Parte 22 (+18)

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Jungkook

Intentaba controlar mi respiración, las piernas de Jimin todavía en mi cintura. Noches enteras intentando sacarlo de mi cabeza para tenerlo aquí, bajo mi cuerpo y empalado de la forma más deliciosa.

Jimin olía tan dulce, su piel tibia en mis manos, percibía cada latido de su corazón con mi cabeza apoyada sobre su pecho, realmente había enloquecido, realmente este chico había logrado despertar todos mis demonios. Me sentía embriagado, y complacido, como un adicto que reincide.

Saque mi lengua y di una probada de ese hermoso pecho.

Jimin se contrajo. Tan sensible.

La forma en que se derretía bajo mi tanto, la forma en que se abandona al placer, lo dispuesto y entregado que se volvía cada vez que habíamos tenido sexo.

Mi pene nuevamente endureciéndose dentro de la estreches del chico. Debería salir, de lo contrario estaría embistiéndolo una vez más.

Me afirmé un poco a su cintura y empuje dentro. El sonido que emitió el chico era el permiso que necesitaba. Levante la vista y la imagen era espectacular. Sus ojos desenfocados por los resabios del reciente orgasmo, los labios rojos y brillosos, las mejillas abochornadas y el cabello sudoroso.

Todavía llevaba el grueso suéter, metí las manos debajo de la gruesa lana y lo deslicé, aprovechando para viajar por la suave piel.

Jimin no emitía juicio o respuesta, era tan dócil.

Lo tome de la cintura y lo obligue a sentarse sobre mí, la frágil figura siguió mi impulso y nuestros ojos se encontraron, lo observe esperando que algo salga de su boca, pero nada dijo. Coloco su mano en mi rostro acunando mi cabeza, involuntariamente, mi cuerpo salió a su encuentro deseoso de ser tocado. Jimin sin moverse aun pero con mi pene todavía dentro de su ano, se abalazo a mi rostro y paso su lengua por mis labios. Mi pene dio un salto dentro del chico que se contrajo una vez mas. Presiono mi mejilla con la mano que tenía en mi rostro y me obligo a abrir la boca.

- Tu lengua- dijo

Y le di lo que quería.

Metió mi lengua en su boca y chupo, chupo tanto como pudo y me volvió loco, mi pene necesitaba fricción.

Con mis manos aun en las caderas del hermoso chico, presione hundiéndolo más en el largo de mi masculinidad.

Jimin gimió aun con mi lengua en su boca y acompaño el gesto. La presión era exquisita pero quería ser cabalgado por ese pequeño y frágil cuerpo.

Jimin comenzó levantado apenas su cuerpo y comenzo a bajar dolorosamente lento.

Fundí mi boca en la suya y lo presione con fuerza sobre mi pecho. Si existiera forma alguna lo tomaría más y más dentro.

Me recosté sobre el respaldo del sillón de cuero mirando la forma tan erótica en que Jimin se movía dentro de mí. El rosado y duro pene del chico saltando con cada movimiento. Estaba tan hipnotizado con cada gesto, con cada parte de su cuerpo. Todo en el era perfecto, exótico y todo de él lo quería para mí.

- Y-a no pue-doo re-sistir- dijo Jimin entre jadeos, su rostro sonrojado y sudado, su pequeño miembro chorreando a punto de estallar.

Me afirme sobre el asiento y me impulse con fuerza sobre el chico una, dos veces y se deshizo sobre mi pecho, el blancuzco liquido caliente, saliendo a chorros desordenados. Su rosto desencajado y su respiración irregular basto para hacerme llegar a mi clímax.

Saque del pequeño chico mi dolorido miembro y este automáticamente cayó al suelo esperando que lo colocara en su boca.

La imagen exquisita del tan sensual y frágil del chico abochornado, sudado y bien jodido, con su lengua tocando la cabeza de mi verga, provocó la convulsión del maravilloso orgasmo.

Mi cabeza quedo en blanco, todo lo que podía hacer era sentir como mis piernas temblaban y mis manos hormigueaban.

Un grito ronco salió de mi boca, haciéndome volver de donde me haya ido y mis ojos se abrieron para visualizar el pequeño chico cayendo hacia atrás.

- Jimin?- el chico se había desmayado.

Todavía medio deshuesado me arrodillé e intente reanimarlo.

- Jimin, Jimin – el chico no respondía.

El miedo y la desesperación se apodero de mí.

Tome el teléfono y marque a la única persona en la que podía confiar.

- Nam necesito un medico urgente- dije desesperado.

- Jungkook que sucede- respondió con el tono preocupado del otro lado.

- Jimin, no reacciona Nam llama un medico.

- Quien es Jimin? Donde estas?

- En el departamento Nam por favor apresúrate.

Corte la llamada, mis manos temblaban.

Tome al chico entre mis brazos y lo coloque sobre el sillón, tome mi ropa y comencé a vestirme.

Seguía tocándolo y hablándole intentando hacerlo reaccionar, su respiración era débil.

Después de lo que pareció una eternidad la puerta sonó y corrí a abrir.

- Que sucede Jungkook? – el rostro de preocupación de Nam apareció del otro lado, seguido de un hombre mayor vestido de bata blanca.

Me hice a un lado dejando ver al frágil chico recostado sobre el sillón más pálido de lo que me hubiera gustado.

El hombre se abalanzó y comenzó a chequearlo, lo primero que hizo fue correr la manta y comprobar que el chico estaba desnudo.

Los ojos de Nam me miraron sorprendidos.

- Quien es Jungkook? Que sucede?

- Es Jimin, el hijo de Junji.

Y me retire hacia donde el médico,  para saber que sucedía. y evitar que Nam diga nada.

- Llevémolos a la cama- dijo al fin el doctorado.

Lo envolví con la manta y lo traslade hacia mi cuarto.

- Parece que no fuera nada grave, pero recomiendo un par de análisis. Creo que no está alimentándose como correspondo y el exceso de esfuerzo lo ha dejado agotado.

Jimin se removió en la cama y se acurruco. Lo quede mirando un momento, mi corazón no paraba de golpear en mi pecho.

- Dejare la receta para que se realice un par de análisis y recomiendo que se alimente y descanse adecuadamente. No se preocupe y trate de realizar actividades de dormitorio con menos intensidad, por lo menos hasta que tengamos los exámenes y podamos descastar cualquier otra cosa pero estoy casi seguro que es solo un caso de anemia.

Asentí preocupado y recordé a Nam. Cuando voltee a verlo sus ojos estaban como platos. Me observaba en silencio y parecía en shock.

- Nam, no voy a decir nada ahora por favor, hablemos mañana si?

Nam todavía sorprendido me afirmó con un gesto de cabeza y salió del departamento junto con el doctor.

Mire la receta médica sobre la barra de la cocina y fui por un vaso de agua. Tenía planeado volver a Busan pero no podía dejar a Jimin así.

Tome mi teléfono y marque a Junji.

- Hola preciosa como estas? .....Resulta que surgió un problema familiar y no podre regresar mañana......... Nada grave pero no puedo irme sin antes solucionarlo........ Todavía no estoy seguro cuando podre volver......... También te extraño. Nos vemos.

Regrese de nuevo a la habitación y el hermoso chico todavía seguía dormido sobre la cama, hecho un bollo daba una imagen tan infantil y tierna. Sin darme cuenta estaba sonriendo.

Prohibido (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora