente blanca puerta de entrada a su hogar, desesperado por que pronto una delgada figura apareciera por ella. Si bien no se sentía aún en 100% de confianza con esa persona por lo que ocurrió antes de que Hye les declarara la guerra y poco más, pero vamos, hasta se había ofrecido a hacerse una prueba de ADN. Muy en el fondo eso a Jimin el aterraba y dañaba de manera descomunal, ¿y si el niño a quien cuidó y amó más que nada estos años no fuera realmente su hijo?, él podría perder la cabeza, no quería imaginarse su vida sin él. SinJun ocupaba un gran espacio en su corazón y no importaba que, el seguiría estando allí.

Perdido en sus pensamientos mientras pequeñas lagrimas saladas manchaban su bello rostro, estaba pensando demasiado en todo. Estaba tan malditamente aterrado de que no encontraran a Jungkook a tiempo. Tan malditamente asustado. Entonces como si se tratara del timbre para ir a receso en clases que lo esperas tanto para huir del profesor, llegó a sus oídos, salvándolo de sus propios pensamientos. Jimin se colocó de pie como si tuviera resortes en el trasero y fue corriendo a abrir la puerta.

Al abrirla lanzó un suspiro que había estado conteniendo a ver a Yoongi parado allí de manera despreocupada, pero no venía sólo, había otro hombre a su lado, tan alto y serio que logró intimidar a Jimin, quien abrió su boca para protestar en contra de eso pero Yoongi lo detuvo.

- No creas que vendría aquí sin un maldito plan, vamos Park, me conoces. - Se abrió paso en la casa mientras seguía hablando - Este es un viejo amigo, me debe un favor además.

- Hola, soy Kim Namjoon - el de piel acaramelada extendió su mano hacia un Jimin que dudoso la aceptó, estrechándolas.

- Bien ¿y cómo nos ayudarás? - Jimin se encontraba paranoico con todo esto, cualquier persona desconocida era potencial de estar detrás de todo su calvario.

M I • T Í O • Y • Y O [JIKOOK]🐾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora