Narra AnaMe dormí abrazada al cuerpo desnudo de Mimi. Abrí un poco los ojos y vi que Mimi tenía una bonita sonrisa en sus labios. La besé con dulzura mientras acariciaba su mejilla con una mano.
-Amor, despierta. - susurré.
Mimi hizo un pequeño sonidito muy adorable, negó ligeramente con su cabeza y se acurrucó más a mí.
-No quiero.
Sonreí tontamente y le di un beso en la mejilla. Mimi sonrió y me besó, colocando sus piernas a cada lado de mi cintura y poniéndose encima mía. Mientras me besaba, enredó sus dedos en mi pelo y los acarició tiernamente.
De repente me vino a la cabeza la noche en la que Miriam y yo nos besamos por primera vez. Recuerdo como me besaba lentamente, dándome todo el amor que ella sentía por mí. Enredó sus dedos en mi pelo e intercaló besos en mis labios y mi cuello. Aquello fue una maravilla, un sueño, y ahora sentía cierta nostalgia porque, quisiese o no quisiese, me encantaban los besos de Miriam, pero sobretodo me encantaba ella.
Pero yo quería a Mimi, ¿no?
Abrí los ojos y aparté a Mimi levemente. Ella me miró extrañada mientras me sentaba en el borde de la cama, dándole la espalda. Me pasé las manos por la cara. ¿Cómo podía acordarme del beso de Miriam mientras estaba besando a mi novia?
Mimi gateó por la cama y se acercó a mí lentamente.
-Banana, ¿te pasa algo?
La miré y sonreí tristemente.
-Tranquila, amor, estoy bien. Es solo que me duele un poco la cabeza. Creo que lo mejor es que me vaya y descanse un poco en casa.
Me levanté de la cama y me vestí, cogiendo las prendas de ropa que Mimi me había quitado y había tirado al suelo.
-Si quieres te doy un ibuprofeno. - dijo Mimi levantándose y vistiéndose también.
-No, Mimi, por favor. Me voy.
-Pero si no pasa nada.
Me acerqué a ella y cogí su cara entre mis manos.
-Déjalo, ¿vale? - susurré. - Gracias por preocuparte por mí, pero ya va siendo hora de que vuelva a casa.
Mimi asintió con tristeza en su mirada. Sonreí y me despedí de ella con un beso. No tardé mucho en salir de su casa y llegar a la mía.
Agoney ya estaba despierto y cuando le miré, él sonrió pícaramente.
-Veo que "las tardes" con Miriam se han convertido en "las noches" con Miriam.
Abrí los ojos y me sonrojé al escuchar a mi primo. Después, empecé a negar con la cabeza.
-¿Habéis estudiado mucho? ¿O habéis preferido hacer otras cosas?
-¡Agoney! Te recuerdo que Mimi sigue siendo mi novia. Además, anoche no estuve con Miriam, dormí con Mimi.
-Pero eso no quiere decir que hayas dormido con la leona una noche... - dijo con una mirada pícara.
ESTÁS LEYENDO
Sentimientos Encontrados | Wariam
RomanceDespués de que Ana pasara un mal año: sus padres se divorciaran, se enterara de que su novio le había engañado con otra, repetir curso... Decidió que no aguantaba más allí, en Canarias y se mudó con su primo Agoney a Barcelona. Pensó que le vendría...