Cole King

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"Yo también"

24 horas, habían pasado. Y aunque sabía que ella no estaba, seguía postrado a un lado de su puerta. Con las cartas entre las piernas, y la ultima entre los dedos. 

Y la deslicé por debajo de puerta, aunque ella no estuviera.

Aunque ella no estuviera.

Aunque ella no estuviera, escribí su carta, fui al arroyo y nadé, me recosté en el pasto e imaginé su presencia, subí hasta la rama, pedí dos conos de helado, jugué con la linterna, la imaginé aunque no estuviera.

(...)

Los momentos inesperados no son mi afición. Aunque no me obsesiona el control.

La silla forrada en felpa era cómoda y podías pasar horas sin incomodarte, luego te dabas cuenta donde estabas y querías huir. Justo como ella lo hizo, así...corriendo.

El silencio ahogaba, solo se escuchaban sollozos provenientes de la gente mas cercana ala morocha. Era a baúl abierto. No pensaba acercarme. El de mi hermano había sido igual me había acercado y luego no pude dormir.

Una delgada fisonomía se posiciona a mi lado, se cabeza se levanta dejando ver a una bella mujer con pecas en sus mejillas. Estaba vestida de oficina y tenía un portafolio en mano. Era la única persona no familiar que largaba lagrimas por sus ojos. 

-Joey se convirtió en un misterio mas del cielo, pero a diferencia de los otros, nosotros sabemos la existencia de este- mi rubia corredora, susurró.

Tomé su mano e introduje un pequeño papel en esta. 

Me miró, estaba de lo mas hermosa. Me miró con esos ojos de enamorada que paso semanas tratando de ocultarme, yo los veía igual. Años después, los sigo viendo. Creo que yo la miro de la misma forma.

"Yo también te lloré, yo también me desvelé, yo también, yo también"- Cole "tu rubio ojeroso" King

Tomó mi mano y lo supe. 

No volvería a escapar.

-Ingrid

piece of paperWhere stories live. Discover now