Español || Fillie (EN EDICIÓN)

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Dedicado a -ItsMafe- quién me dio el capítulo entero, yo solo escribí, espero que te guste, beba <3.

(No reproduzcan la song hasta que yo les diga, hijos de su mamá :3)

Era un sábado por la mañana. Millie recién despertaba y, al abrir sus ojos, se encontró con Finn, quien aún seguía dormido. La chica lo miro con ternura y lo abrazo, intentando no moverse tanto, no quería despertarlo.

Millie, después de su larga noche de películas que tuvo con Finn, se había quedado a dormir en casa de el chico.

Pasaron tan solo unos segundos, hasta que el chico despertó.

—Buenos días, linda. —Sonrió. —¿Tienes mucho despierta?

—Buenos días. No, no mucho.

—¿Por qué no me despertaste?

—Te veías lindo durmiendo. Eres demasiado tierno, Finnie. —Dijo ella riendo.

Permanecieron unos minutos más recostados, hasta que Millie decidió levantarse, moría de hambre. La castaña se levantó de la cama y Finn imito su acción.

—Tengo hambre, bajemos a comer. —Dijo el pelinegro, cambiando de tema.

Millie asintió.

Ambos chicos bajaron y se dirigieron a la cocina. La castaña abrió el refrigerador, buscando algo de comida.

—No hay mucho que hacer con esto... ¿que nunca vas al supermercado?

—¿A dónde? —Preguntó Finn, ladeando la cabeza.

Millie miro con sorpresa a Finn. —Olvídalo, luego iremos. Ahora, a preparar algo para desayunar.

La chica comenzó a sacar cosas del refrigerador y Finn solo la miraba sin entender lo que haría. En el momento en que Millie comenzó a hacer una mezcla de harina, huevos y leche, en chico prefirió alejarse lentamente, pues sabía que si se quedaba ahí, la castaña lo pondría ha cocinar y el no sabía ni encender la estufa.

Millie se giró y vio a Finn, tratando de escapar, rápidamente, lo tomó de la mano y lo llevó a donde estaba la estufa.

—Tu no te vas. Se que eres pésimo cocinando...

Finn la interrumpió. —Que linda, gracias.

—Quiero intentar enseñarte a cocinar, Finn. Me hace ilusión. —Dice ella sonriendo.

—Millie, yo no se hacer esto, la casa se quemará.

—Seguro exageras. Estoy segura de que, por lo menos, sabes sabes hacer arroz.

—No, se queda pegado en el sartén y terminó ordenando pizza. —Dice, haciendo reír a Millie.

Mientras la castaña le intentaba enseñar, a Finn, como cocinar, a el chico se le ocurrió una idea. Su idea era preparar una cena para Millie, creía que sería una buena forma de intentar agradecerle todo lo que ella había hecho por el y, sobre todo, por estar siempre a su lado.

Millie era la única chica de la que se había enamorado de esa forma, la amaba demasiado. Por supuesto que era merecedora de eso, e incluso de más cosas, eso no bastaría para agradecerle, ni mucho menos para darle a entender cuanto la amaba el pelinegro, pero, con algo se empezaba.

Finn hizo su mayor esfuerzo cuando Millie le intento enseñar a preparar panqueques, pero todo resultó un desastre. Finn había hecho un desastre al batir la masa para los panqueques y todos se habían quemado, a excepción de 4 de ellos, los cuales, había hecho Millie como muestra. Definitivamente, un desastre. Pero, ninguno de los dos se preocupó por el desastre o los panqueques quemados, amaban pasar tiempo junto.