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14:05: "Pienso y Rehago"

¿Qué?
El pequeño folleto que me habían entregado estaba lleno de estúpidos horarios con ridículos talleres.
Estaba obligada a asistir. Debía comportarme si quería volver a salir a la calle.

Cerré la puerta de mi habitación y camine a paso lento por el pasillo. Iba concentrada en mis pies cuando el ruido de una cerradura siendo abierta capto mi atención.
Otra vez él.
El chico de cabello rubio con corte clásico se encontraba a unos metros de mi cuerpo,trataba de abrir la puerta de un salón, en el cual ya había comenzado el taller, si hacer ruido innecesario.

Giró su vista cuando mis desgastadas zapatillas rechinaron contra el suelo.
Logré verlo mejor. Poseía unos ojos azules profundos con unas largas y notorias pestañas.Sus labios estaban secos y se podía ver el agujero, casi cerrado, de un antiguo pircing en su labio inferior.
Era bonito.

El salón al cual me adentré luego de la situación del pasillo, estaba completamente iluminado por una fuerte luz blanca y adornado con atrapasueños u otras cosas coloridas.

Una señora esperaba a que los pacientes llegáramos, sentada en un sillón esbozando una gran y fingida sonrisa.

-Bueno, bienvenidos al taller "Pienso y Rehago". Con este espacio los invitamos a pensar en cosas de las que se arrepienten y poder buscar situaciones que hubieran sido convenientes en ese momento.....-

Si, me arrepentía de cosas. Aunque muchas de ellas, si pudiera volver el tiempo atrás no podrían cambiarse ya que no estaban bajo mi poder. 

Me arrepentía de haber nacido en la familia Walsh.

[...]

Allí estaba otra vez.Llámenme acosadora, pero no podía dejar de mirarlo. Era puro misterio, una gran incógnita que nadie había resuelto.
El rubio se encontraba sentado sobre sus rodillas mirando detrás del viejo televisor que se encontraba delante de mi cama. 

-Tiene arreglo, Cole?- Cole, ese era su nombre. El viejo conserje había solicitado la presencia de el rubio en mi habitación, ya que el antiguo televisor comenzó a sacar chispas. 

-Cambiando unos cables estará listo...- tenia una voz gruesa, pero dulce, era indescriptible.

-Debo irme, pero apenas termines devuelve las herramientas a mis deposito- el hombre mayor se retiro dejando al ojiazul conmigo en la habitación. 

Mis largas piernas se doblaron sobre el , ya sucio, edredón blanco.La vista del chico estaba clavada en sus manos y los movimientos de estas, parecía que ni siquiera un huracán podría desconcentrarlo.

-Creo que llamare a la policía si sigues mirándome así- una sonrisa burlona floreció en el rostro de Cole, al ver mi cara toda roja.

-Dis-disculpa?- un leve tartamudeo apareció en mi voz, al verlo agachado a mis pies viéndome de manera risueña. 

-Hace una semana que llegaste a este maldito centro y desde ese momento no has parado de mirarme como si el mismísimo Brad Pitt estuviera frente a ti- su cara se había tornado seria, lo ultimo que quería era asustarlo.No venia a hacer amigos , por lo tanto tendría que importarme muy poco lo que el pensara. Pero me era imposible.

-Solo....me llamaste la atención- lamentablemente mi voz no tuvo ni una gota de seguridad al hacerse escuchar. -Te vi mirándome el primer día de mi residencia y mi curiosidad entró.

-Deberías dejar tu curiosidad de lado....- al terminar la frase, salió de su posición y comenzó a caminar hacia la puerta, abrió esta y finalizó -Esta arreglada- nada mas, nada menos. Y así se retiro, dejando mi mente con muchísimas dudas...


-Ingrid

piece of paperWhere stories live. Discover now