BOX (H.S)

21

-Así que lo de ayer estuvo horrible, ¿eh?.- inquiere Harry de manera divertida y una sonrisa se estampa en mi cara.

-Ha estado bastante cansado.- me doy media vuelta y contesto indiferente tratando de ocultar la emoción que sentí al escucharlo.

-No ha estado tan mal- dice sin mirarme mientras se coloca unas vendas.- y hoy estará mejor.

¿Hoy? ¿No pensará que entrenaré con él verdad? Después de lo de ayer no me quedan ni pocas ganas de entrenar con él, está loco si cree que lo haré. Además, Connor ya está de vuelta y se supone que entrenaré con él para siempre, ¿verdad?.

-Eh... si, gracias de nuevo.- Doy media vuelta y comienzo a caminar hasta Connor antes de que pueda decirme cualquier cosa.

-¿Estás lista para comenzar?.- Me mira con las manos en la cintura y una sonrisa.

-Olvídalo Calaway, entrenará conmigo.-¿En que momento llegó Harry hasta nosotros? Estaba a punto de asentir cuando habló y no, no lo haré.

Le doy a Connor una mirada de súplica esperando que entienda que no quiero, que prefiero entrenar con él pero solo se limita a asentir.

-De acuerdo- levanta las manos en señal de rendición y se ríe.- te veo después Abby.

Y se va, y me deja con este hombre abusivo que tengo enfrente, ¿para qué quiere que entrene de nuevo con él? ¿Es que quiere explotarme otra vez? No gracias, esta vez yo paso.

Lo veo caminar hasta las cuerdas y toma dos con su mano. Me lanza una y por suerte logro atraparla en el aire.

-A saltar.- Se pone a saltar frente a los espejos sin decir más y comienzo a dudar, quizás debería hacerle caso y ponerme a saltar, no puede ser tan malo...creo. Me debato unos minutos entre irme o no pero al final me rindo.

Dejo las vendas en un estante que tenemos al lado donde algunas personas dejan sus mochilas o toallas para secarse y me coloco junto a él y comienzo a saltar.  Veo nuestro reflejo en el espejo y lo observo saltar; lo hace ver tan fácil, como si no se esforzara en lo absoluto, se mueve de un pie a otro con bastante rapidez y sus músculos se marcan a cada salto. Dios, vaya que se ve bien el día de hoy. Está utilizando unos shorts y una playera negra que al saltar, se le suben las mangas dejándome apreciar sus músculos y sus tatuajes un poco más de lo normal. Si que son bastantes tatuajes y ninguno tiene color pero que a pesar de ello me parecen bastante increíbles, ojalá supiera tengan un significado y no se los haga por pura diversión aunque, lo considero una opción porque digo, ¿quién se tatúa un corazón en el brazo siendo tan carente de sentimientos o compasión?.

Me atrapa mirándolo a través de le espejo y nuestras miradas se cruzan por un segundo pero desvía rápidamente la suya.

Comienzo a saltar con ambos pies, demostrando lo poco hábil que soy con la cuerda. La rapidez de mis saltos no son nada comparado con la de él pero eso no significa que no me canse, apenas llevamos unos minutos ya ya estoy bastante sudada.

-Ya está.- Después de lo que me parecen horas saltando por fin paramos y deja ambas cuerdas en el estante.

Se acerca a mi con las vendas en mano y comienza a enrollarlas por mis manos. El simple roce de su piel con la mía al tomar mi mano hace que se me paren los pelos de punta. ¿Qué tiene este hombre y por qué causa eso en mi? No debe ser así, no ahora, no nunca. No lo permitiré.

Me mete un par de guantes negros y toma un par de colchonetas que se coloca en sus manos. Nos subimos al ring. Y creo que ya sé lo que haremos hoy.

-Asumo que ya sabes cómo va esto. Das cuatro golpes seguidos a mis manos empezando por el puño izquierdo lo más fuerte y rápido que puedas- He visto a múltiples chicos haciéndolo y me siento un poco nerviosa de intentarlo. El sonido que ellos hacen al chocar el puño en la colchoneta es bastante ruidoso y la velocidad con la que lo hacen es aún más impresionante y no se si yo pueda hacer eso pero claro lo intentaré, por una extraña razón no me gustaría quedar mal frente a Harry, de hecho quisiera que se sorprendiera. Pone el pie izquierdo al frente y choca ambas manos haciendo resonar las colchonetas. Las pone frente a mi.- Vamos.