Prohibido (Kookmin)

Parte 11

Jimin

La punzada en mi cabeza, fue lo primero que sentí al despertar. Me cobije mas y me hundí en la cama, no quería salir de mi cuarto.

Tal vez solo había sido un sueño después de todo. Me gire sobre mi espalda y el rose de la sabana me hizo jadear de dolor. Pase mi mano por sobre mi glúteo derecho, este estaba caliente.

Me levante de un salto y me dirigí al espejo de cuerpo entero que tenía en el viejo placar.

Una roja y abultada mancha, sobresalía sobre el blanco de mi piel.

- Maldito hijo de puta- los golpes que me había propiciado Jungkook habían dejado un hermoso recuerdo.

La ira invadió todo mi cuerpo. Salí como alma que lleva el diablo hacia la habitación de mi madre. Con el fin de golpear al bastardo hasta dejarlo inconsciente.

Cuando abrí la puerta Jungkook aun dormía. El lugar olía terrible por el encierro y el evidente hedor que el alcoholizado ser emanaba desde la cama. Jungkook se encontraba atravesado horizontalmente, sobre la cama, totalmente desnudo, su hermoso y firme trasero, me deba los buenos días. Un tirón de mi pene, me trajo los recuerdos de la noche anterior. Baje mi mano aun mirándolo y frote mi caliente trasero.

Volviendo en sí, me dirigí hacia la ventana de la habitación corriendo de golpe las cortinas para que la luz entrara.

Jungkook se retorció entre las sabanas y tapo su rostro con la blanca almohada. La imagen era espectacular. Donde había quedado mi odio?. Jimin que carajos te pasa? La culpa la tenia definitivamente el tipo, por parecer sacado de DNA Magazine.

- Jungkook levántate el lugar apesta.- dije desde donde estaba cruzándome de brazos.

Jungkook no reacciono.

Me acerque un poco mas y repetí la misma línea.

- Jungkook levántate el lugar apesta.- el tipo había quedado tieso, me acerque mas y toque su hombro con la punta de mi dedo, intentando que reaccionara.

Con un gemido giro sobre su espalda, dejando al descubierto una hermosa, deliciosa y abultada erección mañanera.

Enseguida me gire de espaldas.

- Jungkook levántate hay que ventilar el lugar.

Sin decir nada, escuche como el hermoso hombre se levantaba y se encaminaba al baño.

Abrí las ventanas de la habitación y quite las sucias sabanas que habían sido testigo del más tonto error de mi vida. Mi pecho se oprimió una vez más en culpa.

Me dirigí al lavadero llevando la ropa sucia y sin darme cuenta en el bulto estaba la camisa que Jungkook llevaba puesta anoche. La tome en mis manos y la lleve a mi rostro. Aspire profundo el olor que tan mal estaba haciéndome. El aroma era delicioso. Embriagante, masculino.

No podría ser más estúpido, me dije y tire la camisa dentro de la lavadora junto con las sabanas.

Había decidido que mi madre jamás podría enterarse de lo que había pasado. Además había sido solo producto de la intoxicación de alcohol. Si era eso. Y no volvería a suceder jamás.

Subí nuevamente y escuche la ducha corriendo dentro del baño de la habitación de mi madre. Abrí el placar donde sabia estaba la ropa de cama y con las sabanas en mano me dispuse a arreglar la habitación.

Ya estaba casi todo listo cuando Jungkook salió del baño en una nube de vapor, vestido solo con una bata gruesa y el cabello desprolijamente mojado.