Capítulo 8: Regalo

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Tomé mi revólver, no lo había hecho desde lo que pasó con aquel anciano, siempre me causaba escalofríos,  pero había un peligro inminente...

—Samuel,  Jack tomen lo que encuentren cerca que pueda ser útil para pelear! — ordené,  luego tomé firmemente el arma... Los demás no sabían siquiera que la tenía,  así que retrocedieron un poco asustados...

Jack y Samuel tomaron varillas y se pusieron a mis lados... Los niños menores fueron a los cuartos interiores,  entonces dos hombres entraron primero... Con trajes elegantes y zapatos finos,  también usaban gafas negras,  trage saliva,  si ellos llevaban armas consigo era el fin,  pero no nos rendiríamos sin pelear,  detrás de ellos entró... Un hombre alto y robusto,  con un cigarrillo en su mano derecha

—Ese es Marvin Crosby— me susurró Jack,  yo asentí levemente con la cabeza,  mi objetivo era ese cerdo blanco,  él se quitó las gafas... Me observó de pies a cabeza... Luego sonrió

—Pero mira nadamas esta belleza... Rubio platinado y con unos preciosos ojos verdes...— dijo mientras se acercaba con una mirada sedienta... Retrocedí instantáneamente... Paso a paso

—Chiquillos,  vendrán con nosotros,  sabemos que hay más de ustedes aquí,  así que no nos hagan el trabajo más difícil,  evitemos una cacería jajaja— dijo uno de los acompañantes

—NI UNA MIERDA!  LARGO DE AQUÍ! —gritó Samuel,  sus manos temblaban,  supe que los dos estaban terriblemente asustados... Pero aún así se empeñaban en seguir mis órdenes.

—Jodido mocoso— se acercó a el el hombre afroamericano,  Samuel intentó golpear con la varilla,  pero el sujeto sacó un arma,  en ese instante yo le apunté con el revólver a su otro compañero

—Lastima a mi compañero y mataré al tuyo— le dije al hombre con una mirada fulminante... El cerdo blanco Marvin se echó a reír

—JAJAJA mi pequeña princesa tiene agallas! Me gustan los chicos rebeldes como tu... Los como en el desayuno— se relamió los labios... Yo no deje de mirarlo,  debía intentar intimidarlos por más absurdo que fuera en ese momento

—ADELANTE,  MÁTALO— Me dijo Marvin,  mis ojos se abrieron de golpe.... ¿Este hombre iba a sacrificar a su compañero?...

—¿¡CREES QUE ESTÁ JUGANDO!? — Le gritó Jack

—No,  le creo... Adelante— dijo el gordo con una gran sonrisa... Mi mano temblaba... No sabía si podría dispararle... Entonces Marvin interrumpió

—Es fácil,  mira.. — sacó su arma... Y disparó a su compañero en la cabeza... El hombre calló justo frente mis pies... Retrocedí asustado... Pero lo siguente me detuvo la respiración... Se escucharon otros dos disparos... Gire mi cabeza lentamente... Jack y Samuel cayeron al suelo y la sangre comenzó a teñir el piso... Dejé caer el revólver... Estaba congelado... No pude emitir ni un suspiro cuando el cerdo blanco me cubrió el rostro con una bolsa de tela y tapó mi boca con fuerza... Todo se nubló, tenía dificultad para respirar... Me sentía mareado... Todo se volvió obscuro... Escuché gritos... Los niños pequeños fueron encontrados... Fallé como líder... Una vez más no pude proteger a nadie... Ni a mi mismo...

No se exactamente cuanto tiempo estuve inconciente... Me desperté en una habitación desconocida... Se escuchaban voces detrás de la puerta...

—No puedes,  Crosby!  ¿Crees que Papá Dino te dejará estrenar su nuevo juguete? — dijo una voz grave

—Vamos!  No se dará cuenta!  El mocoso me tiene como loco... — escuche la voz de Marvin

—Es una orden,  Marvin,  emtregame al niño,  prometí llevarlo antes de medio día,  debo cambiarlo y vestirlo decente— le respondió

Hubo un ligero silencio... Luego la puerta se abrió,  yo caí de espaldas en el suelo,  un hombre de traje me tomó del brazo y me jaló fuera de la habitación

—O.... ¡Oye!  ¿¡Que le hiciste a mis amigos!? — recuperé mi voz

—Están muertos,  todos,  o pronto lo estarán— contestó sin dirigirme la mirada... Sentí que me hervía la sangre.... Pero no podía hacer nada... Otra vez no podía.

Me llevaron a un lugar bastante lujoso,  una gran mansión,  el sujeto me había comprado ropa nueva,  cepilló mi cabello y me perfumó con un aroma bastante empalagoso para mi gusto... Detrás de él se encontraba Marvin Crosby con las manos en los bolsillos,  mirándome desde que llegué...

Pronto llegó una gran limosna,  me sostenían por los hombros para que no pudiera escapar (como si fuera tan estúpido),  de ahí bajó con cautela un hombre adulto... Calvo con un sombrero y algo obeso... Me dirigió una mirada bastante inquietante,  dejó su abrigo en manos de uno de sus acompañantes... Se dirigió despacio hacia mi... Cada paso firme que daba se sincronizaba con un latido de mi corazón,  ya frente a mi se inclinó un poco para verme mejor... Me tomó de la barbilla... Su mirada de verdad me causaba terror... Tenía un terrible presentimiento...

—Es una joya

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—Es una joya... Precioso... — dijo el hombre,  yo no podía ni siquiera parpadear...

—Es un regalo,  Papá Dino,  me costó mucho conseguirselo— alardeó Marvin

—Y lo agradezco,  Marvin,  pronto te recompensaré por esto... — le respondió,  el cerdo blanco sonrió

—¿Tu nombre? — me pregunto... Trague saliva de nuevo... Bajé la mirada

—Ash... Me llamo Ash... — respondí en voz baja

—Ash!  Hermoso nombre... Me he enamorado— rió

—Yo soy Dino Golzine... Pero puedes decirme Papá Dino,  Ash... — me contestó.

Yo nunca olvidaría ese nombre....

Continuará....

Hola!! ❤ gracias por leer el capítulo 8, el siguiente capítulo estará un poco fuerte... Asi que les advierto jeje,  si les gustó dejen su ⭐,  nos leemos en el próximo!!! ❤❤❤😁

Mientras Mi Ser Se RompeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora