Bob Marley

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"Yo amo la noche, porque de noche todos los colores son iguales y yo soy igual a los demás" 

Quería ser libre, quería correr hacia el infinito con el viento en la cara y los cabellos alborotados, quiero tener ampollas en los pies de tanto caminar y los ojos rojos de tanto observar. Las paredes blancas puras de la habitación cada día ahogaban más y mi único salvavidas era un flacucho de manos gigantes. El lograba acariciar cada herida existente en mi sin  saber que existe. 

Las palabras salían de entre mis dientes de una manera fluida, nunca una persona había puesto tanta atención a mis palabras. Cole estaba recostado en césped mientras que yo observaba el lago sin parar de hablar. El libro que recientemente había leído logró revolucionar toda mi cabeza. 

-Lo lamento....- murmuré girando mi cabeza hacia el rubio -El libro estuvo muy bueno, en resumen.

-No importa...sigue hablando, yo estoy quieto y escuchando- dijo el rubio, haciendo referencia a la frase dicha hace ya unos días, mientras penetraba mis ojos con los suyos.

-Picarón, entendiste la frase- la brisa despeinaba los finos mechones de cabello que salían de mi cola de caballo. 

-¿Cuando no entendí una frase tuya?- apoyando las palmas e las manos en el césped se levantó levemente. 

-Disculpe Señor, me olvido de su inteligencia sobrenatural- la ironía se notaba de sobra en mis palabras.Cole rió por lo bajo, un silencio se hizo presente que duro unos minutos...

-¿Alguna vez te sentiste diferente?- la pregunta me tomo desprevenida, decidí contestar. 

-Si, antes de venir me sentía diferente todo el tiempo...- no nos mirábamos, no hacia falta sabíamos exactamente como estaba el otro. 

-Cuando mi hermano...murió..- hubo una breve pausa- tuve que volver  la escuela. Deje de ser Cole, ahora era el hijo menor de la familia que estaba en las noticias, y no por haber ganado un concurso de hamburguesas, por un accidente atroz... el cual había dejado solo una muerte y rasguños- terminó de hablar, supuse que era mi turno.

-Era Sky, la pequeña niña de rizos dorados que siempre tenia brillos en los dedos. Después fui Skylar, la adolescente con problemas en casa, la que llegaba a la escuela despeinada, con ojeras y sin haber estudiado. Y ahora volví a ser Skylar, peor con pena. Soy la chica que con dieciocho fue internada en el centro de rehabilitación por estar consumiendo drogas...- 

-¿Tenías brillos en los dedos?- pregunta el rubio risueño.

-Se supone que estamos en una conversación profunda, Cole- suelto una leve carcajada.

Nuestros ojos se encontraron comenzando un batalla de miradas, ya casi era costumbre. El duelo podría haber sido infinito, pero se escuchó una rasposa voz cerca de nuestras fisonomías.

-Lamento interrumpir pero, Skylar debe ir a una actividad obligatoria- giré mi cabeza y me encontré con una tímida Joey mirando hacia nuestra dirección. Mi amiga era lo mas dulce que existía, sabia que se tornaba tímida cerca del género masculino, no tenia porque era hermosa y creo que nunca lo supo. 

-Ve, Joey. En cinco minutos voy- aliviando la presión de mi amiga esta se fue a paso rápido por donde había vendido. Una leve risa se escapo de mis labios al ver una situación tan tierna. Tome mi libro que estaba apoyado en el suelo, para mirar a Cole con la intención de despedirme. Este seguía mirándome como hace un minuto- Debo irme, la chica que ocupa tu mirada me esta necesitando- finalicé, haciendo referencia a cuando hace un mes o mas este se había quedando mirando a mi castaña amiga. Emprendí camino hacia el gran edificio.

-¿Enserio crees que la miraba a ella?- dijo cuando mi cuerpo ya estaba lo bastante lejos como para fingir que no escuche. 

Al llegar al edificio la alta figura del rubio se veía muy pequeña, pero lo pude ver leyendo el papel que había dejado sobre la servilleta en la cual unas horas antes el me había traído un trozo de pastel de frutilla. 

"Yo amo la noche, porque de noche todos los colores son iguales y yo soy igual a los demás" - Bob Marley.

La frase era perfecta para la charla que había ocupado gran parte de nuestra tarde. 



-Ingrid

piece of paperWhere stories live. Discover now