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Capítulo 9 (parte 2)

—No te he visto desde el miércoles por la tarde. —Harry dijo, como si yo hubiera perdido de pista el tiempo. Que con toda honestidad, realmente lo había hecho. La escuela y cantidad de trabajo que había tenido en los últimos días me habían consumido.

Pero asentí con mi cabeza ante su declaración, así como dejarme caer sobre la cama. Siguió mi camino y se sentó en su ahora habitual asiento sobre el borde, cerca de mis pies. Sus pálidos ojos buscaron en mi rostro una señal de lo que iba a decir.

—Apenas es viernes. —dije con indiferencia.

—Sí, lo que hace como ¿tres días? —sonrió, cruzando sus brazos sobre su pecho y poniendo su espalda contra la cama. Yo descansaba la parte de atrás de mi cabeza contra la cabecera mientras miraba abajo hacia él. No tenía ese tipo de sentimientos hacia él, pero incluso al momento, era bastante atractivo.

Como todos los días, tomé un momento para mirarlo. No de manera pervertida, sino para ver lo que llevaba puesto y tratar de adivinar su estado de ánimo con su lenguaje corporal. Su sonrisa descarada apareció en todo su rostro cuando me miró y me hizo soltar una sonrisa.

Pero pronto rodé mis ojos, principalmente para romper el contacto visual. Dejé mis ojos viajar hacia su torso y tomar en cuenta su camisa roja de manga larga con estampado escocés. Tenía los puños doblados hacia arriba, la tela parecía gastada y sucia.

Una parte de mí se preguntaba si posiblemente podría haber sido la ropa conque lo enterraron ya que era la que usaba la mayoría del tiempo, pero no podía dejar que mi mente aceptara el hecho. Pensar en cosas como esa me hizo sentir una sensación extraña la cual me asustó.

Realmente me aterrorizó. Especialmente las imágenes que vinieron a mi mente.

Me aventuré por sus largas piernas, el mismo par de jeans desgastados complementaba su atuendo. En lugar de las botas marrones de andrajo que había estado usando últimamente sus pies portaban ahora calcetines blancos, una par que parecían un poco demasiado grandes para él.

Él no me cuestionaba como Charlie o cualquier otra persona mientras el silencio se dibujaba, así que continué examinando su aspecto. Al principio se me hacía un poco extraño mirarlo por incluso la menor cantidad de tiempo.

Pero ahora lo hago con curiosidad y maravilla pura. Mientras el mismo sentimiento de no saber nada se deslizaba en mi mente cada vez que entraba en el ático y siempre me dejaba con ganas de averiguar al menos una de las muchas piezas del puzzle.

Lamentablemente, no parecía suceder todavía.

— ¿Terminaste ya? —Harry sonrió, obviamente disfrutando de tener mis ojos sobre él. Me reí ligeramente ante su observación y miré lejos por un momento, con mis ojos buscando algo con qué golpearlo. Aterrizaron en una almohada a mi lado.

La recogí rápidamente con una amplia sonrisa en mi rostro y lo golpeé en el hombro con ella. Él rodó sobre su lado hacia mí y sus largos brazos se extendieron hacia la almohada y tiró de mi agarre. Sonrió maliciosamente cuando la sostuvo en sus manos y luego la arrojó detrás de él.

—Vas a pagar por ello.—remarcó.

Mis ojos se ensancharon y antes de que pudiera registrar el pensamiento de alejarme de él, sus manos ya estaban envolviendo todo su perímetro a mi alrededor. Comencé a reír incontrolablemente cuando comenzó a hacerme cosquillas a mis lados y detrás de mi oreja, un lugar que nadie sabía era mi debilidad.

—Harry. —me reí, empujando su pecho con mis manos. Me ignoró mientras giraba nuestros cuerpos alrededor para que yo quedara debajo de él, con mi espalda contra la cama. Sus largos dedos continuaron haciéndome cosquillas, me hizo reír aún más fuerte hasta que ya no pude resistirme.

— Por favor, detente. —bromeé, mirando hacia su cara sonriente. Sus ojos verdes estaban llenos de humor y alegría cuando me miró. Sus rizos desordenados habían caído de su melena y ahora estaban esparcidos a través de su frente.

Usé la mano que no empujaba contra su pecho para remover los suaves mechones de cabello y tirar de ellos hacia atrás.

—Gracias. —sonrió, sus dientes se hundieron en su labio inferior con cuidado.

—De nada. —murmuré en respuesta antes de darme cuenta de la situación incómoda que teníamos. Si no hubiera sido por el hecho de que lo había notado, algo podría haber ocurrido.

Pero viendo la posición en la que estábamos y la cercanía de nuestros cuerpos, sentí que me faltaba el aliento y mi garganta comenzó a secarse. Mis ojos se ensancharon involuntariamente al pensar qué podría haber sucedido y mi cuerpo comenzar a moverse, con ganas de levantarse.

Aunque Harry estaba haciendo exactamente lo contrario. Mis movimientos se congelaron cuando me di cuenta que él estaba doblando los codos y lentamente inclinaba su torso hacia mí. No sabía exactamente cómo responder a su acción mientras me mantenía bloqueada con su mirada.

Tartamudeé las palabras de mi boca sin pensar y no sé si me alegré o decepcioné cuando detuvo sus movimientos. Todo lo que pude pensar fue que él había dicho que los odiaba a comienzos de la semana y no podía esperar para contarle lo que había visto.

—Vi una película de zombies. —dije, haciendo que su cuerpo se congelara en movimiento.

Y a pesar de que lo que había sucedido era extremadamente serio como mi declaración, nada podía igualar su rostro.

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Aquí les dejó su capítulo después de una mes jaja, gracias por esperar y perdón por la tardanza. Al fin terminé el semestre así que tendré mas tiempo de subirles (:

Liv.

The Boy In The Attic [h.s] •En Proceso•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora