Pablo Neruda

6 2 0
                                    

"Tus anchos ojos son la luz que tengo de las constelaciones derrotadas, tu piel palpita como los caminos que recorre en la lluvia el meteoro".

Los baños comunitarios nunca fueron ni serán de mi preferencia, y menos si tienes debes asearte todos los días en uno. El centro no poseía baños privados para cada habitación, algunos dicen que es a causa de un "incidente" ocurrido a un paciente años atrás. Para mi, no deben tener el suficiente dinero para equipar mas de  cien baños. Los pacientes masculinos poseían su baño, las pacientes femeninas el nuestro y el personal pupilo otro. 

La ducha expulsaba un agua extremadamente helada que recorría cada rincón de mi cuerpo, era de lo mas reconfortante.Muchas personas no podrían soportar un frío gélido de esta manera, yo estaba acostumbrada.Nunca tuve agua caliente en casa, por lo tanto le había encontrado el gusto a el golpe helado.

Estaba envolviendo mi cuerpo en la toalla, cuando una brisa azoto la parte baja de mis hombros cuando alguien corrió la cortina de la diminuta ducha.

-Pero qué mier..- mi boca fue cerrada por una gran mano cálida perteneciente al rubio ojeroso.

-Cierra la boca que no quiero problemas- susurro tan cerca de mi rostro, que cada sílaba expresada golpeo con suavidad mi mejilla derecha. - Estas tratado de decirme que en la vida ocurren sucesos que no podemos controlar y que tampoco esperamos- explicó la frase dicha por mi hace unos días atrás. 

Tomé su mano con lentitud, mientras sus ojos fulminaban los míos.

-Perfecto- susurré cuando mi boca había salido del escondite detrás de su mano.

-Esta vez estuvo fácil- un aire de superioridad sonó detrás de su baja voz. 

-Lo sé- sin dejar de mirarlo a los ojos tome sus hombros y cambiamos de posición, dejándome de espaldas a la cortina.Tomé la recién nombrada y asomé un poco mi cabeza para asegurarme que no había personas en el resto del baño, y no las había. 

Tomé, otra vez, la gran y áspera mano de Cole para tirarlo hacia fuera y correr hasta mi habitación dejando un leve astro de agua a mi paso.Mis manos estaban húmedas dificultando mi capacidad de abrir la habitación, así que el rubio posiciono su mano sobre la mía y abrió rápidamente la puerta de madera blanca.

-Que suceso de tu vida no esperabas?- preguntó al sentarse en mi cama, junto a la pila mal doblada de ropa. 

-Ninguno, toda mi vida a partir de mis nueve años fue inesperada- tomé asiento a su lado aun con la toalla alrededor del cuerpo y mi cabello mojado sobre un hombro.

-Qué paso a tus nueve años?- sabia que llegaría, sabía que llegaría el momento de hablar pero no estaba lista.

-Que pasó de inesperado en tu vida?- pregunté de la misma manera, evadiendo con brusquedad su pregunta. 

-Un auto....- su mirada, antes posicionada en mi, se perdió en algún rincón lejano de la habitación-....otro auto....un libro....gritos...- un gran escalofrío me invadió al ver los ojos del rubio tan vacíos y perdidos.

-Cole...- ni una palabra-...Cole, vuelve- mis manos tomaron su brazo para comenzar a sacudirlo levemente, al ver como todo era ajeno para el. Estaba ahogándose en algún recuerdo-....Me estas asustando, Cole!..- del cual solo quería salvarlo.

Un leve sollozo escapó de mis labios al ver que habían pasado ya cinco minutos, en los cuales no deje de sacudir el cuerpo del rubio, pero este no acusaba recibo. Con un leve salto volvió a la realidad y miro en mi dirección, con el cuerpo casi tan ausente como antes.

-Lo lamento mucho..- la desesperación era notoria en su voz y sus manos empezaron a temblar al ver como unas pequeñas lagrimas se deslizaban por ambas de mis mejillas-... Hace demasiado tiempo que no hablaba de eso. Lo lamento enserio, no quería asustarte- mis ojos seguían mirando mis rodillas flexionadas en su dirección, aunque sus manos seguían en mi rostro y no tenían intención de despegarse.

-No sabia que estaba sucediendo...y-yo..solo me asusté- elevé mi rostro para ver sus ojos azules mas abiertos que nunca, mirando a mi dirección, con una mezcla de preocupación y horror al ver mis lagrimas.

-Hacia tiempo que no me sucedía nada así, hablar de este tema me pone paranoico- se explico mientras borraba lentamente los restos de lagrimas que habían quedado impregnados en mis mejillas.

-No tienes porque hablar de este tema si no quieres, la pro-próxima no contestes mi pregunta si no te sientes totalmente cómodo- fue difícil pero logra finalizar la frase casi sin trabarme.

-Quiero hablar de este tema....contigo. Pero no se si estoy listo- lo entendía perfectamente.- Dejaré que termines lo que interrumpí- lentamente, como si no quisiera irse, se levanto de la cama y yo tomé un trozo de papel, que estaba encima de mi escritorio, con un bolígrafo y escribí atolondradamente la nueva frase:

"Tus anchos ojos son la luz que tengo de las constelaciones derrotadas, tu piel palpita como los caminos que recorre en la lluvia el meteoro"- Pablo Neruda 

-Esta vez es mas complicado- introducí el papel en la mano que no estaba sosteniendo la puerta para irse. Cole esbozo la mas grade y preciosa sonrisa que jamas algún ser humano ha visto. 


-Ingrid




piece of paperWhere stories live. Discover now