Parte 17

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Jimin

El sonido de risas fue lo primero que escuche cuando desperté. Permanecí acostado intentando registrar que sucedía.

- No Jungkook, basta- la vos de mi madre decía entre risas

- Junji-shiii, ven aquí Junji-shiii- el tono que Jungkook usaba no lo reconocía. Su vos era traviesa y divertida.

Quite de un tirón las mantas, dejándome enfriar por la fría mañana. Todavía llevaba puesto la ropa del día anterior. Los recuerdos golpearon mi mente. Debía huir lo antes posible.

Me quite la ropa rumbo al baño, todavía escuchando las voces divertidas desde la planta baja, mi estomago daba vueltas, tenia nauseas.

Cuando abrí la ducha los sonidos ya no se podían oír, el sonido del agua corriendo, los había apagado.

Me deje acariciar por el caliente líquido. Cerré los ojos y mi mente recorrió los sucesos de los últimos días, por todas partes Jungkook, su aroma, su cuerpo, el tono directivo de su voz, sus manos, Jungkook, Jungkook, Jungkook. Después de todo, quien era Jungkook?

No sabía mucho de él, solo que era abogado de la empresa para la que trabaja mi madre, que vivía en Seúl y se había mudado a Busan y que estaba saliendo con mi madre. Tendría familia? Y si tenía una mujer en Seúl? Y si engañaba a mi madre? Estaba engañando a mi madre en realidad.

Mierda, mierda, mierda...

Salí de la habitación una vez listo. Por muchas razones no quería bajar a la cocina. Jungkook tuvo que haber limpiado el desastre que habíamos hecho.

Cuando cruce el umbral de la entrada de la cocina, Jungkook y mi madre cocinaban como ya los había visto, cubiertos de harina esta vez, jugaban y reían como si no existiera nada más. El rostro de mi madre parecía más joven y feliz, sonreía mas de lo que no la había visto en mucho tiempo. Jungkook amasaba algo mientras miraba a mi madre de una forma tierna y amorosa. Ninguno de los dos se había percatado de que los observaba. Mi corazón se sentía dolido.

Apoye mi cabeza en el marco de la entrada y continué viéndolos por unos minutos más, pude ver lo enamorada que estaba mi madre, todo en ella me decía que era feliz con Jungkook y el hermoso castaño, no demostraba menos, el también la quería. 

Como podría yo arruinarle esto a mi madre?.

- Cariño, ya estás aquí, que haces ahí parado?.- mi madre me miraba curiosa.

- Nada, los observaba.- dije y de alguna manera me hacia feliz ver a mi madre tan alegre, y por otro lado estaba el hecho de que era Jungkook el que la ponía de esa manera.- buenos días.- dije mirando a Jungkook, que bajo la mirada y continuo en su trabajo de cocina.

- Jungkook esta amasando pan, puedes creer que sea un hombre tan perfecto?- dijo mi madre volteando a verlo con su mano en el mentón, como dudando de lo que decía- todavía no he descubierto algo que no sepa hacer.

Mis ojos recorrieron la maravilla figura masculina que impulsaba su cuerpo sobre la masa en la encimera. Y mi madre tenia razón, la forma casual en que movía sus brazos, mientras charlaba con mi madre, los gestos de su rostro demostrando diversión, la forma en que caía su lacio y brilloso cabello  castaño sobre su frente. Todo en el era perfecto.

- Jimin, Jimin? Que pasa cariño? Estas un poco distraído- pregunto mi madre acercándose y cruzando su brazo sobre mis hombros.- ven siéntate, te serviré un poco de café.

Me senté y bebí mi taza de café, mientras charlaba con mi madre de lo entusiasmado que estaba de comenzar las prácticas en los próximos meses. Había aplicado a un hospital importante de Seúl y estaba esperando la respuesta a la aplicación. Tenía la recomendación de varios profesores así que supuse sería aceptado fácilmente, me daba un poco de ansiedad no haber tenido respuesta aun pero pensaba que después de que el año nuevo llegara estarían las cosas encaminadas.

Prohibido (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora