The Boy In The Attic [h.s] •En Proceso•

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Capítulo 10 (parte 2)

Nota: incluye spoilers de The Walking Dead, lee bajo tu propio riesgo.

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—Rose, ¿estás allí?— la voz de Charlie resonó mientras se escuchaba el golpeteo desde debajo.

Suspiré en frustración. En ese momento no había tiempo de abandonar tan profunda conversación, incluso si yo era la única que estaba hablando más. Harry estaba a punto de decirme información la cual había estado esperando escuchar en las últimas dos semanas.

—No hemos terminado aquí.

Harry dubitó al mirarme mientras me levantaba de la cama, aún mirándolo. Sonrió levemente pero parecía una sonrisa forzada mientras se recargaba de vuelta en la cama.

— ¿Cuándo lo haremos?— preguntó en cuanto abría la puerta que daba a las escaleras y comenzaba a bajarlas con cuidado, tratando de no hacer mucho ruido hacia Charlie.

—Cuando regrese aquí, así podrás leer el siguiente capítulo de nuestro libro.

Harry asintió levemente en respuesta y tomé eso como señal para irme. Mis pensamientos inundaron a que podría haberse referido mientras continuaba bajando las escaleras y las regresaba con cuidado a su lugar. Tampoco hice el error de dejar la puerta del clóset abierta.

—Un minuto.— dije hacia Charlie mientras suspiraba en frustración. Comenzaba a molestar el hecho de que haya escogido este momento para venir a tocar a mi puerta constantemente. Si su excusa era algo completamente estúpido, lo iba a matar.

— ¿Necesitas algo?— forcé una sonrisa mientras abría la puerta y me encontraba con sus azules ojos. Me brindó una sonrisa sincera y me sentí un poco mal de que la mía fuera falsa, como aquella vez en que mi tía comenzó la dieta y perdió 16 kilos. Todos sabíamos que se había realizado una liposucción.

—Uh, me preguntaba...— Charlie tartamudeó, una pequeña pizca de rubor en sus mejillas me hizo sonreír. Era tierno, definitivamente tierno.—Estaba aburrido y quería saber si te gustaría ver algo en la televisión conmigo.— sonreí hacia él, olvidándome de Harry por un momento. En el momento, no parecía extraño entre nosotros.

—Claro.— sonreí.

— ¿Te importaría si la vemos en mi habitación?— Charlie preguntó mientras salía al pasillo junto a él y cerraba la puerta de mi habitación. Dudé ante su pregunta pero de nuevo, aprecié que fuera lo suficientemente considerado como para preguntarme.— Tu mamá, Lisa y Conner están viendo Diario de una Pasión abajo.— me informó. Supuse que estaba dubitativo ante su propuesta. Aunque reí ante su comentario, preguntándome por qué no estaba él con ellos.

— ¿No llevaste tus pañuelos?— molesté.

El rodó sus ojos ante mi comentario y sonrió al mismo tiempo.

—He visto esa película demasiadas veces, gracias.— levanté mis cejas hacia él, anonadada.

— Oh ¿en serio? ¿Eres un loco romántico o un idiota sin corazón?

Él rió y se cruzó de brazos mientras se paraba delante de su puerta. Estaba ya abierta y mis ojos exploraron el interior antes de que regresaran a él, esperando por una respuesta. Tosió un poco raro, mirando su habitación como yo acababa de hacer.

—El final es triste, ¿está bien?

Con eso, entró en su habitación sin mirar si yo lo seguía detrás. Me detuve un momento mientras mis pies rozaron el marco de entrada. ¿En realidad quería entrar a su habitación y ver la tv? Parecía algo común y corriente, pero en las últimas dos semanas las cosas han cambiado.