20.

584 39 4
                                    

Badá Foster

Monet entra con Zayn por la gran puerta de mi casa, verla tan sonriente me hace sentir feliz, me llena el pecho de un amor paternal increíble, verla tan feliz con un chico me hace sentir celoso, con ganas de protegerla para evitar que la dañe. Ella es como mi hija, cuando George la dejaba salir de aquel calabozo llamado "habitación" siempre trataba de jugar y hablar con ella, le lograba sacar una sonrisa, le alegraba un poquito la vida de mierda que le daban.

Veo como ríe mientras Zayn le cuenta algo que le sucedió hoy, sonrío para recibirlos de la mejor manera.

—¡Hola, chicos!.—exclamo para acercarme a abrazar primero a Monet y luego a Zayn quien me recibe con esa sonrisa amistosa que tiene. Aparte de todo esto también me alegro de que Zayn haya encontrado a una chica que no sea de un rato, que haya dejado su corazón latir por otra y no sólo por aquella chica que le jodió su corazón puberto, en ese entonces, también lo acompañé en su crecimiento y lo veo como aquel hijo que no pude tener. 

Ambos son partes importantes para mí, más Monet, al menos Zayn era como ese pequeño con una vida asegurada, ella estaba con una vida marcada, una vida donde todo era conforme decían y si no se hacía caso castigos pararían en su camino. 

Zayn dice que nunca nadie le rompió el corazón pero sé que se quiere olvidar de Alashee Malabe, esa zorra que simplemente lo quería por el dinero que se le era dado al joven; nunca me agradó tenía cara de zprra y siempre andaba de ofrecida con nosotros, los socios poderosos de su padre.

  —¡Badá, ¿Cómo estás?!.— pregunta alegre dejándome un poco más fuera de base, aún no estoy acostumbrado del todo de sus nuevas actitudes.  

  —Bien. cariño, he estado mejor pero no me quejo.— digo sin importancia alzando los hombros.—¿Cómo están ustedes?

—Muy bien, me ha ido mejor que otros días dentro de casa, tengo más estabilidad de lo que tenía.— dice tranquila mientras camina hasta la sala donde mi esposa está sonriendo esperándolos para saludarlos. 

  —¡Al fin la tienes, querida!.— exclamo haciendo puños mis manos y moviéndolos en el aire como festejo, ríe y se acerca para abrazar a Anahí.—¡Muchacho, hace mucho que no te miraba!.— exclamo feliz, sonríe divertido. 

—Ay, Badá. Al igual que mi padre me tiro a perder en el trabajo.— dice mientras pone su mano en mi hombro y lo agita suave, río.

—Pero veo que ahora prefieres zarpar en tierra firme para estar a su lado.— digo para nosotros dos ya que mi esposa y mi hija "adoptiva" platican muy bien de cosas que han pasado en este lapso de tiempo que no se ven. Sus ojos se alejan de ambas mujeres para enfocarla en mí, tiene una sonrisa ladeada y esa mirada de: No podría estar más acertado. Pero su boca suelta una gran mentira.

—Sólo somos amigos, ella me necesita y yo estoy para ayudarla.— dice sonriendo y alzando la barbilla, río haciendo un mirada pícara pero no con el doble sentido en mente. 

—Sí, sólo amigos, eso ya ni ustedes pueden tragárselo.—ríe un poco y sus mejillas adquieren un poco de color, carcajeo y me uno a las chicas dejando pensando al chico en qué es lo notorio de que se quieren.

[...]

Monet Strain 

 

Malik peina sus cejas riendo de la vez que se las rasuró, río despacio con comida en la boca, Badá le afirma la anécdota diciéndole lo bruto que había sido. 

  —Realmente pensé que las cejas delgadas eran la moda, sin querer el rastrillo era muy grueso y se llevó ambas en un abrir y cerrar de ojos.— reímos todos escandalosamente.

—Por dios, lo dices como si no te fueras dado cuenta en primer lugar que te faltaba una ceja.— digo riendo, él asiente.

—¡De hecho, pensé que pasando el rastrillo recto quedaría mejor que una por una, así lo hice y terminé con mi hermana mayor poniéndome maquillaje y pelo falso en ellas!.—río rodando los ojos, meto una cucharada de los ravioles con salsa de tomate a mi boca, sabe delicioso, Anahí se voló todas mis expectativas de buena comida. 

Pasa las horas hasta que se nos hace de noche, feliz de haber disfrutado de este día con la familia Foster salimos de su casa a 15 para las 12, caminamos por la acera Zayn y yo disfrutando del frío de la ciudad. 

Badá tiene su casa en una de las residencias privadas de Canadá, el lugar es muy tranquilo por aquí, tan tranquilo que no pasan autos a esta hora. Zayn me preguntó antes de salir de su casa si quería ir a pie o en auto, con los días me va conociendo sin preguntar, supo de inmediato que quise ir a pie por el bello día, nublado, helado y una ventisca que te hiela la punta de la nariz. 

Mi ropa es un pantalón negro afelpado por dentro, una blusa de manga largar azul cielo, encima uno de sus grandes chamarras azul oscuro, una bufanda negra, un gorro de lana negro y mi calzado deportivo Flats del mismo color. 

La bufanda tapa mi nariz, el gorro cubre hasta el inicio de mis cejas y con ello me siento bastante abrigada, aunque tiemble por cada ráfaga de viento. 

Veo a mi acompañante que me voltea a ver al mismo tiempo, ambos vamos con unas sonrisas suaves, saca su mano del bolsillo, me abraza por los hombros causando una risa porque casi nos caemos porque nuestros pies chocaron.

—Mejor entra.—dice soltándome para abrir su chamarra grande de felpa y dejarme entrar para abrazar su torso enfundado en una camisa a rayas de mangas largas color turquesa con negro, tiemblo como un gato para ponerme cómoda, no es por frío, es por la felicidad de sentir cariño. Caminos sin molestias al mismo tiempo y puedo decir: Nunca me había sentido tan bien estando así con alguien.

--------------------------------------------------

I'M BACK!

Or i think that 

¿Qué les pareció el capítulo?


Sharing Lives → Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora