Lo Intrincado del Destino [Saga Tough 4°]

•Capítulo 2: Hermano

Mark esquivo la zapatilla convertida en proyectil

—¡Acaso estas loca! ¡Tengo tres hijos! —Mark se asomó por encima de la mesa de juntas para ver a su agresora, Miranda ya estaba alzando la siguiente zapatilla cuando Xing apareció en la puerta.

—¿Qué demonios?

—Ni un palabra niño chino, o mi sobrino quedará huérfano antes de dejar de ser un chícharo.

Xing levantó las manos en señal de rendición, así que la pelinegra pudo regresar su atención.

—Vamos Miranda no fue mi intensión

—¡Claro que sí! Me presionaste para llegar a las putas siete de la mañana y vienes como sí nada a decirme que ¡No hay puta reunion! No he tomado una puta gota de café porque tú me hiciste correr aquí

—¿Por qué estás tan irritable? —Mark volvió a agacharse bajo la mesa

—Mi cama estaba bastante caliente pendejo, tuve que correr a un buen trozo de carne de mi lecho para venir aquí idiota.

—¿Y sí te llevó a desayunar? ¿Me perdonaras? —Miranda sonrió

—¿Tu deliciosa mujer estará en el menú? —Mark la fulmino con la mirada, había salido ya de su refugio

—¡Jamás!

—De acuerdo —acepto la pelinegra soltando una risita.

Xing comenzó a reír mientras salía de la sala de juntas, la verdad es que Miranda era todo un caso.

Mark y Miranda salieron de MT Corp para ir al restaurante favorito de la pelinegra.

—Así que ya son la jodida familia perfecta de nuevo —comentó la pelinegra mientras esperaban sus platillos.

—Llevamos siendo tres años la familia perfecta ¿Cómo llevas lo de Kate?

—¿Lo de Kate? —Mark miró a su amiga, las conocía demasiado cómo para que lograran ocultarle algo y sabía que Miranda, al igual que Kate, solía recluirse y dejar a todo mundo fuera, casi pierden a Kate no lo haría con ella.

—Se que nunca la has olvidado cielo, ahora yo podría decirte que es tu turno de dejarla ir y buscar alguien —la pelinegra sonrió

—Metete tu psicología por el culo Turner —Mark se rió

—Sabes que estamos para lo que sea que necesites, incluso Bianca se preocupa por tí.

Esta vez sonrió sinceramente

—¿Tu deliciosa mujer ya me ama? —Mark frunció el ceño, cualquier hombre se sentiría amenazado sí Miranda posaba sus ojos en su mujer

—Bueno, ha tenido tres años para asimilar que no estas tras de mí

—Para entender que tu pene no me interesa —Mark tuvo que escupir el sorbo de café que había ingerido

—Me encanta tu sutileza

—Y a mi tu puto sarcasmo

Continuaron almorzando entre bromas cómo un par de chiquillos.

—Suéltalo Turner —Miranda lo conocía tan bien que sabía que algo le ocultaba algo

—¿Has hablado con Kate? —a la pelinegra se le erizaron los vellos de la nuca.

—¿Esta bien? ¿le pasó algo? ¿El idiota de Thomas le hizo algo? ¡Habla carajo!

—Bianca habló esta mañana con Luke, parece que se armó la gorda el sabado despues de irnos —le contó Mark mientras subían al auto— Alice se dejó caer y... bueno ¿Recuerdas a Ryan? —Miranda asintió— rayos, es tan inverosímil que... parece ser que Ryan Sánchez es hijo de Thomas y Alice.