nueve.

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– No le pongai color. – Me retó la Sofi, le había contando lo que me pasó con mi ap.

– Ni li pingii cilir. – Repetí burlándole.

Que se creia esta conchesumare, yo exagerando las cosas. ¡Ja! eso es a veces no más.

– Que hablai si vo' te pasai más rollos que yo cuando el Lucas pasa cerca mío, porque según tú "quiere saber si huelo rico", pobre hueona. – La miré feo.

Si weon, me había picado. Sí, soy super picota, media wea. Chupenme la tula giles.

Cabe recalcar que no estoy de buen humor, cuando el Ignacio dijo que me podía sentar en sus piernas el Lucas se excusó diciendo que debía llegar temprano a su casa, ¡ni me miró cuando se fue!, me ofrecí a acompañarlo al paradero y el hueon ni me pescó. Más encima el Ignacio me estuvo joteando frente a mi mamá todo el rato. Le dijo suegra.

¡Suegra! ¡Su-e-gra! ¿qué se cree ese tal por cual? mi mamá encantada, lo que ella no sabe es que estoy comprometida con el guapo del Lucas.

– Wacha, te quedaste pegada, ya tocó vamos, nos toca mate. – Me arrastró la Sofi.

– En el otro recreo me contai si o si que onda con lo del Martin que sigo terrible perdida. – Le dije seria mientras la apuntaba con el dedo.

A todo esto, el Martin se fue de vacaciones, en pleno abril. Pura cuea.

:(

Ya filo, toda la clase me la pase huebeando con la Sofi, así tendría más excusas para pedirle a mi futuro esposo que me enseñara.

Estábamos aburridas así que comenzamos a hablar con los hermanos Diaz, que resulta que por llegar este año ya eran más faralas que los reales farales, ¿cachan esa magia negra?

– ¿Qué onda con tu amor platónico, amiga? – me preguntó el Seba.

Todos me recuerdan mis desgracias;(

– ¿Qué va a pasar? Es más fácil aprenderse las tablas que acercarse a él. – hice una especie de puchero todo fallado porque la gente que lo hace se ve tierna y yo solo parecía cualquier cosa.

– Guapaaaa. – dijo la Maca alargando la "a". La perla me estaba grabando con su celular. Pero yo como la diva que soy porque siempre diva nunca indiva. Le saqué el dedo de al medio y sonreí.

¿Vieron? Soy preciosa. A pesar de estar enojada amanecí con amor propio. No sé ustedes pero hay veces que me levanto me miro al espejo y veo lo preciosa que soy y me enamoro.

Seguimos tonteando hasta que toco el timbre y salimos a recreo. Antes que la Sofi escapara de mi, la tomé del brazo y la llevé a la biblioteca para que me contara todo su cahuin.

– Empieza, te escucho atentamente.

Suspiró rendida y comenzó.

– Me gusta el Martin desde que estamos en octavo. – Abrí la boca y quedé shook. – Nunca lo dije porque, buta, me va a odiar por esto, pero me pidió ayuda para que lo pescarai como algo más. Y hueon, me da tanta lata porque se que tu no tienes ninguna intención con él, pero él siempre que tu no estás habla de ti y lo maravillosa que eres y bla bla bla. Él me encanta, su sentido del humor, como trata a los demás, todo. No sé que tengo de malo para no gustarle, y me duele mucho. – Soltó una lagrimas al decir todo eso. – Y no sé ni porque estoy llorando, no es nada, solo me gusta.

Se me estrujó el corazoncito al ver a mi mejor amiga así.

– Ay, pechocha. – La abracé y limpié sus lagrimas. – No importa si lloras, cada uno siente de manera distinta, no tienes nada malo, eres inigualable y si el Martin no lo aprecia mala cuea. – La volví a abrazar.

– Me siento mucho mejor ahora... 3312, tenemos un 3312.

– Liss. – Oí que me habló

Conchetumare me voy a hacer pipi.

– ¿Qué? – pregunté brusca.

– Quería disculparme por lo de ayer, es que pucha, fue super incomodo, y la verdad creí que íbamos a ser tu y yo, y bueno, tu mamá, pero llegó ese loco y fue penca. – Se disculpó y yo recién me digné a verlo.

Cosita porque eres tan lindo voy a llorarrrrrr.

– No te preocupi, pero me dio lata igual, filo, ¿cuando vas a poder ir de nuevo? – me miró con una sonrisa traviesa – digo, a estudiar, ja. – miré a la Sofi que se había quedado callada hasta hora que me miraba tratando de aguantarse la risa.

– Tu dime cuando y le llego. – Me guiñó el ojo, justo tocó el timbre y rodó los ojos. – Chao, nos vemos después. – Se despidió con un beso en la mejilla.

Gracias Dios, amén.

La Sofi gritó en mi odio, la miré y gritamos a la vez, no nos retaron porque la bibliotecaria nunca está así que nos la pasamos por la raja.

Bueno, ya no estoy enojada, estoy feliz, muy feliz.

El día pasó demasiado lento, a cagar, cuando tocó el timbre para irnos, me fui sola, abandonada.

Llegué al edificio y también venía llegando el Ignacio. Cuando me miró me sonrió y quedó esperándome con una sonrisa.

Ahora, ¿escapar o aguantar un momento incomodo?

Pensándolo tengo mucho sueño como para escapar, solo lo ignoraré y...

– Hola wachita.

Por la chucha.

•••
HOLA JAJAJA, ¿alguien sigue leyendo esto? la historia está viva muak, nos vemos el otro año jejeje
perdón pero siempre estoy ocupada, y siento que las historias son una responsabilidad una vez que comienzas terminas, bueno, yo terminaré el 2040 a este paso, besossss

¿Pa' qué me psicopateai'?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora