Capítulo 7: Callejero

235 21 18
                                    

Estaba ahí... De pie... Frente a tres cuerpos... Había fuego alrededor... De nuevo volvieron los gritos,  me tape los oídos tan fuerte como pude... De nuevo escuché mis gritos... En mi cabeza... Dios,  eran  insoportables,  no podía ni pensar claramente,

"Asesino"

"Asesino"

"ASESINO"

Cantaban los lamentos en mi cabeza... Abrí los ojos de nuevo,  tomé mi mochila,  guardé el revólver,  tomé todo mi dinero, y corrí de vuelta a la salida... Pero antes me detuve en el marco de la puerta... Me giré lentamente... Miré al anciano...

—Gracias.... Gracias señor... — le dije con vos quebrada... Salí del lugar tan rápido como pude...

Dios me había dado un héroe,  un Ángel que me cuidaba... Y por mi culpa murió.

"Soy una mierda!  Me odio!  Merezco lo peor!  Lo peor! "

Me decía a mi mismo mientras corría,  de nuevo sin rumbo.

Caminé por horas... Hacia no se dónde... Llegue a una parada de autobús y me quité los zapatos,  los pies me dolían mucho,  me recosté en el respaldo de la banca,  a mi lado estaba un periódico,  se veía nuevo así que supuse que era del día de hoy... Lo tomé para verlo... Me di cuenta que había perdido la noción del tiempo,  leí la fecha... Un aura de tristeza invadió mi corazón... Y mis lágrimas cayeron sobre el papel...

—Hoy es mi cumpleaños... — sonreí con mis labios temblando... Ese día yo cumplía 9 años... Ya hacia medio año que me había ido de casa... Y más de uno sin ver a Griffin... ¿Ha sido tan poco?... No lo podía creer,  medio año vagando y seguía vivo  pero no podía cantar victoria... De nuevo debía hacerme la pregunta "¿Ahora qué?"....

Tomé el primer autobus que llegó,  ya era de noche,  asi que dormí en el camino... Tenía dinero para viajar varios días,  pero debía tomar en cuenta la comida y el agua,  era momento de usar mi cabeza... ¿Como voy a conseguir dinero?...

Bajé del autobús, ya era de mañana,  caminé soñoliento, y me senté en un rincón cerca de una pastelería,  me quedé viendo los pasteles,  de chocolate, de fresa, coco,  se veían deliciosos... En mi cumpleaños Griffin siempre me compraba un pastel,  aunque fuera uno pequeño,  y lo cena bamos con leche... Demonios,  de verdad quiero un pastel...

Entre a la tienda,  tenía dinero, pero no debía malgastarlo,  muy en el fondo sabía que me arrepentía luego

—¿Cuanto cuesta este pestelillo de chocolate?—  pregunté pegado al mostrador

—1 dólar— me dijo el hombre del mostrador,  saqué el dólar y me dieron mi pastel de cumpleaños,  aunque era bastante pequeño era suficiente,  me fui a un parque y agradecí por un año más de vida,  en mis cumpleaños Griffin me obligaba a dar gracias,  así que se hizo costumbre.

Justo iba a comenzar a dar el primer mordisco cuando algo llamó mi atención... Un niño y una niña estaban en los columpios del parque,  el niño abrazaba a la niña que estaba llorando,  estaban sucios,  entonces supe que eran como yo... Me acerque a ver

—Hola, ¿Que pasa? — pregunté despacio,  el niño me miro con los ojos llorosos

—Mi hermana tiene hambre,  no he podido conseguir nada hoy,  ni un centavo— dijo haciendo pucheros,  el niño era como de mi edad y su hermana tendría unos 4 años... ¿Como es posible que haya padres que abandonen asm sus hijos en la calle?... Me acerqué a la niña y le extendí mi pastelillo

—Ten,  es de chocolate ¿te gusta el chocolate? — le dije,  la niña se talló los ojos y tomó el pastelillo con una tenue sonrisa,  su hermano me miro agradecido,  la niña comió mi pastel de cumpleaños...

"Bueno,  el próximo año compraré otro" Pensé

—Gracias!  De verdad!  ¿Como te llamas? — me preguntó

—... Ash... Soy Ash... — respondí

—Ash,  yo me llamo Sam,  ¿Tambien vives en la calle? —

—Si,  creo— contesté

—Ven con nosotros,  hay un lugar donde nos reunimos todos los niños de la calle,  ahí hay comida a veces y fuego en las noches frías... — me dijo animado,  supongo que era mi destino ser un  niño de la calle,  así que acepté.

Me sorprendió la cantidad de niños que había en las calles,  éramos cerca de 15 reunidos en ese lugar,  los mayores, como yo y Sam debíamos llevar comida para los más chicos

—Siempre se enojan con migo porque ni llevo dinero o comida— me contaba Sam una noche

— Si no traigo algo,  no comeré,  ni mi hermana,  es muy difícil— me dijo

—Esa es la regla aquí,  Ash,  solo trae sustento para ti y para los demás,  si no te dan limosna,  ROBA si es necesario,  así es este mundo— Sam no era de los niños que les gustaba robar,  por eso no traía comida,  a mi tampoco me gustaba la idea,  pero debía adaptarme a las reglas de la calle.

El mundo me obligó a adaptarme rápido,  éramos 15 niños,  yo salía junto con los mayores a buscar el pan de cada día,  yo hacia los planes,  ellos obedecían y todo salía de maravilla,  encontramos un edificio abandonado para vivir,  pasando el tiempo me convertí en el líder de ese grupo de niños callejeros, en un abrir y cerrar de ojos  pasaron 2 años.

Un día mientras contábamos el efectivo conseguido,  llegó la hermana de Sam... Llorando con el vestido roto

—Q... Que te pasó?!! — corrió Sam hacia ella,  su mirada era vacía... Tenía lágrimas en los ojos y  no dejaba de temblar... Un aspecto bastante familiar para mi

—... Un... Un señor... Dijo que me daría dulces para todos... Y luego... Él... — su voz se hizo más delgada... Antes de que terminara me acerqué rápido y la abracé fuerte

—Ya no digas más — le dije al oído,  ella rompió en llanto

—La violaron— dijo Jack uno de los mayores

—Es tu culpa!  Se supone que los grandes deben proteger a los pequeños! — le reclamó Sam

—Tu hermana es una estúpida,  eso no es mi culpa! — le gritó Jack Furioso

—Cállate!  Crees que no sabemos que te drogas?! Ya eres un inútil!  No nos sirves! Eres igual que ellos! — respondió Furioso Sam

¡BASTA! — interrumpí

Todos las miradas se posaron en mi

—No es culpa de nadie de nosotros!  La culpa la tiene ese bastardo! — les dije firme,  tenía que calmarlos,  se estaba haciendo un caos...

MARVIN....... SE LLAMA MARVIN— Me dijo despacio la pequeña

—Lo conozco... — dijo Jack

—Estamos jodidos si la siguieron,  verdaderamente jodidos, Marvin Crosby trabaja para la mafia, roban niños— comentó Ralph,  otro de los mayores

Hubo ruidos y se escucharon camionetas fuera del edificio... Se estacionaron en frente y varios hombres bajaron... Debía proteger a los niños...

Continuará....

Hola!!  Gracias por leer el cap 7!  Nos acercamos a la historia de Ash y Marvin,  si les gustó déjenme su ⭐ y nos leemos en el siguiente!!! ❤❤😁



Mientras Mi Ser Se RompeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora