Capítulo 3: Dolor

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Papá volvió en la noche, fuimos a la policía, yo no quería ver al entrenador otra vez, cuando llegue ahí estaba, tenía un moretón en el ojo... Supe entonces que mi papá molesto le había golpeado, él me miró fríamente, tanto que me asusté, con solo verle la cara el recuerdo regresó...

-Te vas a podrir en la cárcel violador de mierda! - le gritó mi padre que estaba a mi lado

-Ya le dije que yo no hice nada! Señor Callenreese! - dijo con un tono de voz bastante inocente...

-Paren! Vamos a hablar de esto- dijo el oficial ya irritado

-¿De que quiere hablar? ¡¿No está viendo a mi hijo?! Fue violado! Por este bastardo! - insistió mi padre

- Señor Callenreese, ¿Cómo puede usted asegurar que fue él quien golpeó a su hijo? - preguntó el policía

-¡VIOLÓ A MI HIJO! ES SU PUTO ENTRENADOR! QUIEN MÁS PUDO SER?! - Papá parecía perder la cabeza, eso no era bueno, yo solo los miraba en silencio, luego el policía me miró indiferentemente

-Su niño es muy lindo, pudo aprovecharse de eso- contestó sin más... No podía creerlo... Ahora el policía me estaba culpando...

-Insinúa que mi hijo lo sedujo? No me joda! Tiene 7 años! -

-No tenemos pruebas para conprobarlo- terminó el oficial

-Esto es muy vergonzoso, me voy a casa- dijo el entrenador, antes de salir me miró, yo la devolví la mirada...

-No estoy enojado contigo, Aslan, vuelve al campo cuando quieras- sonrió descaradamente, bajé la mirada aterrado, nada tenía sentido, el era malo... ¿No?... ¿Porque la policía no se lo llevó?... ¿Realmente no existe la justicia?... Creo que no... Todo es falso... Este mundo esta lleno de gente mentirosa y desagradable... Lo peor del mundo real es que es difícil encontrar un héroe...

Mi papá se levantó furioso, me tomó del brazo y salimos de la Comisaría, me sentó en una banca, dándome la espalda

-Aslan.... Si algún bastardo vuelve a querer hacerte algo... Cállate y déjalo... Pero al menos haz que page por ello-

Su voz resonó en mi cabeza... El Consejo de mi padre no me parecía razonable

-Escucha! Esta gente es estúpida! Quien sabe a cuantos niños les ha hecho lo mismo que a ti! Pero no dejes que el bastardo te domine, tu mandas ¡¿Oiste?! - me gritó, caminamos a casa en silencio, yo pensaba una y otra vez en las palabras de mi papá, era una especie de prueba? No lo se... Papá me dio a entender que no había hecho nada malo.

A la semana siguiente, fui de nuevo al parque de baseball, el entrenador se sorprendió al verme de nuevo ahí, no se que sentía, pero yo pensé en los motivos que me dio papá, y entendí su plan... Si yo estaba con este hombre... Probablemente dejaría en paz a los otros niños, ¿no?... Entonces yo sería una especie de héroe?... Fue el único motivo cuerdo que encontré

-Valla, valla, el mocoso volvió-me dijo, yo lo observé con una mirada vacía, no sentía nada... Todos los sentimientos que tenía se esfumaron de repente... Me sentía indiferente... Solo haría lo que debía hacer

-Mi papá dice que esta bien si voy a su casa... Pero me tiene que pagar- dije firmemente, esto lo sorprendió un poco, luego rió a carcajadas

-No lo esperaba, Tu padre te enseña a ganarte la vida? Jajaja, increíble, eres un niño listo- dijo acariciandome el cabello, luego sacó de su pantalón dos billetes de 20 dólares, y los puso en mi bolsillo

-20 por noche es un precio justo, para ti 20 dólares deben ser la gloria, jajaja, te pagué esta noche por adelantado, así que no faltes, pequeña puta- dijo antes de retirarse, aprete fuerte mis puños... Un hombre no llora, un hombre protege a los demás... Yo protegería a esos niños.

Esa noche fui a la casa del entrenador, el cerdo me violó de nuevo... Pero no dolía tanto como la primera vez... Aún así... Era repulsivo...

Volví a casa, cojeando de nuevo... Tropece varias veces con mis propios pies... La Luna ya podía verse... Redonda y brillante, Muy bonita, tal vez Griffin la está viendo también... No lo se, saludé al cielo, a lo mejor Griffin hacia lo mismo...

-Me rompí... Griffin- susurré con lágrimas en mis ojitos... Me senté en el pasto, y lloré viendo la Luna.

Llegué a casa cerca de las 11 pm, mi papá cerraba el bar, me miró de reojo, caminé dentro y puse los 40 dólares en el mostrador, no dije nada, me giré y fui a mi cuarto... Papá bajó la mirada... No se si le contó a Jennifer, espero que no...

Hice eso durante varios meses... No se cuantos exactamente, hasta que un día... En mi escuela, un comentario me heló la sangre

-El entrenador dijo que podía ir a su casa a ver sus medallas de la guerra! - presumía eufórico el pequeño Gilbert, me giré a verlo rápidamente

-No! No vallas! - grité, todos me miraron extrañados

-No seas envidioso, Aslan, como tu ya las viste- comentó Michael, mi corazón se aceleró de golpe... Se suponía que esto no debía pasar, yo lo estaba deteniendo! Los estaba salvando!

Corrí a mi casa, muchas cosas pasaban en mi cabeza... Yo ya estaba arto de tener que aguantar tanto dolor.... Pero no le deseaba a nadie pasar por lo que yo, no quería que más niños sufrieran lo que yo!, llege a mi casa... Fui al cuarto de papá... abrí las cajoneras... Y ahí la encontré... La tomé en mis manos... Era pesada... El arma que me liberaría... El revólver de mi papá... Debía hacerlo.... Debía deshacerme del villano! Eso hacen los héroes! Mis manos temblaban al sostenerla... La guardé en mi lonchera y salí a casa del entrenador

Al llegar, el estaba ahí afuera, sentado en la silla mecedora, me acerqué despacio

-No te llamé- me dijo confundido

-Vine por mi mismo... - contesté, el sonrió

-Ya eres todo un profesional en esto, ¿no? Jajaja, bien, parece que de verdad me deseas hoy... Yo a ti siempre, cariño- me acarició el cabello y me llevó dentro de la casa...

Sería capaz?... Matar a alguien? Suena terrible, es lo peor que puede hacer un ser humano... Pero, creo que este hombre ha hecho cosas peores...

Él estaba emocionado por tenerme esa noche... Pero había algo extraño,  la cama estaba destendida, y había gotas de sangre en el piso... El estaba sobre mí,  besando mi pecho y tocando mi entrepierna... Mire hacia el clóset,  estaba entre abierto... Conforme mi mirada descendía... Mi pulso aceleró... Ahí se veía claramente... Un pequeño pie... Asomándose del clóset... Estaba furioso, me sentía impotente,  esperé  que terminara, una vez lo hizo se levantó y se puso su camisa... Me dio la espalda... Mi oportunidad!
Saque el revólver de mi lonchera, y le apunté,  el se giró y me observó asustado...

—Aslan... Baja eso... — me dijo

—Mataste a Gilbert?... ¿Porque?!  ¡¿PORQUE?! —Grité furioso

—Cálmate... Dame eso— insistió, mis manos temblaban,  ya no lo soportaba... Ese horrible dolor,  nunca se fue...

—Me lastimaste... Me duele... Intenté curarme... No pude... Mi cuerpo esta herido... Pero mi corazón se hizo pedazos... ¡No va a sanar nunca!  ¡Por tu culpa! — me armé de valor y tiré del gatillo

...

Le dí en la cabeza... Cayó de rodillas y luego estampó con el suelo... Las sabanas se cubrieron de sangre... Pensé que me sentiría feliz... O tal vez culpable... Maté a alguien... Solo soy un niño de 8 años... Pero.... Nada...

¿Porqué?... ¿Porqué no siento nada?... Comencé a llorar... De verdad que esto no acabó aquí... Yo ya no era el mismo... No sabía si volvería a serlo... Era un asesino...

Continuará....

Hola!!!  Espero que les haya gustado el capítulo 3 ❤ porfavor dejen su ⭐ si así fue! Pronto publicaré el siguiente,  gracias por leer!!! ❤

Mientras Mi Ser Se RompeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora