"Estar solo no tiene nada que ver con cuantas personas hay alrededor"
Nuestros pies colgaban de la rama en la cual estábamos sentados. Si mirabas desde abajo era probable que no nos veas, estábamos tan alto que bajar nos llevaría minutos. Se vía mas que desde mi ventana, en momentos como estos son los que desearía tener una cámara mental.
-Mi primer semana de estadía aquí estuve en esta misma rama los siete días. Comía lo que la cocinera venía y dejaba en el pie del árbol...- tomó mi mano, entrelazó nuestros dedos mientras mi estomago sentía una dulces punzadas.-Estaba asustado, no creía que aquello estaba pasando. Mi antigua vida había sido arrancada en solo dos meses. En solo dos meses, habían fallido dos seres, mi hermano y yo. Pero la diferencia era que mi corazón seguía palpitando y mi cuerpo estaba estancado en la vida, mientras mi hermano ya era libre vaya uno a saber donde- la voz no le había fallado ni una vez, era todo un avance.
Era mi turno.
-Tenía nueve años recién cumplidos...- comencé. Cole movió muy poco su cuerpo pero lo suficiente para que sus ojos queden clavados en mi rostro- Mi padre perdió el trabajo y el de mi madre no era suficiente para subsistir. Estaban desesperados, no tenían dinero. Yo no podía trabajar era muy pequeña y mi hermano mayor...el, vendía droga dentro de su universidad..pero hasta ese momento ni un centavo de lo que recaudaba había caído en manos de mis padres- mis ojos ya expulsaban lagrimas. Era la primera vez que le contaba mi historia a alguien.
-¿Tus padres sabían que el era traficante?- preguntó el rubio lo mas sutil que pudo.
-Si, si sabían. No les importaba, pero el ultimo día de su desesperación notaron que el mundo del narcotráfico estaba prácticamente metido en nuestra familia. Fue la oportunidad perfecta, no necesitaban ningún contacto ademas de su propio hijo para ingresar a esa mierda de mundo. Lograrían conseguir dinero rápido, y fue así. Pero una vez que entraste es imposible salir. Toda la familia fue hundida....- un gran sollozo se escabullo entre mis labios- Había gente entrando a casa constantemente, tenían armas y los ojos rojos todo el día...De noche tanto hombres como mujeres entraban a casa, todos venían semi desnudos, todos venían a lo mismo. Desde allí mi afición por la escaleras de incendio, mi habitación tenia ingreso VIP a la nuestra. Por allí me escapaba todas las noches, iba a el parque y dormía detrás de unos columpios desgastados, al amanecer volvía...- Cole también lloraba- Así fue durante años, hasta que cumplí los dieciocho, entonces creí que la tortura estaba finalizada, cuando no era así...- un silencio se apodero de nosotros.Proseguí-La policía llego a casa, una noche, la única en la que no había dormido en el parque, la única en la cual la carga de cocaína no estaba en el sótano, la única en la cual ninguna persona ajena a la familia había entrado casa. Estuve todo el día afuera, volví y mi acosté a dormir, estaba muy cansada como para notar los cinco kilos de droga debajo de mi escritorio ni el olor a marihuana impregnado en las cortinas y sábanas....La casa estaba impecable, como si fuéramos otra familia que va a ver a su hijo jugar football los sábados, parecía todo organizado y ya no se si todo fue coincidencia. Los oficiales entraron por denuncia de los vecinos. Mi habitación fue carne de cañón. No podían arrestarme porque no sabían si yo vendía o solo consumía, me trasladaron aquí sin ni siquiera hacerme pruebas y comprobar que estaba drogada....Mi "familia" no emitió palabra solo se quedaron el porche viendo como su hija y hermana pequeña forcejeaba contra los policías, mientras gritaba que nada de lo visto en mi habitación era mío, decía la verdad.- mi historia termino con un largo sollozo y con los brazos del rubio apretando mi fisonomía fuertemente.
-Estabas completamente sola aunque constantemente estabas rodeada de gente..- susurró Cole.
-Exactamente como dijo Richard Yates "Estar solo no tiene nada que ver con cuantas personas hay alrededor"- un suspiro fue expulsado por mi nariz.
Había vomitado todo. Todo lo que me estaba haciendo mal, todo eso que me daba insomnio, todo lo que hacia que el asma empeore cada vez mas, todo lo que corazón ya no soportaba, todo lo que nadie había escuchado. Y había sido todo soltado con él.
Una brisa me despeino y se llevo consigo todas las palabras recién soltadas, todo mi pesar, toda mi tristeza, todo mi malestar, era libre aún cuando seguía encerrada.
-Ingrid

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Teen FictionCuando las situaciones y los lugares menos esperados generan chispas imparables [...] Skylar tiene sus luchas. Cole también. Skylar no conoce muchos límites. Cole solía desconocerlos. Skylar finje sobrevivir. Cole intenta hacerlo. Skylar aprende a...