Parte 27

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Jungkook

Jimin llevaba un pantalón de vestir negro y una camisa blanca. Un enorme saco de piel acompañaba el atuendo y unos brillosos zapatos negros daban ese toque de excentricidad exótica que traía con él.

Jimin tenía la capacidad de hacerme perder la cordura, mi cuerpo pedía por él, no había vuelto a poseerlo de la forma en que me gustaba después de lo que había pasado en el departamento, no lo haría hasta que se recuperara.

Oh dios, se suponía que debía dejar de pensar en el chico, no estar planeando cuando podría joderlo como me gustaba.

Me di un golpe mental y volví la mirada al camino. Llevaba conduciendo un rato rumbo a casa de Jin como habíamos quedado.

- Te agradara Jin, es un gran hombre- dije

- Jungkook, todavía no sé porque debería ir contigo.

- Oh vamos, solo es una salida.- aunque realmente no sabía ni yo porque quería tenerlo todo el tiempo conmigo. Era una necesidad verlo, tocarlo, de mostrarlo como si fuera..... mío?....

Estoy loco, realmente estoy loco.

- Estas bien?- pregunto Jimin

- Si, por que lo preguntas?

- Porque pareciera que te dieron un golpe en las bolas.- rio el chico-en que estas pensando?

- En que cuando regresemos, golpeare ese culito tuyo tan lindo, como la primera vez que pude tocarlo- Jimin automáticamente quedo serio y sus mejillas se encendieron un de un hermoso carmesí.

Llegamos a casa de mi hermano, vivía en una residencia, regalo de los padres de Jisoo, ubicada en una de las mejores zonas de la ciudad, el lugar era bellísimo y exageradamente grande para una pareja joven de recién casados.

- Bien llegamos- dije.

Jimin estaba sumergido en sus pensamientos mirando fijamente sus pequeñas manos que no paraba de estrujar. Coloque mi mano entre las suyas que daba la impresión de ser enorme comparando a las de este. Y las tome para que dejara de presionarlas.

Jimin me miro sorprendido. Y sus pequeños ojos estaban tan dulcemente confundidos que no pude hacer más que besarlo. Sus labios estaban tibios, y sus mejillas cálidas, debía dejar de hacer esto, nada bueno saldría de una sensación tan adictiva.

Luego de bajar del auto, di la vuelta para abrir la puerta de Jimin, y mientras este bajaba me observo con curiosidad.

Se lo notaba nervioso y angustiado.

- No tienes por qué sentir nervios, son unas personas muy agradables.

- No estoy nervioso.- dijo mientras pensionaba sus puños por sobre el grueso tapado.

Rodee sus hombros y lo presione contra mi. La suavidad de la piel del tapado más el olor a Jimin se sentía como abrazar un pequeño osos de felpa.

La puerta se abrió y Jimin se alejo bruscamente.

- Bienvenidos- nos recibió Jin alegremente.- pasen por favor, los chicos están en la sala.

Luego de dejar los tapados nos adentramos en la lujosa mansión de mi hermano, los hermosos pisos brillaban bajo nuestros pies, intentaba ver a Jimin disimuladamente, ya que verlo tan nervioso me hacía sentir intranquilo.

Jin toco mi brazo, mientras Jimin iba un paso delante de nosotros. Sus ojos me señalaron al hermoso rubio que dejaba una bellísima vista de sus redondeadas nalgas bajo el pantalón pinzado.

Mi mirada viajo por su esculpido cuerpo, frágil y bello. Otra vez todo mi cuerpo gritando por él, por poseerlo. Me pregunte qué era lo que tenia que me hacia querer más y más de él.

Entramos a la sala Nam y Jisoo charlaban vivamente, hasta que nos vieron atravesar la habitación y se levantaron para recibirnos con la mirada fija en Jimin. Jimin se giro y me miro. Sus ojos tan dulce pidiendo por favor huir, la imagen más tierna que haya visto jama, quería abrazarlo, quería besarlo ahí mismo.

Presione su hombre, demostrándole que no pasaba nada.

- Kooki, que alergia verte- Jisoo se adelanto y me rodeo en un fuerte abrazo, mire a Jimin que bajo la mirada cuando mi brazo cayo para rodear a Jisoo

- Jungkook- dijo Nam haciendo una reverencia.

- Jimin, verdad. Dijo Jisoo todavía entre mis brazos.

- Hola es un gusto verte de nuevo- dijo Jimin respondiendo amablemente

- Bueno, siéntense, traeré algo de beber. A ti que te gusta Jimin. Dijo Jin.

- Algo frutado estará bien. Gracias.

- Jungkook me acompañas. – dijo Jin y tomo mi brazo jalándome hacia la barra.

- Por dios presta atención, no has dejado de mirarlo desde que entraron, no escapara. sabes que tenemos buena seguridad. Ya mismo me explica cuál es tu relación con el chico y- tome el vaso de whisky que Jin había servido ya para mí y lo tome de un sorbo.

- No sé de que estas hablando solo somos- realmente que somos?. No podría decir que era hijo de Junji, no lo veía como tal, Jimin no era mi amigo, y entonces qué rayos.

- Solo son qué? Kooki, nunca te vi de esta manera por ninguna chica, no puedo creer que te estás enrollando con un chico, no sabía que te gustaran si quiera, kooki estoy sorprendido y me intriga muchísimo saber que sucede.- los ojos de Jin no me estaban juzgando solo me estaban alentando a hablar.

- No sé qué esperas que te diga, solo estaba un poco enfermo y decidí que debía cuidar de él.

- Dios Jungkook, te estás escuchando al menos, es increíble- rió Jin.- y que harás con su madre, porque que yo sepa, era ella con quien supuestamente estabas cómodamente viviendo la vida de una familia feliz.

- No lo se Jin, podríamos no hablar de esto?- no quería pensar ahora en Junji

- Ok, no ahora, no hoy, pero baja a la tierra Kooki, me pone muy feliz por fin verte enganchado verdaderamente con alguien pero parece que tu situación es muy complicada.  y aunque por otro lado entiendo perfectamente por que, el chico es hermoso.- dijo Jin dándome un guiño y mis ojos se ampliaron.

Voltee a ver como Jin seguía hacia donde el resto estaba charlando de algo gracioso que hacia reír tímidamente al hermoso rubio. Sus ojos brillaban dulcemente, y me miraron esperando mi regreso, no podía mantenerme mucho tiempo lejos, así que como atraído por una fuerza misteriosa y sin dejar de ver esos maravillosos ojos, regrese a su lado donde todo mi ser quería permanecer.

Prohibido (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora