The Boy In The Attic [h.s] •En Proceso•

|1.5|

Capítulo 2 (parte 1)

—Diablos—dijo Harry, mientras sus dedos recorrieron la piel de mi mejilla y ambos brincamos hacia atrás en asombro. Él rió con incredulidad antes de alzar su mano para tocarme otra vez, pero yo me alejé—. ¿Qué pasa?—preguntó, alzando ambas cejas en confusión.

—Uh, es que—me atoré con las palabras—. Es sólo que esto es muy extraño y yo... yo necesito irme—tropecé con mi propio pie mientras me giraba y caminaba de vuelta a las escaleras para salir del armario.

—Espera—Harry me llamó por detrás, y antes de que supiera lo que estaba pasando, sus dedos sujetaron mi muñeca y me jalaron hacia él—. Regresarás, ¿verdad?—su pregunta fue algo que no había considerado todavía porque siendo sincera la respuesta es sí, y lo ha sido desde el momento en que giré el pomo de la puerta. Lo miré, aún sosteniendo la respuesta para ver su reacción.

Sus pálidos ojos han dejaron la intensa mirada sobre los míos y fueron dirigidos hacia donde su mano sujetaba con seguridad mi muñeca. La manera es que su expresión facial fue dibujada me hizo pensar que él estaba tratando de descifrar como eso era posible.

—Tal vez puedas tocar a cualquiera—dije, ignorando su pregunta anterior—. Estoy segura de que no soy especial—traté de pensar que otras cosas decir para obtener su atención mientras el continuaba observando a donde nuestros cuerpos se tocaban, pero el agitó su cabeza antes de volver a hacer contacto visual conmigo.

—No, no, estuvo este agente de bienes raíces que vino a vender la casa hace algunos años y la familia quería ver el ático. Tu sabes por espacio y esas cosas—negué con la cabeza mientras él me miraba por una respuesta—. Bueno, el padre era un completo idiota y le gritaba a su pequeño hijo cuando ellos vinieron aquí, así que traté de darle una bofetada por detrás, pero nada pasó. Mi mano pasó justo a través de él y el pequeño niño terminó viéndome, así que la madre dijo que ellos verían una casa diferente porque los pensamientos de un fantasma atormentando a su bebé eran mucho para soportar.

—Oh—murmuré, mirando lejos de sus pálidos ojos hacia el sucio suelo debajo de mis pies.

—Sí...—Harry arrastró torpemente.

—Rose, ¿sigues ahí?—una voz me llamó desde la planta baja y supe que era mi madre, mientras saltaba sorprendida.

—I... Iré en un momento—mascullé, girándome por segunda vez y mirando hacia los escalones.

—¿Te veo después?—Harry me preguntó mientras se inclinaba sobre sus rodillas para asomarse hacia la abertura.

—¿No atormentarás toda la casa como un fantasma normal?—pregunté con claro sarcasmo en mi voz. El rió ante mi comentario y negó con su cabeza.

—No realmente, estoy atrapado aquí.

—Oh—mascullé, asintiendo con mi cabeza, decidiendo mantener la respuesta para después.

—Pero volverás, ¿verdad?—Harry me preguntó impacientemente mientras yo comenzaba a bajar por las escaleras. Sus ojos parecían suplicarme mientras él me miraba atento.

—Sí, volveré después—le sonreí y cerré la puerta detrás de mí.

Suspiré después de que Harry desapareciera detrás de la puerta de madera, salí del armario y cerré las puertas de este. Y como si fuera una señal, mi madre entró en la habitación, sosteniendo artículos de limpieza en sus manos.

—¿Tocas?—resoplé molesta.

—Bueno tenemos un largo día por delante y esta casa es muy grande. Nos va a tocar a todos limpiarla—ella me miró mientras me entregaba lo que sostenía en las manos—. Creo que es hora de que empieces a hacer las cosas por ti misma.