•Capítulo 3: Reencuentro

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—Estas enojada —Joe miró a su hermana mayor

—¿Tú qué crees? —Miranda estaba furiosa, se sentó junto a su hermano— esa mujer está jodidamente loca, no me chingues Joe ¿Por qué?

El castaño no supo qué responderle, él tampoco entendía cómo había sucedido.

—Ya se que Bryanna no es la mejor, pero...

—Sigue hasta el culo por ella, ya entendí. Sinceramente no sé qué decirte, puedes quedarte.

Miranda se dirigió a su habitación, demasiado agotada como para seguir entrenando a su hermano menor.

Desgraciadamente tampoco pudo descansar pues las pesadillas habían invadido sus sueños.

Todo estaba oscuro, podía sentir el sabor acre del miedo invadir su boca, cada vez se le hacía más difícil respirar, en esos segundos antes de que la luz del pasillo invadiera su habitación siempre deseaba que la muerte viniera por ella, pero entonces, ¿quién lo protegería? Era solo un bebé y solo la tenía a ella.

Miranda despertó con un grito de terror atorado en la garganta, su cuerpo estaba bañado en sudor y sentía el sabor metálico de la sangre en su lengua, no le sorprendía.

El reloj de la mesilla marcaba las cuatro de la mañana, ya no iba a dormir así que se levantó y se metió a la ducha.

Después de secarse se colocó un par de boxers y una playera enorme que le había robado a su hermano, con los años Joe había rebasado su tamaño a pesar de llevarle siete años. Miranda sabía que no podía volver a dormir así que se dirigió a su estudio después de poner la cafetera. Saco los planos y se puso a trabajar.

(...)

Joe despertó por el olor a café, se levantó y sin encender ninguna de las luces camino a través de la casa.

No tardó mucho en dar con el estudio de Miranda, ahí encontró a su hermana podía verla trabajando en el restirador, eran las cuatro de la mañana y sabía que no volvería a dormir.

Sintió un denso nudo en su pecho sabía lo que mantenía a su hermana despierta y se odiaba, se odiaba porque sabía que era por él que había arruinado su vida, pero no podía evitarlo Miranda era su madre en muchísimos aspectos y siempre iría con ella.

Miranda no tenía idea de que él se había enterado de todo , ella había luchado tanto para que él que estuviera bien que no podía hacerle a su hermana.

Había tratado de mantenerse al margen y dejarla ser feliz, pero era su hermana y sin embargo no se había atrevido a confesarle la verdad que el tambien estaba roto, tanto que a palabras de su psicólogo había seguido en patrón común.

Bryanna estaba dañada demasiado para tener un retorno y él también estaba loco por amarla y ahora iban a tener un hijo.

Se quedó ahí mirando a su hermana trabajar.

(...)

Miranda llegó temprano y mucho más despierta, Joe se había ido la noche anterior, por desgracia las pesadillas no.

Trabajo, era trabajo así que ahí estaba, entrando a la sala de juntas donde atenderían a ese importante cliente de Mark.

Con los bolsillos llenos de millones O'Donell quería una enorme y lujosa mansión completamente sustentable, para una persona normal aquello sería solo un sueño, pero para esta persona solo sería una nada para su bolsillo.

Mark ya le había entregado las especificaciones así que había iniciado el diseño, esa reunión sería para conocer los detalles.

—No te preocupes nuestro ingeniero en jefe ya está trabajando en él. El mejor equipo de MT Corp será puesto a su disposición.

Lo Intrincado del Destino [Saga Tough 4°]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora