Mientras Mi Ser Se Rompe

Capítulo 10: Muñecos

No sé cuanto tiempo permanecí dormido, tal vez fueron horas, esos momentos se repitieron varias veces en mi cabeza en forma de una horrible pesadilla, el tacto con su cuerpo, su aliento, su voz, todo me causaba náuseas. De repente alguien me jaló del brazo despertandome de golpe, un hombre de traje que había visto antes, uno de sus guardaespaldas

—Despierta, ¡mocoso!  Hora del show— me bajó de la cama, aún me dolía en el interior así que me quejé todo el camino hasta la ducha. Me ayudó a ponerme de pie sobre la bañera y encendió la regadera,  dejó a mi lado shampoo y jabón.

—Lavate bien, papá Dino no te llevará con tus amigos si no estás decente.— me ordenó antes de cerrar la puerta,  no sabía si creerle o no pero debía hacer un plan. Suena egoísta pero me conformaba con que sólo yo pudiera huir, siendo realista.

Terminé de bañarme,  logré sacar todo ese contenido asqueroso dentro de mí... Me puse la toalla y me sequé el cabello. El guardaespaldas entró de repente, supongo que escuchó cuando el agua dejó de caer.

—Ponte esto, papá lo escogió especialmente para ti.— Puso un traje a mi lado, luego me acarició el cabello de una manera no muy agradable.

—Pareces un lindo muñeco, de verdad, eres capaz de enloquecer a cualquier hombre, ¿no? — Me dijo mientras pasó su mano hacia mi espalda.

—A cualquier hombre no lo sé, pero parece funcionar con la mayoría de viejos pervertidos como tú.— Contesté arrogante, el me apretó las mejillas dejándolas ligeramente enrojecidas, probablemente ya sabía que no debía lastimar al nuevo juguete de papá Dino.

Salió del baño para que pudiera cambiarme. Me miré en un gran espejo de pies a cabeza, tenía las heridas de la varilla en el pecho y en los brazos.... mi rostro estaba intacto, el más lastimado era mi orgullo y mi corazón.
Me puse el traje, era una camisa blanca, unos pantalones negros,  zapatos lustrados y un moño. Parecía mono de circo.

Me llevarón en un automóvil fuera de la casa, intenté conversar con el chofer en el camino.

—¿A donde vamos?— pregunté.
— Es mejor que no preguntes, niño.— Respondió cortante,  gritar por ayuda no serviría de nada, así que me dediqué a mirar por la ventana, pensando en todas esas horribles posibilidades que se me ocurrían acerca de mi destino y el de mis amigos...

Dino me estaba esperando en la entrada de lo que parecía un restaurante, me abrió la puerta y yo bajé con dificultad. (Aún era doloroso.)

—Luces hermoso, como un lindo muñeco de colección.— Me elogió,  sin duda luego de lo ocurrido su rostro me alteraba bastante... Pero también me llenaba el corazón de odio.

Al parecer "Papá dino" Era el dueño de ese establecimiento, no sabía exactamente de que se trataba todo este "show" así que me dediqué a mirar alrededor desde mi asiento junto al viejo.  Habían solo 2 puertas,  una tras Bambalinas del escenario y la otra por donde entré; ambas tenían guardias armados. Supe que no había salida para mi en esa situación, era muy impotente no poder hacer nada, tenía la cabeza hecha un desastre, ninguno de mis planes parecía factible,  sería una pérdida de tiempo siquiera pensar en cruzar esa puerta.

Una gran mano se posó en mi cabeza  acariciandome el cabello. Giré a la defensiva, detrás de mi estaba un hombre de barba robusto con un traje de etiqueta.

—Bonito el juguete que trajiste hoy, Golzine. Espero que puedas compartirlo pronto.— Dijo mientras olfateaba un mechón de mi cabello.

—Como podrá darse cuenta, es un artículo de alto valor, aún no le he puesto precio. Por el momento no está a disposición del público,  senador.— Contestó el viejo

—Ya veo, esperaré con ansias su precio, pagaría lo que fuera.— Dijo el obeso. Él viejo Dino me miró fijamente.

—Supongo que tengo el tiempo que dure el show para pensar en una buena cantidad.— Sonrió. Mi corazón se aceleró,  este viejo enfermo de verdad pensaba prostituirme...

—Nunca me decepcionas, nos veremos más tarde,  cariño— Pasó su mano por mi espalda y caminó hacia las mesas de enfrente.

—¿V-Vas a venderme?... — Pregunté algo asustado.

—Jajaja, ¿Venderte? No soy tan estúpido como para hacer eso, eres un  gran negocio, Ash. Muchos hombres pagaran por cojer contigo,  y lo harán, pero tu dueño seguiré siendo yo... Por siempre.— Me acarició la mejilla limpiandome las lágrimas que desbordaba inconcientemente. Ahora sí me había metido en algo grande, este viejo era alguien poderoso en las sombras... Ahora vivir sería el peor de mis infiernos....

De repente se escucharon las bocinas de arriba, el evento había comenzado. Un presentador subió al estrado.

—¡BUENAS NOCHES,  DAMAS Y CABALLEROS!  ¡SEAN BIENVENIDOS A LA SUBASTA DE HOY! TENEMOS MERCANCÍA MUY INTERESANTE... —

Las cortinas se abrieron, di una gran suspiro de preocupación... Ahí estaban mis amigos,  uno tras otro, con las manos detrás, vestidos con trajes parecidos al mío, aseados y bien peinados. Los muñecos de Golzine.

— ¡SAQUEN SUS CHEQUERAS!  ¡VAMOS A COMENZAR! — Dijo entusiasmado él presentador.

—¡¡DETENTE!! —Le ordené firme al viejo Golzine; el se giró inmediatamente mirándome con esa estúpida sonrisa.

—... ¿Que dices?... No te escucho.— contestó burlón.

—¡Qué pares!— Le grité. Me tomó de la cara cubriéndome la boca.

—Mira bien a tus amigos... Será la última vez que los veas.— Me dijo despacio. Mis ojos se irritaron y las lágrimas brotaron enseguida,  todos los pequeños del escenario miraban al público asustados,  pidiendo ayuda con la mirada... Gritando internamente... Pero sin decir una sola palabra... Solo desbordando lágrimas... Posiblemente pasaría horrores,  algunos lo sabían, otros no, los más pequeños preguntaban que sucedía a los mayores,  y yo solo miraba... Miraba con impotencia esa triste y desgarradora imagen.

Continuará...

Hola!!  Gracias por leer el capítulo de hoy!  Agradezco a daebxk quien a partir ahora me ayudará como editora del fanfic! :'D ❤Esperemos que haya sido de su agrado! Si les gustó no olviden dejar su ⭐

Nos leemos en el siguiente capítulo! 😁