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El camino es bastante silencioso y no dejo de mirar a Harry. Sé que lo nota pero no puedo dejar de hacerlo. Me siento más que molesta con él, no puede forzarme a hacer lo que el quiere, así no funcionan las cosas y no es como quiero que funcionen. La emoción que sentí cuando me hizo la invitación o lo que creía que era una invitación, se ha esfumado por completo. De alguna manera Harry siempre se las ingenia para arruinar las cosas. Recuerdo cuando fuimos por esas hamburguesas deliciosas y como arruinó todo cuando me dejó sentada, claro que después se puso mejor pero estuve a punto de irme y, él terminó burlándose porque pensó que me iría en su auto. Y ahora está manejando el mío. <<Está manejando mi auto>>.

-No puedes manejar mi auto solo porque quieres.- me da una mirada fugaz y una sonrisa se estampa en su cara.

-Nena, es muy tarde para que digas eso.- coloca ambas manos en el volante y conduce relajado. La forma en que ha dicho eso, solo logra hacer que mi corazón se acelere.

-No puedes tomar mi auto solo para forzarme a ir contigo.- Lo digo bajito pero no lo suficiente porque logra escucharme.

-No habrías venido de otra manera.- levanta sus hombros. Lo dice tan tranquilo, como si la situación le pareciera graciosa. ¿Cómo está tan seguro de eso? Yo si quería ir, en un principio.

No sé si habría ido con él de no ser así, probablemente no. Por la pequeña discusión que tuvimos sé que mi orgullo no me lo hubiese permitido.

Quiero reprenderme a mi misma por el comentario que hice sobre la chica con la que lo vi en los baños pero la verdad es que no puedo evitar pensar qué tipo de hombre es Harry. Definitivamente no es un secuestrador, creo que si fuese a hacerme algo malo, ya lo habría hecho. Aunque eso no logra quitarme el miedo por completo. ¿Qué clase de chico es? No lo conozco lo suficiente para saberlo pero, pero parece que no está acostumbrado a que le digan que no. Siento que es uno de esos mujeriegos que puede tener a la chica que quiera, cuando quiera.
Yo seré la excepción.

-Para el auto.- le digo firmemente y lo miro con un ceño fruncido.

Para mi sorpresa, levanta los hombros y lo hace. Se frena en seco y tengo que sostenerme de la parte del auto que tengo frente a mí para no estampar mi cabeza en el parabrisas.

-¡¿A caso estás loco?!- Lo miro con los ojos bien abiertos y él solo se limita a sonreírme y levantar sus hombros con aire despreocupado. <<Claro, como a él no se le salió el cuello de su sitio.>>- pude haberme lastimado.

Me toco el cuello con suavidad y miro de reojo a mi alrededor. Estamos afuera de mi casa. ¿En qué momento nos dirigimos aquí?. Probablemente estaba tan absorta en mis pensamientos que no noté hacia dónde se dirigía.

-Pero no lo hiciste- me mira sin preocupación alguna y luego devuelve la mirada al frente.- tienes que cambiarte, lo que traes puesto no es adecuado.

No puedo evitar reírme sarcásticamente con su comentario. ¿Y lo que él trae si lo es? Sigue utilizando su ropa deportiva al igual que yo, pero me molesta la forma en que me lo dijo. Como si él estuviese tan presentable en esos grandes shorts.

Sé que quiere que me baje y me cambie pero ¿y él?. ¿Qué hará mientras me cambio? ¿espera que lo deje pasar?, ¿o peor aún, qué tal que desaparece y se roba mi auto?. No creo que lo haga pero su repentina actitud ha dejado mucho que desear.

-¿Qué hay de tu ropa?.- le cuestiono. No es como que el vaya a irse así, ¿verdad?.

-Sólo entra ahí y cámbiate- dice con demasiada dureza y sin siquiera mirarme.- tienes diez minutos.

¿O si no? ¿Si no qué?. Mi pulso comienza a acelerarse y una mala sensación recorre todo mi cuerpo. Ya no quiero ir con él, no quiero salir con él. De pronto mi actitud desafiante reaparece. No lo conozco en lo absoluto y heme aquí, sentada en el asiento de copiloto mientras él maneja MI auto, tratando de matarnos y además forzada a cenar con él. Esto no es lo que quiero. A mi nadie me habla así.

BOX (H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora