Capítulo 20: Angel de la muerte

159 15 43
                                    

—... ¿Cómo me encontraste?... — pregunté un tanto alterado, lo que más me asustaba es que llevaba a Fey conmigo.

—Un pajarito me contó tu escondite... Jaja, Ash es muy fácil encontrar una paloma entre las ratas.— sonrió el obeso.

—Vete a donde perteneces, prostituto.— me giré inmediatamente.

—¿Wookie?... ¡Tú fuiste quien le dijo dónde estaba! — le grité.

—Arthur estaba empezando a tenerte confianza, yo llevó muchos más años siendo su mano derecha, no dejaré que un prostituto de cara bonita me quite mi lugar.— respondió con una sonrisa.

—¡Traidor! ¡Cuando mi hermano se dé cuenta te hará pagar! — le gritó Fey aún aferrada a mi.

Marvin avanzó lentamente ladeando la cabeza. Instintivamente me puse frente a Fey para protegerla.

—Oh... jajaja ya veo, esta mocosa es tu novia, ¿Verdad?— maldita sea, el cerdo blanco estaba confundiendo las cosas.

—No, no es mi novia.— afirmé con seguridad.

—Por favor, estas en edad, pero no creo que a Papá Dino le agrade... De hecho incluso a mi me causa cierto conflicto.— Él se quitó las gafas y me miró directamente a los ojos.

—¿Le has contado? ¿Lo bien que nos la pasamos tú y yo?... — En ese momento me congelé, sentí una sensación fría que me recorría de los pies a la garganta.. Cuando tocaban ese tema yo tenía la mala suerte de entrar en pánico y bajar la guardia... Marvin lo sabía.

—Fué increíble, incluso tengo muchas películas... Se venden bastante bien.— continuó el maldito... Mis piernas comenzaron a temblar.

—¡ES DE COBARDES APROVECHARSE ASÍ DE UN NIÑO! ¡ASQUEROSO!  ¡CERDO! ¡BASURA! —le gritó ella furiosa. Por más que yo quería intervenir no podía, los recuerdos vívidos en mi memoria regresaban como en las pesadillas y atormentaban mi cordura.

Otros 4 hombres acompañaban a Marvin.

—Ven con nosotros, Papá Dino te está esperando.— dijo el cerdo Blanco.

—¡Él no va a ninguna parte!— Fey se aferró de mí con más fuerza.

—Oiga, señor Crossby, ¿Podemos quedarnos con la pequeña? Es muy linda.— comentó uno de los hombres relamiendose los labios.

—Mmm... Supongo que está bien, a mi no me gustan las niñas,  pueden jugar con ella.— sonrió Marvin. Rápidamente saqué el revólver apuntando al sujeto que se acercaba a nosotros.

—Tócala y te diré de que color son tus asquerosos sesos.— amenazé. El sujeto se burló, creyó que yo no era capaz de dispararle... Grave error.

Un estruendo se escuchó por todo el edificio y el sujeto cayó al suelo dejando una escena no muy agradable pero lo suficientemente buena como para servir de amenaza a los demás.

—¿Quién sigue?— pregunté apuntando a los tres restantes.

Instintivamente retrocedieron, era una escena de broma, tres adultos asustados de un niño.

Aun así, Marvin no era tonto, sabía que al recordarme esos asquerosos momentos yo instintivamente bajaba la guardia y el podría atacar, me dio tanto coraje, después de todo lo que había pasado. La única salida era volver con Dino otra vez. Sólo así tal vez salvaría a Fey.

—No te preocupes, vienen por mi.... Vete con Wookie y encuentra a tu hermano... Dile... Que gracias por todo. — traté de sonar lo más tranquilo posible pero era difícil, tenía unas ganas inmensas de llorar y gritar de frustración.

Mientras Mi Ser Se RompeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora