"Por una mirada, un mundo; por una sonrisa ,un cielo; por un beso....¡Yo no se que te diera por un beso"
Los días pasaban y no tenia señale de vida por parte de Cole. Había desaparecido durante nuestra discusión y por dos semanas no supe mas de el. La primer semana lloré y me culpé, trate de localizarlo y al no tener éxito, volví a llorar. La segunda semana me enojé, grite y también lloré pero de enojo, trate de encontrarlo pero al no tener éxito, comencé con mi plan. Iba a escapar.
Conseguir los planos de la institución fue mas fácil de lo pensado. Este lugar tenia muy poca seguridad si analizábamos la gente que estaba encerrada aquí. Localizar mi habitación fu mas fácil aún, en ese momento recién me di cuenta de lo lejos que estaba del comedor diario.
Buscar los horarios de los guardias y empleados pupilos y los no pupilos, fue mas difícil. Los tenían en recepción y siempre había alguien en ese incomodo escritorio.Pero resulta que al señor de las nueve y triente, la mayonesa casera lo indisponía, gracias cocinera de los martes!
Tenia todo listo, mi horario de salida sería a las veintitrés horas y quince minutos. Los guardias iban al receso y el único que quedaba era el Señor mayonesa, que si durante a cena se distraía solo un poquito no iba a notar el aderezo en su sándwich. Debía ser rápida y llegar hasta el sector cuatro, bajar por las escaleras y salir por la puerta de emergencia que no poseía alarma gracias al la tormenta que destruyó su sensor. A partir de allí, correr hasta que mis pantorrillas duelan, trepar la pared cercana a la esquina sur (que era la mas baja) y sería libre. Fácil, creo.
Estuve encerrada los pasados días organizando mi plan.Me dirigí a las duchas comunitarias, era día de pasta y tenia que estar presentable, no me higienizaba desde hace tres días. Estaba llegando a los baños, cuando un ruido se escuchó en mi habitación. Había dejado todos mis planos obre la cama, si era algún personal del Centro no saldría por un gran tiempo.
Corrí a toda velocidad, para encontrarme a un rubio ojeroso, otra vez, estaba petrificada.
-¿Qué es esto?- preguntó suavemente.
No respondí.
-¡¿Qué es esto?!- preguntó esta vez mas fuerte.
No respondí.
-Te piensas escapar...- cayó en la cuenta como un baldazo de agua fría.
No respondí.
-¡Respóndeme, mierda!- no pensé que dolería tanto volver a verlo.
-Si..- susurré.
Cole perdió la paciencia soltando la caja de zapatos que, no había notado, tenía en sus manos. Esta se abrió, dejando ver pequeños papeles escritos. Era mi letra. Eran mis cartas.
-Las conservaste...- una lagrima se deslizó por mi mejilla, rápidamente saqué mis ojos para no expulsar mas.
-¡No planeabas decirme nada!...Te-te ibas a ir....Te vas a ir- miraba mis ojos con una furia que nunca antes había visto en nadie, ni siquiera en mi hermano- ¿Por qué te vas? ¡Explícamelo, no lo entiendo!...Te vas a alejar así, como si nada- eso colmó mi paciencia, ahora.
-¿¡En serio?! ¡Tu mismo me alejaste,Cole! ¡Hace dos semanas me gritabas que te abandonara y ahora eres la victima!- el es el que no contesta- ¡Claro, ahora no hables!- me acerqué rápidamente a su cuerpo, pasando por arriba la caja para clavar mis ojos en los suyos - No sabes lo que sufrí, no sabes lo que me desvele, no sabes lo que lloré en estas ultimas semanas- coloqué mi dedo sobre su pecho inflado por la furia - ¡Así que hora no me culpes por querer escapar! ¡Eras lo único que tenia para aguantar estar aquí!... Ahora ni siquiera te tengo, ¿Qué quieres que haga?
Sus ojos expulsaban igual mas lagrimas que los míos. Y como hace dos semanas, sin decir nada desapareció por la puerta. Entonces el escapó.
-Ingrid
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Teen FictionCuando las situaciones y los lugares menos esperados generan chispas imparables [...] Skylar tiene sus luchas. Cole también. Skylar no conoce muchos límites. Cole solía desconocerlos. Skylar finje sobrevivir. Cole intenta hacerlo. Skylar aprende a...