Español || Fillie (EN EDICIÓN)

17

Millie se encontraba sentada, con sus piernas cruzadas, sobre el piso de la habitación de Finn. Siempre le pareció un lugar muy cómodo, a pesar de ser duro. Tenía su libreta en las manos, leía lo que había escrito la noche pasada, lo que le enseñaría ese día a Finn.

Mientras ella estaba concentrada leyendo, el pelinegro no dejaba de mirarla, solo apreciaba lo bella que se veía la chica. ¿En que momento esa chica se había vuelto tan importante para el? No lo sabía.

—Finn, ¿Puedes dejar de mirarme? —Preguntó la chica sin levantar la mirada de su libreta.

—No, lo siento. No tengo intención de despegar mi vista de ti. —Dijo Finn con una sonrisa.

La castaña solo sonrió y viró los ojos. Pasaron unos cuantos minutos, y Millie por fin termino de leer sus apuntes, cerró y libreta y la puso sobre la cama de Finn.

—Bien, el día de hoy te enseñaré a escribir en español.

—Eso ya me lo habías enseñado. —Se quejó el chico.

—Si, pero fue una clase corta y no te enseñe casi nada.

—Pero....

—¡Cállate, yo soy la maestra! —Dijo Millie.

—Si, si. Tranquila.

Millie busco entre su mochila una libreta que había traído para Finn, en cuanto la encontró, se la dio, sería la libreta que el pelinegro usaría para la clase de Millie.

Comenzó con oraciones sencillas, como: "Tengo hambre", "Quiero dormir" etcétera. Finn tenía algunas faltas de ortografía, algo obvio, pues el chico estaba escribiendo en un idioma que no era el suyo, tenía la ventaja de que el abecedario fuese prácticamente el mismo, a excepción de algunas letras. De igual forma, para el era difícil.

Millie de vez en cuando lo ayudaba con alguna letra que le faltase a su oración, no quería darle mucha ayuda, pues durante el examen de la clase de Español, ella no podría ni mirarlo.

Una vez que el chico termino de escribir las 10 oraciones que Millie le había dicho, le paso la libreta a la chica, para que ella revisase y corrigiera lo que había que escrito. Millie tomo asiento a un lado de Finn, y comenzó a corregir los errores y dejó una pequeña explicación, en inglés, de porque estaba escrito incorrectamente. La chica volvió a pasarle la libreta a Finn.

—Ohh, ahora entiendo. —Dice el pelinegro mientras lee las pequeñas notas de la chica.

Ahora todo tenía un poco más de sentido para el chico, las notas de Millie habían ayudado. El pelinegro soltó un suspiro y se recostó en la cama.

—El Español es muy difícil.

—También lo es el Inglés. —Dijo la castaña recostándose a su lado.

—¿Crees? —Preguntó girando su cabeza para ver a la castaña.

—Claro, para mi siempre fue difícil.

—¿Y lo sigue siendo? —Preguntó el chico con curiosidad.

—No, ya no tanto.

Hubo un momento de silencio y en ese momento, Finn se dedicó a jugar con el cabello de Millie, era demasiado suave. La chica solo miraba el techó.

—¿Cuanto tiempo llevas con Madison? —Preguntó la castaña.

—No lo se, creó que dos años. —Dijo desanimado. —Dos malditos años...

—Es... mucho tiempo.

—Demasiado diría yo. —El chico se quedó callado por unos segundos. —No puedo creer que he estado con esa chica por dos años.

—¿Crees que en algún momento, si jamás me hubieses conocido, te hubieras podido enamorar de Madison?

—¿Por qué la pregunta? —Finn frunció el ceño.

—Simple curiosidad. —Mintió.

—La respuesta es no. Jamás me hubiese enamorado de Madison. Se a lo que viene esa pregunta, también se que sigues creyendo que tu eres la causante de las discusiones que tengo con Madison, pero no es así. Madison siempre fue así, es por eso que jamás podría enamorarme de ella —Las palabras de el chico habían logrado tranquilizar a la castaña. —y mucho menos ahora que te conozco a ti.

Finn puso su mano en la mejilla sonrojada de la castaña y la acarició.

—A veces pienso que yo destruí tu relación con Madison. Que antes de que me conocieras, tu y Madison eran el uno para el otro y yo... yo solo llegue a destruir una perfecta relación. —A Millie se le empezaba a quebrar la voz.

—No, linda. Entre Madison y yo, jamás hubo algo "perfecto". Y eso es algo que le puedes preguntar a cualquiera en la preparatoria. Madison y yo siempre peleamos en medio de los pasillos y no es por llamar la atención, ella empieza la pelea, yo intento calmarme y no tomarle atención, pero me provoca.

Millie tenía los ojos cristalizados, estaba apunto de llorar. A pesar de lo que había dicho Finn, ella seguía creyendo que era la causante de sus discusiones.

—No llores, preciosa. Tu de lo único que eres culpable es de haber robado mi corazón y hacerme feliz. —Dice el chico, para después abrazar a la castaña.

Millie correspondió a su abrazo, mientras las lágrimas caían por sus mejillas. Se quedaron así por algunos minutos hasta que la chica se tranquilizó.

—¿Por qué no podemos estar así siempre? —Preguntó el chico, aún abrazando a Millie.

—Porque tienes novia, Finnie. —Le recordó Millie.

—Si tuviese más valor, ahora mismo llamaría a mi padre y a Madison, terminaría con ella de inmediato. Pero no soy más que un estupido.

—Esta bien, Finnie. No seas tan duro contigo, llegará el momento en que puedas hacerlo. Mientras tanto, estaré aquí, contigo, te esperaré lo que sea necesario. —Dice la castaña jugando con los rizos de Finn. —No es correcto que te diga esto, pero de igual forma lo haré... Te quiero, Finn.

—También te quiero, mucho más de lo que te imaginas.

Finn quería besar a la castaña en ese precisó momento, pero como Millie lo había dicho: "No es correcto". Llegaría el momento en que sería correcto poder besar a la castaña cuántas veces quisiera y esperaría por ello el tiempo que fuese necesario.

Pronto habrá drama, mucho drama ahre.
Cambie de teléfono a un iPhone y no tengo los lindos corazoncitos esos :( alv, no habrá más corazones jsjsj.

Si te gustó, te agradecería que me regalarás una estreshita :3.

Gracias por perder un poco de tiempo leyendo esto~