La Bitacora de Jehan [Completa]

París de Blanco

"¡HA NEVADO!" dejó escrito en su bitácora el sábado 16 de diciembre y de un salto corrió al escritorio a escribirle a su madre y contarle que esa mañana al despertar, todo París se pintaba de blanco y es algo que no dejaba de decirle al felino que asomado por la ventana no dejaba de maullar, parecía alerta y anunciando que algo había cambiado, le sonrió con ternura y siguió escribiéndole a su madre, contando que Dante estaba patidifuso, ni siquiera entendía o asimilaba lo que ocurría y le narraba con detallada descripción lo que hacía el felino que cargó tras escribirle a su madre que lo llevaría abajo a ver cómo reaccionaba al contacto y al volver le contaría como estuvo

Metiéndolo entre su abrigo, bajó y sonrió a la casera que frunció el ceño al verle, al menos ya le tenía manía por raro, por lo que no encontró sospechoso que bajara con un abrigo tan abultado, por lo que Dante paso desapercibido. Salió y la fuerte y fría briza le recibió golpeándole el rostro, obligándose a inhalar al sentir el cambio tan radical, sonrió y con cuidado apartándose de la entrada, sacó a Dante que tembló en su sitio y se aferró con sus garras al abrigo cuando intentó ponerlo en la nieve

-No seas cobarde, Dante- insistió esforzándose por soltarlo, pero el felino daba lucha- haz bajado al infierno y lo narraste a todos, sin tener represarías de Lucifer, no puedes temerle a un poco de nieve- bromeó con su nombre tomándolo del espinazo y halando para que lo soltara, pero no había forma o eso creyó- al menos una patita- insistió poniéndose de cuclillas para hacerlo tocar la nieve- esto va a caer cada año, tienes que acostumbrarte, además, es hermosa- regañó cuando le vio recoger la pata- la cola entonces- condenó cuando un copo de nieve le cayó al felino y se quedó inmóvil, justo ahí aprovechó para soltarle y ponerle en la nieve de cola- ves, no fue tan difícil- prometió cuando le vio saltar ante el frio y quedar de pie en la nieve arqueando el espinazo, berreando y con la cola parada- dramático- acusó sentándose a su lado- ¿ves? No pasa nada- explicó viendo caer los copos- Grantaire debería pintar esta vista- le comentó al felino que tiritaba como para apiadarse de él y cargarle envolviéndole en la bufanda- debemos pensar en regalos para ellos, en especial a Grantaire, lleva meses cuidando de ti, no podemos darle cualquier cosa en navidad- le explicó y el felino recogiendo las patas solo lo miró- aún hay tiempo, pero toda idea es aceptada, si se te ocurre alguna, solo dila- bromeó levantándose para ir al piso de Grantaire a dejar a Dante con él, de nuevo

Y aquella hermosa sensación de alegría, ensoñación y magia que vio en los copos de nieve, se fueron tornando en pesadilla, dolor y agonía al marchar hacia el piso de Grantaire. El idílico mundo quedaba atrás y ante cada paso, Jehan veía personas amontonadas para evitar el frío, se apiadó y a la vez, pensó en Feuilly y hasta en el mismo Grantaire antes de sobresaltarse al sentir que alguna mujer tomaba con fuerza su abrigo pidiendo por dinero, se soltó por instinto y retrocedió acelerando paso. Ese recorrido lo hizo con la vista fija en el suelo, la mágica nieve de trineos, chimeneas, regalos, ponche, música y juegos, se convertía en frío, enfermedades, dolencias y desespero y con esos sentimientos contradictorios llegó al piso de Grantaire y llamó

-Jehan- saludó con sonrisa amplia y al parecer bebido- entra que se me hielan los huevos- renegó frotándose los brazos pese al abrigo puesto- ponte cómodo pero no tanto, te puedes helar, no hay calefacción, así que es mejor mantenerte en movimiento- advirtió al captar la mala idea que sería sentarse por horas- ¿un brandy?- negó- ¿seguro? Te ayudará a entrar en calor, dijeron arreglarlo hoy, pero no lo creo- juró sirviéndose otro- ese maldito frio no dejaba dormir, así que desperté temprano y ¡voila!- presentó su última obra de arte- casi me quedo congelado frente al caballete, cuando fui a levantarme, casi me quiebro- burló y Jehan desvió la mirada hacia la ventana abierta

-Deberías cerrar- propuso y extrañado se acercó cuando Grantaire le negó- ¿por?

-Necesito ese aire, me congela el maldito, pero es adictivo, además, mira esto- pidió y girándolo lo hizo ver hacia la derecha- espera, espéralo- insistió en voz baja sosteniéndole de los hombros; atento y expectante Jehan esperó- ahí está- juró al ver suavemente el sutil desliz de las cortinas moverse antes de entrar la verdadera ventisca con algunos copos de nieve y remover con fuerza las cortinas en un baile entre la delicada tela con el viento, mientras los copos levitaban y finalmente caían permitiéndoles exhalar y recobrar el alma después del majestuoso evento- debiste ver el amanecer, se cristalizó el hielo en la ventana y el juego de luces que dejaba, fue el fondo- concluyó volviendo la vista al cuadro de la pareja de bailarines con fondo grisáceo contrarrestado con gris y blanco con suelo de cristal tal como los copos habían hecho- al menos casi está terminado, un par de bailes más y podré cerrarla- admitió entusiasta por el alcohol, frotándose las manos y exhalando el vaho en ellas