Narra AnaCuando me largué de casa después de lo que me había soltado Miriam, caminé sin ningún rumbo. Agoney vino corriendo detrás mía y me paró. Cuando estuve enfrente de él, me lanzé a sus brazos y rompí a llorar. Él me acarició la cabeza con delicadeza y me abrazó de vuelta, pero con mucha más fuerza. Al separarnos, me cogió la cara entre sus manos, secando mis lágrimas con sus pulgares, y me beso en la frente.
Joder, que suerte tenía de que fuese mi primo.
-¿Qué ha pasado, primita? ¿Quieres hablar de ello? - preguntó mi primo preocupado.
-Llévame a casa, por favor... - dije en un hilo de voz.
Él asintió con la cabeza y entrelazó su mano con la mía. Llamó a un taxi, que no tardó en venir. Nos sentamos en la parte trasera del coche y apoyé mi cabeza en su hombro. Ago giró su cabeza y me dio un beso en la mejilla. Agradecía que esperase hasta llegar a casa para contarle todo.
No tardamos en llegar. Nos despedimos del taxista y subimos corriendo a nuestra casa. De nuevo mis tíos no estaban, por lo que estábamos solos. Nos metimos en mi habitación y me tumbé en la cama. Mi primo se sentó en el borde de mi cama, al lado mío. Me miró ladeando la cabeza y yo me incorporé y me senté correctamente.
-¿Qué ha pasado, Ana?
Suspiré, creo que no estaba preaparada para volver a pensar en lo que había pasado.
-No lo sé exactamente. Ya no sé que pensar.
-Intenta explicarte, Ana. Así no voy a poder ayudarte, ni Miriam me ha querido contar.
-Es que no sé. Hay días que parece que Miriam esté loca por mí y no se quiere separar, pero luego hay otros en los que me ignora.
-Amiga, ella es así.
-Ya, pero me molesta. ¿No se puede aclarar?
Agoney rió y se encogió de hombros. Rodé mis ojos y le miré, seria.
-Vale pero, ¿me puedes decir qué ha pasado esta mañana?
-Bueno, esta mañana casi follamos.
-¿¡Qué!?
-Bueno, a ver, no exactamente. Tan solo nos estábamos toqueteando y tonteando un poco... Después llamaron al timbre y fui a abrir. Era el hermano de Miriam. Me contó que venía a decirla que fuera un día a casa, que sus padres estaban preocupados. Creo que discutieron, porque su hermano se fue un poco enfadado y disgustado a la vez. Fui a verla e intenté que me contara algo de aquel tema. Creo que no debí preguntarla porque enseguida me atacó. Discutimos y... Me dijo que no me necesitaba, que no era su amiga y que lo de antes había sido un calentón sin sentido...
-Joder, Miriam se ha pasado.
-No, en realidad tiene razón. Nos conocemos desde hace unos días, no soy su amiga.
-Ana, - dijo mi primo cogiéndome de las manos. - no la hagas caso. Sé de sobra y conociéndola que para ella eres su amiga, aunque ella te diga lo contrario.
Suspiré y le miré con los ojos llorosos. Haber recordado aquella escena me había dolido mucho.
-Yo solo quería ayudarla con su familia, Ago, nada más.
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Sentimientos Encontrados | Wariam
Roman d'amourDespués de que Ana pasara un mal año: sus padres se divorciaran, se enterara de que su novio le había engañado con otra, repetir curso... Decidió que no aguantaba más allí, en Canarias y se mudó con su primo Agoney a Barcelona. Pensó que le vendría...