Desde ese día he estado escabulléndome con Andres, mi madre no paraba de reprenderme, pues siempre que estaba con él llegaba a casa entre las siete u ocho de la noche, incluso no sé cómo rayos paso a causa de una amiga chismosa de mi madre nos vio en una de esas salidas y obviamente se lo contó, por supuesto me gané tremendo regaño puesto que Andres debe tener veinte años. Inconscientemente el tiempo se nos pasaba volando además que regresábamos caminando y su ritmo era lento distinto al mío tardamos más por eso.
Entre todas esas salidas a escondidas, él suele buscarme constantemente en la Academia o cuando estoy en el teatro con la instructora de Artes ayudando en lo que pueda. Esta es nuestra última cita repetía dentro de mi mente, justo como días anteriores me buscó en la Academia, lo abracé y besé, emprendimos camino sin rumbo alguno hasta llegar a una panadería, quiso comprar un pie para mi ya que estaba súper insistente, igualmente le había dicho que nunca he probado uno, en realidad si pero, el que probé era de limón hecho por mi madrina casi no me gustó.
A diferencia de este que es de ciruela, él terminó pidiendo un pan azucarado, prefiero el salado. Una vez pagado nos encaminamos hacia el parque central allí tomamos asiento en un banco apartado de las personas el cual también nos brindaba una increíble sombra. Seguidamente me dediqué a probar tan dichoso pie estuvo delicioso se lo agradecí con un corto beso en los labios, asimismo Andres procedió a darme pan como si fuese una bebé en la boca, él posee y transmite tanta energía positiva que es imposible no reírte.
Luego de merendar, empezamos hablar sobre temas triviales, llevaba conmigo un libro que en sí es como un diario ya que en él puedes escribir convirtiéndose en tu refugio Besito en la Frente. Esto en verdad es muy personal, por alguna extraña razón le mostré unas páginas específicas hasta llegar a la de los cupones con la cual hice bromas puesto que en ellos dice: Cupón válido para un picnic conmigo, otro una noche de películas y el de la broma una noche de pasión.
Estábamos tan sumidos en nuestro pequeño momento sin notar la presencia de un muchacho que paso por nuestro lado quedándose frente a nosotros. Edgar un chico de estatura alta, cabello negro con buen volumen, ojos cafés y lentes simplemente me encanta.
Hace tres años lo conocí, no formalmente como ahora, fue en una fiesta de la Academia, él es fotógrafo desde que lo vi me quedé hechizada, estábamos en distintos sitios, mientras bailaba con mis amigos una chica se nos acercó mostrándonos desde su celular la foto que se había sacado con el fotógrafo.
Nos ofreció ir a buscarlo, estaba dispuesta hacerlo ya que Melannie no se veía tan convencida, esa noche no llevaba el mío conmigo porque mi madre me lo había decomisado por lo que dependía de aquella chica para obtener esa foto.
Al final del pasillo de la fiesta se encontraba sentado en una silla cerca de la barra, se sacó la foto conmigo y también con mi amiga que terminó aceptando luego de que le insistí tanto, le dimos nuestros números a la chica para que nos enviase la foto pero eso jamás paso ella las borro por "accidente"
Sin dudas pretendía sacarme una foto con él, pero dijo que no porque no se hallaba presentable debido a que estaba durmiendo, a mí la verdad eso no me importaba se veía igual de bello. Me sorprendí al enterarme que son amigos, se despidió y mi novio notó que no paraba de observarlo se lo hice saber pero no fue de suma importancia ya que Edgar tiene novia.
Después de ese pequeño encuentro decidimos irnos. En el trayecto del camino no detenía los besos, incluso quería hacerme unos chupones en el cuello, no lo permití todavía trataba que le hiciese uno, claramente no lo hice, no podía besar de esa manera el cuello que no fuese de una mujer.
Logré llegar a mi hogar a las siete con trece minutos de la noche, obviamente mi madre se enfadó conmigo pero no me importó mucho porque al rato ya se había calmado gracias a mi abuela. Hablando de eso no entiendo por qué no se ha puesto loco mi papá si es tan celoso.
Raramente luego de esta salida llegué inusualmente feliz, tanto así que me dediqué a tocar mi teclado, saliendo una melodía a la cual le di por nombre Heart porque eran los latidos de mi corazón en ese momento, se la envíe a mi padre para que la escuchase y le conté a mi novio.
Ya faltaba poco para mi cumpleaños, invité a Andres, por si se le llegase a olvidar le envié varios mensajes dándole la dirección porque últimamente casi no hablábamos, no atendía mis llamadas y muy poco los mensajes. Recuerdo una vez que me había convidado almorzar a su casa porque su mamá me quería conocer, eso era imposible por dos razones: mi madre y tampoco tenía mucho interés por ir.
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¿Friends? (Pausada)
RandomImaginas cómo sería vivir con un demonio interno y luchar constantemente contra ti mismo. ¿Keisey encontrará el amor? ¿Volverá a confiar en los demás? ¿Podrá controlar su ser? Esta es la historia de vida rodeada trágicamente con cada pedazo de ellas...