Español || Fillie (EN EDICIÓN)

21

Finn jamás en su vida había estado tan nervioso, y como no estarlo, ese día entregarían los resultados de los exámenes de la clase de Español. Ya estaba esperando ver su F y recibir una llamada de reproche de parte de su padre.

El día transcurría con lentitud, el chico estaba ansioso por ver su resultado, muy en el fondo, tenía la esperanza de sacar, por lo menos, una C, no tenía esperanza de sacar una A.

Cuando estaba ya en la clase, fue cuando sus nervios empezaron a aumentar. Se había esforzado mucho en aquel examen y moría por sacar una nota un poco alta.

La profesora comenzó a repartir los exámenes ya calificados, había unas cuantas notas bajas. Millie fue de las primeras en recibir el suyo. En esos momentos, Finn no sabía si amar u odiar su apellido, pues su apellido, Wolfhard, era de los últimos en la lista.

La chica con entusiasmo le mostró su nota al pelinegro, una nota perfecta.

—¡Felicidades, Mills! —La felicito el chico, para después abrazarla.

—Verás que tu nota será igual de buena, Finnie.

Pasaron 5 minutos, los minutos más largos en la vida de el pelinegro, y el por fin recibió su examen. Con muchos nervios, tomó la hoja de papel y cerró los ojos, no quería verla aún.

La castaña sonrió al ver la nota de el chico.

—Finn, abre tus ojos ya.

—No, tengo miedo de ver mi nota.

—Yo la he visto ya, y es...

—¡No me digas! —Finn soltó un suspiro. —Los abriré ya.

Antes de abrir sus ojos, el pelinegro tomó la mano de la chica. Lentamente, y con temor, abrió los ojos, encontrándose con una A+ en su examen, tenía una nota perfecta. Una gran sonrisa apareció en el rostro de el pelinegro y lo único que pudo hacer es abrazar a la chica, todo se lo debía a ella.

—Gracias, Mills. —Susurro el chico en el oído de la castaña.

—No tienes que agradecer nada, esto lo hiciste tú.

—Con tu ayuda, si tu no hubieses aceptado a darle clases de español, yo ahora tuviese una F. Todo es gracias a ti, linda. —Dijo antes de separarse.

La chica sonrió.

Finn moría de ganas por besar a la castaña en ese mismo instante, después de todo, ya había terminado su relación con Madison; no tenían porque esconderse más. Pero, prefirió no hacerlo, no quería alborotar a toda la clase.

Mientras toda esa escena ocurría, Madison jamás despegó la vista de ambos chicos. ¿En que momento había dejado que eso pasara? Tenía que detenerlo lo antes posible, haría todo lo que estuviera a su alcance para separar a ambos chicos. Y comenzaría con lo más fácil, hacer una pequeña llamada, ¿a quien? Pues al señor Wolfhard, claro, el padre de Finn.

Ahre, bien corto quedó el capítulo, pero prometo actualizar pronto. Que mentira tan más grande acabo de escribir jsjsjs.

Si te gustó, te agradecería que me regalaras una estreshita :3.

Gracias por perder un poco de tiempo leyendo esto~